Viernes, 06 de julio de 2018.- El tema de los bachaqueros está a la orden del día, se multiplican como moscas, aparecen por todos lados, venden al precio que quieren, de acuerdo a no se sabe que criterio y como escasean los productos la gente les compra, además, dependiendo de si usted paga en efectivo o en un punto de pago varía el precio. en fin, hacen lo que les da la gana y el gobierno nacional intenta controlarlos, neutralizarlos, sin mucho éxito.
En este ambiente de seudo anarquía del mercado, R. Montemarani el 29 de junio comenta sobre este tema bachaqueril:
Hace una semana fue a la intersección de la calle Colombia con Washington, detrás del mercado de Catia se consiguió un operativo de la Guardia Nacional que mantenía despejada, limpia la calle, libre de bachaqueros.
Pero volvió una semana después y se consiguió que la redoma vecina a la intersección, estaba llena de bachaqueros, le recomendó al Presidente Maduro: Nicolás no funciona que tu pongas un día, a la Guardia Nacional repartiendo palo, también para usted señora Erika Farías, no sirve un día repartiendo palo con la Guardia Nacional, eso es todos los días.
Y todos los días lo tiene que alguien supervisar, porque cuando tu dejas a la Guardia fija en el lugar, esa Guardia empieza a hacer negocio con los bachaqueros, empieza a autorizar a los bachaqueros, ídem, la Policía Nacional Bolivariana.
Con respecto a los precios, añadió a su comentario: usted hoy paga lo que le cuesta cien, por el punto son trescientos ( tres veces mas).
Hay un señor que tiene un camión, que vende plátanos y ese señor también te cobra lo mismo, cien el plátano, trescientos por el punto, en efectivo cien, trescientos por el punto, pero resulta que el camión que está hay estacionado ahí, en la vía publica, es de él y el punto es de él. Él es el dueño del punto y él te roba en efectivo y te roba con el punto.
Para el Sundde es preferible ir a las panaderías del este y ponerle los ganchos a los portugueses, mas fácil que ir a agarrar a bachaqueros o a algún ladrón de estos que pululan por ahí, por el mercado de Catia.
Finaliza Montemarani con una reflexión sobre las sanciones que se le deben aplicar a los comerciantes inescrupulosos:
¿Cuales serán las sanciones, Nicolás?, tendrás, tendrás como para aplicar las sanciones que tanto esperamos de ti, sanciones de verdad-verdad, porque todos te apoyamos Nicolás, todos te apoyamos.