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Rafael Ramírez se permite ser "un radical chavista" en Europa y nadie le dice nada, nadie le toca un pelo, Estados Unidos lo dejar ser, que hable, que escriba poemas a la revolución y que delire con cuatro copas de vino fino en las entrañas. El imperio jamás le hará nada. Por algo será, y no es porque se parezca a Carlos Marx o a Simón Bolívar. Ese imperio que publicó rewards para quien capturara a Maduro, Cabello o Jorge Rodríguez, no da ni medio por Rafael Ramírez. Lástima. Nunca lo metió en su lista de los "más buscados", y eso, hay que ver, que Rafael Ramírez fue una de las columnas más poderosas del chavismo, dirigió la empresa más codiciada por los gringos y la Unión Europea, dirigió poderosas campañas electorales, asumió la política exterior del "dictador Maduro", fue por una década el gran señor de muchas de las estrategias del movimiento chavista en América Latina, y, señoras y señoras, ni un pelo le tocan, digo…
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Rafael Ramírez gimotea diciendo que ama los ojos de Chávez y lo vocea a los cuatro vientos y la ultraderecha mundial, los poderosos medios se lo permiten. Aquel que dice haber sido la madre creadora del "ROJO ROJITO" tiene carta blanca en los imperios para permitirse ser "chavista". No se cansa de decir que es más chavista que Maduro, más chavista que Diosdado Cabello. Pero imagínense a Maduro en Roma, en París, Londres o Madrid, andar por allí como Pedro por su casa, como lo hace don Rafael Ramírez.
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Incluso, don Rafael Ramírez se permite hablar del "paquetazo de Maduro contra el pueblo", desafiando al imperialismo en sus propias cuevas, como diciendo, que Maduro es un aliado de los empresarios, de los negociantes del capital que son los únicos que pueden armar paquetes en este planeta… Porque don Rafael sigue siendo "socialista" por aquellos lares, ¡qué maravilla!
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A los pendejos de la oposición, de las cosas que más les encanta hablar es de la corrupción del Gobierno, que según ellos, está en todos los niveles. Pero gran parte de esa oposición encaletada que gime y chilla en cualquier cola en la calle, argumenta que el que se mete en política sólo lo hace para robar, para buscar su propio beneficio. "-¡No hay un solo funcionario, del presidente para abajo – dice-, que no esté buscando forrarse!". El que opina sobre política hace política aunque diga que no es político ni le interese la política, y quien asume un cargo en un gobierno bajo ataque de Estados Unidos y la Unión Europea debe entender que lo está haciendo a costa de su propia vida, a menos que sea un infiltrado y tenga bajo la manga salir un día corriendo y meterse bajo las enaguas del imperio, como lo ha hecho Rafael Ramírez.
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Qué objeto puede tener robarse millones a mansalva para luego quedarse a vivir en los "horrores que ofrecen Cuba, Nicaragua o Venezuela". El que roba en Occidente lo hace para luego coger a disfrutar lo mal habido en los paraísos del capital: en Las Vegas, Miami, Nueva York, Roma, Londres o París. De hecho, los que nunca fueron revolucionarios y huyeron después de robar a manos llenas, eso es lo que han hecho, acabando, por demás, siendo unos protegidos de Estados Unidos y de la Unión Europea, como ha sido el caso del ex presidente de PDVSA, Rafael Ramírez. No digo más, porque sería repetirme estúpidamente. Pero queda clarito de una vez por todas…
