inSurGente.- Ante el contencioso nuclear iraní, la Liga Árabe ha manifestado su apoyo al derecho iraní al desarrollo de energía nuclear y, consecuentemente, al enriquecimiento de uranio. Simultáneamente, España ha expresado su absoluta falta de autonomía en las cuestiones internacionales.

Moratinos, después de una entrevista con el ministro iraní de asuntos exteriores manifestó que España apoya sin fisuras la nueva propuesta presentada por el Alto Representante Javier Solana a la parte iraní el pasado 6 de junio en Teherán.

“Es una oferta negociadora muy seria, que constituye una oportunidad difícilmente repetible para encontrar una solución aceptable para ambas partes”, afirmó el ministro español que en ningún caso entró en consideración alguna sobre el fondo del problema.

La obediencia directa a los EEUU, o la obediencia mediatizada por la también obediente Unión Europea, es la norma fundamental de la diplomacia española. Curiosa Ley de Hierro de la servidumbre en los países que alardean de Libertad.

Prensa Latina.- El secretario general de la Liga Arabe, Amr Mussa, reafirmó hoy el derecho de la República Islámica de Irán al uso pacífico de la energía atómica, acorde con lo regulado en los tratados internacionales.

Afirmó que el país persa es signatario del Tratado de No Proliferación Nuclear (TNP) y eso le da potestad para llevar a cabo su programa, encaminado a generar electricidad y no a fines militares como insiste Estados Unidos e Israel.

El derecho al desarrollo civil de la energía nuclear es igualitario para todas las naciones que firmaron el TNP, reiteró.

Exhortó a que la región se libere de armas nucleares, de las cuales, según medios árabes, Israel dispone unas 200, no reconocidas ni negadas por el estado judío.

Mussa se reunió el pasado fin de semana en esta capital con el jefe negociador iraní para asuntos nucleares, Ali Larinjani, quien puntualizó que Teherán no constituye peligro alguno para los países vecinos.
Más bien, indicó, el programa contribuirá con el mundo árabe e islámico.

Irán ha resistido las presiones internacionales y está en disposición de buscar una solución política al diferendo, sin ceder en los principios y en correspondencia con lo regulado en el TNP, dijo.
Trataron tema nuclear cancilleres de España e Irán

Los cancilleres de España, Miguel Angel Moratinos, y de Irán, Manouchehr Mottaki, abordaron hoy el tema del uso pacífico de la energía nuclear, indicaron en un comunicado oficial.

En el transcurso de la reunión, señala el texto, los ministros analizaron también el estado de las relaciones bilaterales y algunas cuestiones regionales de interés común.

Moratinos, precisa el documento, manifestó a su homólogo iraní que España ha seguido con enorme interés la evolución del tema nuclear y apoyado el proceso negociador de tres países de la Unión Europea al que se han incorporado Estados Unidos, Rusia y China.

El Ministro señaló que España apoya sin fisuras los elementos de la nueva propuesta presentada por el Alto Representante Javier Solana a la parte iraní el pasado 6 de junio en Teherán.

Es una oferta negociadora muy seria, que constituye una oportunidad difícilmente repetible para encontrar una solución aceptable para ambas partes, dijo.

España considera, agrega la nota, que la oferta presentada es muy sólida, tanto desde el punto de vista político como desde el punto de vista del contenido. Moratinos resaltó la necesidad de que Irán resuelva las cuestiones pendientes con el Organismo Internacional de la Energía Atómica.

Por su parte, el ministro iraní manifestó la voluntad de Teherán de encontrar una solución satisfactoria al problema suscitado por el dossier nuclear.

En concreto, valoró la propuesta presentada por Solana como un paso adelante en el proceso negociador, destacando el interés con el que está siendo estudiada por las autoridades iraníes, expresa la nota.

En este sentido, agrega, Mottaki subrayó durante la reunión la necesidad de hacer compatibles el derecho de Irán al desarrollo de tecnología nuclear con fines pacíficos con el establecimiento de las garantías adecuadas para superar las preocupaciones de la comunidad internacional.


Culpabilidad de Irán solo en justicia de Casa Blanca
Prensa Latina (Por: Armando Reyes).- Para la justicia de la Casa Blanca, Irán siempre resultará culpable, aunque se demuestre lo contrario.

Basta que el gobierno de George W. Bush afirme que Teherán dentro de 20 ó 30 años devendrá, pese a la inexistencia de pruebas, en una potencia nuclear y ya habrá razones para la acusación.

Encabezado por Washington, el contencioso actual contra el Estado persa carece de base alguna, porque el programa nuclear iraní, según todos los indicios, se enrumba hacia la autosuficiencia energética por vías pacíficas sin pruebas hasta ahora en sentido contrario.

Al decir del Organismo Internacional de la Energía Atómica (OIEA), único con posibilidades de testificar la realidad, Irán no ha cometido violaciones que lleven a sospechar propósitos militares.

Inspecciones y verificaciones, aceptadas por Teherán, evidencian que el enriquecimiento de uranio en sus instalaciones no sobrepasa el límite de 3,5-4 por ciento indicado para faenas pacíficas.

Para que haya una sospecha real de fines bélicos, el material fisionable deberá enriquecerse a 96 por ciento o más.

Pero Washington no toma en cuenta ninguna información oficial o de basamento científico, en tanto excluye cualquier lógica que vaya contra su plataforma diplomática encaminada a mantener aislada a la República Islámica.

Una reedición del caso iraquí: los inspectores de OIEA declararon que por ningún lado encontraron alijos de armamento nuclear, pero el entonces Secretario norteamericano de Defensa, Colin Powell, afirmó lo contrario.

A contrapelo de la opinión pública mundial, el ejército estadounidense, en unión del británico, invadió y ocupó el territorio iraquí, y luego de más de tres años todavía no hay evidencia alguna de aquella afirmación de Powell.

Hay temores de que la Casa Blanca actúe de igual manera contra el Estado persa, pues sigue una misma línea: saturar el ambiente con propaganda adversa a Teherán.


Uno de los temas preferidos de Washington contra Irán se refiere a la presunta trasgresión por la nación islámica de las normas exigidas por OIEA.

Irán asegura que cumple las provisiones de la ONU sobre el tema, insiste en su derecho a la tecnología atómica y garantiza sus propósitos pacíficos en tanto que firmante del Tratado de No Proliferación de armas nucleares.

A otros, como Israel, el gobierno estadounidense les permite violar resoluciones del Consejo de Seguridad de la ONU, entre ellas, la 687, emitida en 1991, tras la guerra del Golfo.

El máximo organismo internacional estableció que todo Oriente Medio fuese una "zona libre de armas nucleares y de destrucción masiva", pero Tel Aviv las posee en grandes cantidades y nunca Estados Unidos ha insinuado una condena contra su fiel seguidor.

En la lógica de la Casa Blanca hay dos tipos de programas nucleares: el de sus aliados y el de los que no comulgan con sus fines, a reserva de sus objetivos.

Al paso del tiempo varió la consideración de Washington hacia el expediente iraní.

Durante el reinado del derrocado sha Mohammed Reza Pahlevi se registraron pasos hacia el desarrollo nuclear sin que se conocieran quejas de Washington, por el contrario, el gobierno del momento ofreció su beneplácito.

El consorcio alemán Siemens inició a mediados de los años 70 trabajos para construir en suelo iraní una central atómica, se recordó.

Ahora Irán pertenece al círculo de países que Estados Unidos considera enemigos y, por tal motivo, aunque generar energía a partir del uranio sea hoy más necesario para el Estado persa que hace 30 años, Washington lo ha elevado a la categoría de pecado capital.