Veganos seremos o entre matarifes y carniceros te veas

La imagen que guardo en la memoria y el recuerdo primero que se me viene a la misma de un matarife es la de un pendenciero de armas tomar, asociado a una filosa cuchilla empretinada al cinto, y de fácil uso (por la costumbre del oficio) para dirimir la menor disputa. Un perdonavidas pues. Un homicida en potencia. Tal cual lo definen los diccionarios asociándolo a tan temible sinonimia. Cualquier matachín.

A ella va asociada la de unos trabajadores que permanentemente ensangrentados trasladaban las piezas de la res despostada recién, dsde unas cavas en cuatro ruedas, usualmente destartaladas a las carnicerías del barrio donde crecimos.

Vaya Usted a saber cuánto paga un carnicero actual por una res en pie según su "peso a ojo" o bien pesada en la romana y cuáles son los gastos del despostaje, traslado y pare de contar. Lo cierto es que hay un desfase abismal entre los costos del productor y la del carnicero final que más parece un animal que se alimenta de carne, según otras definiciones. Cualquier carnívoro. Cualquier antropofágico parecido.

Se va a cumplir un mes de la publicación de los fulanos precios acordados en Gaceta y a los mismos una trompetilla le van soplando los comerciantes en cambote, pero quienes llevan la sartén por el mango y haciendo caso omiso han devenido en fieles seguidores de la novedosa corriente opositora-escuálida, aplicada fácilmente, como apela el matarife al cinto y esgrime la cuchilla: el noesnoismo. No es No. Simple. No me da la gana. No hay carne, No hay pollo hasta que maduro caiga. Con desparpajo, con minúscula despreciable al Señor Presidente. Desafiantes. Rufianes.

Y aprovechando el desorden inducido sus similares pescaderos y suministradores de cualquier carne de caza, de cerdo o de ovino, no bajan sus precios de doscientos cincuenta soberanos en adelante a contrapelo de los noventa en que el Gobierno inocentemente insiste en mantener la carne bovina, o en setenta y ocho el pollo. Diálogo de sordos. El mismo diálogo en el cual se encuentran chapoteando gobierno y oposición desde al menos quince años hace. En tal inocencia que ya más parece indolencia y/o negligencia el Vicepresidente para ésta área a la cual ya ni recordamos su pomposa definición anuncia que en las próximas horas se llegará a un acuerdo luego de varios acuerdos acordados que ya nadie recuerda. Un ritornello estrepitosamente repetido en una cadena de ritornellos.

¿No tendrá el gobierno una filosa cuchilla al cinto que en un arrebato de furia muestre cual jefe jifero a estos matarifes, matachines, carniceros, que hoy alzados y apegados al más furibundo NOESNOISMO desafían airadamente, no solo al gobierno sino a todo un pueblo?...Entretanto obligados andamos a convertirnos en veganos, lo cual no es malo y cultura que si lográramos poner en práctica todos en cambote serviría para darle una lección a tales bandidos durante al menos un período de varios meses a ver si finalmente ellos o nosotros sucumbimos. ¡Pa´matarife vegano!...¡Pa´bachaco chivo!...

No veo a los escuálidos esgrimiendo sus recalentadas consignas: "Con mis matarifes no te metas". "Todos somos matarifes". Tal vez por primera vez coincidamos escuálidos y maburros, oficialistas y opositores, chavistas y burgueses, capuletos y montescos…seamos veganos, todos, por seis meses a ver hasta donde aguantan estos malandrines ya que el gobierno es incapaz de meterlos en cintura desde su inerme pretina al parecer.

grupochely@gmail.com



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