Crítica ácida

Ni en qué palo ahorcarse + que confundidos fundidos

Frente a los desaguisados cometidos por líderes opositores perdidamente deslucidos y hundidos en un océano de desprestigio por su conducta antipática, se admira el comportamiento consciente de nuestro país en mayoría acudiendo a cada evento donde se pueda progresar, emprender, aportar, gastar dinero en oportunidades de beneficiarse y en general hacer de la existencia una grata experiencia por encima de dificultades, algunas sembradas con mala fe politiquera opositora irascible y exhibida como tal.

Los votantes ni ni perciben donde están los malamañosos y prepotentes violentos. Cada campaña electoral viene con la expansión nacional del número en quienes acuden a los comicios, nada de abstenerse como mal recomendaban los perdedores opositores. Los votantes en su mayoría van con alegría, confianza y paciencia. En la vida diaria acuden venezolanos y extranjeros residentes, a lugares nuevos o no si estos ofrecen para mejorar sus ganancias, sistemas de venta favorables a la clientela.

Quienes analizamos el acontecer político diario del país volcándolo en opiniones públicas, vemos con contento a quienes asisten a la inauguración de negocios traídos desde otros países. Turquía e Irán por ejemplo, para aprovechar lo que nos convenga en ofertas de alimentos, ropa, cosméticos, aparatos electrónicos, teléfonos, quincallería, bebidas y pare usted de contar, procedemos así a adquirir lo que tengamos a bien y esas actitudes son noticiadas por los medios públicos y privados.

Si derrotamos a los gringos en la ideología y llevamos 25 años en la competencia entre capitalismo y socialismo, superando los ataques miserables ideados para perjudicarnos, también estamos alcanzando vencerlos en cuanto a adquirir productos antes encarecidos en forma excesiva a cuenta de importados esencialmente de EEUU y Europa, era dificultoso para la masa laboral comprarlos y hoy tenemos el valor de inventar lo nuestro y proveernos, en el caso de las plantas indispensables en las medicinas se llevaban la materia prima, en los alimentos y bebidas el capitalismo empresarial voraz, remitía al exterior lo mejor y dejaban sus productos de segunda para el consumo nacional.

Vamos abandonando el complejo de creer en la bondad de empresarios supuestamente muy buenos por ser empleadores, en realidad nos esquilmaban. Recuerdo una vez que, un diario de izquierda como lo fue "El Nacional", denunció en primera plana a la POLAR en el caso de las maltas, exportaban las de primera y nos dejaban las menos elaboradas, a las polarcitas las maceraban menos, cumpliendo aquello de p o l a r, pobre obrero limpio amanecido y rascao.

Los pelucones de la POLAR remitían las polarcitas (las de segunda) a eventos populares mientras las mejores eran destinadas a exportación o espectáculos "de categoría" , las polarcitas iban y van a encuentros deportivos, ferias y actos diversos mientras para la exportación si guardaban el tiempo debido en la elaboración de los tercios y otros derivados, en Turmero, Aragua una vez hice la denuncia por radio y los dueños de la emisora me dijeron que, era prohibido hablar mal de la Polar pues cortaban la publicidad.

Los pelucones confundidos fundidos, pretenden en sus empresas hacer barbaridades, salvo los conscientes que pactan futuro seguro sin vender la patria. Afronté problemas en emisoras de Caracas y Aragua, botaban a quienes consideraran comunistas. No fui militante del PCV, mis simpatías se volcaban desde los 19 años de edad cumplidos en 1960, hacia URD, MIR, el primer MAS, Causa R y el MVR. Apareció el gigante Chávez y a su legado no han podido ni podrán acabarlo, por Chávez mi esposa Ligia Añez y yo nos inscribimos en el PSUV, continuamos en lo social y en lo moral revolucionario, no nos hundimos ni nos confundimos como los vende patria pedilones de invasión y sanciones.



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Luis Sánchez Ibarra


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