En Venezuela el petróleo comenzó a llamar la atención nacional a partir de 1875, la Compañía Venezolana Petrolia del Táchira llego a producir 60 galones de gasolina, 165 galones de queronsen,150 de gas-oil y 220 de residuos, pero fue en el periodo de Juan Vicente Gómez cuando se oficializo la entrega del Petróleo a las empresas transnacionales, en primer término a la caribbean con la explotación del pozo Zumaque(llamado actualmente MG-I).Con ese evento Venezuela comienza abandonar su sazón rural para adentrarse en lo que Pérez Alfonso denomino los Excrementos del Diablo. Cien años de lucha de clases por apoderarse de la renta petrolera, en una larga trayectoria de entrega de los recursos mineros y petroleros a las transnacionales.
Gobiernos y desgobiernos fueron creando una clase oligárquica parasitaria, muchas de estas con un pasado rural, vivirían a expensas de la riqueza petrolera. Después de 85 años con la llegada de Chávez la empresa da un giro de 180 grados, colocando la industria petrolera al servicio de la sociedad como un todo, en especial dirigida a una redistribución de la riqueza beneficiando a los más pobres a través de los diferentes planes y programas (Misiones), de ahí que el Debate al que nos invita el Presidente Nicolás Maduro debe estar enmarcado en el Que hacer de la Industria Petrolera en la era Pos Chavez,de manera que cualquier consulta nacional en medio de una crisis sistémica debe ir mas allá del Partido Socialista Unido de Venezuela y del Gran Polo Patriótico, para adentrarse en cada uno de los venezolanos, sin distinción de sexo, raza credo y tocar la conciencia colectiva que permita impulsar el Plan de Desarrollo Socialista de la Nación 2013-2019, en la que PDVSA requiere nuevas inversiones de mantenimiento y desarrollo para poder alcanzar los niveles de producción previstos en el Plan. Es importante a este nivel indicar que el gobierno nacional debe establecer las reglas de juego para ir al encuentro de una nueva realidad económica que pasa en definitiva por hacer un conjunto de ajustes a nivel de la estructura económica y social, un primer paso en ese sentido es crear las condiciones favorables para una verdadera revolución cultural. No es posible generar cambios si no se educa a la población en materia petrolera. Nuestros jóvenes son unos verdaderos ignorantes en materia petrolera producto del desfase del sistema educativo. Les confieso que muy pocos saben que nuestra industria cumplió cien años y a muy pocos les importa, pero a toda la población si le importo que el Presidente Maduro en el Congreso Ideológico de su partido mostrara una botellita de agua mineral para simbolizar que el aumento del precio de la gasolina es una razón de Estado. El gobierno nacional tiene la responsabilidad de establecer una política comunicacional para que el venezolano de a pie sepa que está haciendo con la industria petrolera y hasta qué punto se esté comprometiendo el futuro de las generaciones con gastos e inversiones improductivas.
El debate debe ir más allá del aumento de la gasolina y otros derivados del petróleo. El gobierno debe estar claro que cualquier aumento de precio en medio de una guerra económica de cuarta generación puede ser el detonante para que la derecha fascista cambie la botellita de agua mineral por la botellita de gasolina para seguir encendiendo guarimberamente las calles de las principales regiones del país.
Es importante tomar como referencia que de todas las medidas del paquete neoliberal del segundo gobierno de Carlos Andrés Pérez, el más insignificante para el Fondo Monetario Internacional era el aumento del precio de la gasolina, dado que el gobierno compensaría en materia de subsidio al sector transporte, sin embargo fue el detonante que ocasiono el caracazo, en desgracia para los pobres, quienes pagaron con sus vidas la vorágine de la burguesía parasitaria aliada del imperialismo.
Hoy tenemos que afirmar que las condiciones sociales, políticas y económicas no son las mismas, sin embargo la crisis sistémica se viene expresando por una mediática crisis de gobernabilidad, una alta tasa de inflación, un aumento desmedido y mediático en el consumo con una oferta limitada de los productos nacionales y un atascamiento en la administración de divisas, en las que se sigue privilegiando a sectores importadores y sectores en red , especialistas delincuenciales en apoderarse de la renta petrolera.
Debe ser un debate descarnado de las debilidades y fortalezas del gobierno en seguir manteniendo el precio del combustible, así como sus debilidades y fortalezas en aumentar el precio en referencia. El debate debe ir más allá para llegar a un gran consenso nacional, y en ese sentido debemos aplicar la CRBV y convocar a la sociedad aun Referéndum Consultivo para que el pueblo determine, cuál será el camino a seguir en esta área tan importante y sensible social y políticamente.
Aristóbulo Ituriz decía que si levanta el Control de Cambio la Derecha tumba el Gobierno. Yo creo que si se produce un aumento sin una consulta refrendaría se incendia el país. En tal sentido el gobierno debe ser muy cuidadoso en materia de análisis de política económica para tomar una decisión de tal magnitud que puede herir gravemente al proceso revolucionario.
Es coyuntural ir al establecimiento de un ajuste fiscal y restricción del gasto público, aunado una política de sano endeudamiento para el desarrollo económico, un plan de inversión para aumentar la producción petrolera, un plan para hacer de las industrias del Estado más productivas y eficientes, explorar nuevas formas de organización económica con sectores productores nacionalistas, son entre muchas otras una alternativa para activar el aparato productivo y postergar una media que a todas parece incendiaria.
En definitiva el gobierno debe presentar una alternativa del desarrollo distinta al retorno al neoliberalismo. Debe apuntar a un nuevo marco conceptual del desarrollo socialista de la sociedad, los ajustes macroeconómicos siempre serán insuficientes desde el prisma capitalista ya que no resuelven el problema de fondo. El Comandante Chávez trazo un camino a seguir que hoy es ley, seguir por atajos como se viene observando en algunas regiones no resuelven los problemas de fondo, muy por el contrario tienden agravar la crisis sistémica de la economía venezolana. La Alternativa esta por construirse entre encuentros y desencuentros, pero unidos para alcanzar la sociedad socialista como expresión de mayores niveles de bienestar económico, justicia y paz.