"Esta es una medalla para todo el pueblo", puntualizó el ganador de la segunda medalla de oro en la historia olímpica de Venezuela, después que Francisco "Morochito" Rodríguez ganara la primera presea dorada para el país en las olimpiadas de México de 1968.
Pese a la lluvia que cayó en la tarde de este lunes en la ciudad capital, una multitud se aglomeró en la plaza Sucre y sus adyacencias para esperar al campeón olímpico y acompañarlo en su recorrido hasta la plaza O´leary.
"El corazón lo tengo a mil, se me eriza el cuerpo y de verdad me siento muy orgulloso. Logré mi sueño y el sueño que esperaba Venezuela también", comentó.
Limardo firmó autógrafos de camisas que el público le lanzaba en el camión donde se trasladaba. Mucho de las personas le tomaban fotografías con su teléfono celular mientras recorría esa zona del oeste caraqueño.
"Estoy contento de ser venezolano y representarlos a todos, comparto mi medalla olímpica con todos los venezolanos, por que Venezuela ahora es olímpica", dijo desde la Plaza O'Leary punto final de la caravana en su honor.
El venezolano se convirtió en el segundo esgrimista latinoamericano en ganar un metal dorado tras 108 años de espera. Antes de la gesta del venezolano, el último ganador de una medalla dorada fue el cubano Ramón Fonts en los Juegos Olímpicos de San Luis en 1904.
Ahora, con esta hazaña Limardo forma parte de la historia del deporte de América Latina. Se convierte en el primer esgrimista en subir a lo más alto del podio y dar la medalla número doce para la patria de Bolívar.
Para la prima de Limardo, Mónica Vergara, la promesa que un día le hizo el hoy campeón olímpico está cumplida: "El me dijo que iba para Londres para buscar su medalla de oro, que no se conformaría con una de plata o de bronce, él sólo pensaba en la dorada, porque tiene sangre de guerrero y así se caiga vuelve a levantarse".