El pasado 16
de Agosto, en los espacios del Centro Internacional Miranda (CIM), convocados
por “Marea Socialista”, asistimos en calidad de ponentes, activistas
de la Red Venezolana contra la Deuda/AYNA-CADTM, conjuntamente con el
Prof. Víctor Álvarez y Carlos Carcione, ambos investigadores del CIM,
y Manuel Sutherland, coordinador de formación de la Asociación Latinoamericana
de Economía Política Marxista (ALEM). En el mismo se genero un interesante
debate sobre la “Crisis de EEUU y las Economías Globales, Efectos
y Alternativas desde el Sur”, donde expusimos y debatimos ampliamente
sobre las consecuencias de la reciente crisis económica de los EEUU,
producto del aumento del techo de su deuda pública y la imposición
de medidas de austeridad, que entre otras cosas, pretenden arrebatar
a mas de 40 millones de norteamericanos en situación de vulnerabilidad,
el llamado bono alimentario, que consiste en una ayuda por parte del
gobierno norteamericano para garantizar el acceso a los alimentos. Para
graficar esta nefasta política con la que pretenden reducir (...) su
déficit fiscal, sería como matar de hambre a todo el pueblo argentino,
1,5 veces del pueblo Venezolano o a 10 países como Somalia.
Entendemos
que pese a los esfuerzos de EEUU y Europa por salvar sus ya deterioradas
economías, las soluciones no se limitan al plano económico, ya que
afirmamos que no es netamente una crisis financiera, sino una profunda
crisis del modelo capitalista.
Nos referimos
también a las causas de la crisis de EEUU, con múltiples facetas (económica,
financiera, institucional y de gobernabilidad), y como el decadente
modelo capitalista impone medidas neoliberales para salvar de la quiebra
a la banca privada –responsable directa de la crisis- y a sus transnacionales,
en detrimento de los pueblos que reclaman a lo largo del mundo condiciones
de vida mas justas y el cambio del modelo neoliberal, que tanta pobreza
ha dejado en la tierra. Pretenden “capitalizar” las ganancias y
“socializar” las pérdidas.
En el plano
de las economías del Sur, se propuso llamar la atención del Estado,
para acelerar los mecanismos de integración subregional (Alba, Banco
del Sur, SUCRE, UNASUR; entre otros), teniendo como principal exigencia,
la incorporación de los movimientos sociales de izquierda, sindicatos,
universidades y distintas formas de organización popular, para coadyuvar
en el diseño de políticas económicas y sociales y hacer de manera
directa seguimiento y control de los planes, ejerciendo de esta manera
la contraloría social, fundamentada ampliamente en las Leyes Venezolanas.
Se acordó
la solidaridad con las luchas populares y protestas que actualmente
llevan a cabo los pueblos de Grecia, España, Inglaterra, Siria, Israel,
Túnez, y demás países que luchan y levantan su voz para liberarse
de las medidas de corte restrictivo y neoliberal que el capitalismo
decadente aun se empeña en imponer.
En el caso
de Venezuela, evaluamos los escenarios actuales sobre los cuales se
vienen dictando normas de corte político, económico y social: petróleo
y renta, inversión social, el endeudamiento público, riesgo país,
control obrero sobre los medios de producción y cambio en el modelo
de producción, lucha de clases, la transformación del modelo rentista
e importador en una nueva economía productiva y exportadora, diversificación
de los mercados, soberanía, auditoria social de la deuda pública y
el rescate de nuestras reservas internacionales, actualmente puestas
en la banca norteamericana y europea, y cuyas economías se encuentran
en franco declive desde la crisis económica de 2008, sin que se evidencien
mejoras o cambios en el modelo capitalista. Sobre este último punto,
es importante reabrir el debate, orientado irrenunciablemente a convertir
nuestras “reservas internacionales” en “reservas nacionales”,
y que las mismas sean tratadas con la verdadera garantía que el pueblo
exige.
El reciente
anuncio del Ejecutivo Nacional, de cambiar la denominación de las reservas
internacionales, como acto soberano, ratifica ante el mundo la posición
del Gobierno Bolivariano de dar pasos firmes para garantizar la independencia
económica de los pueblos del Sur, llevando nuestros “ahorros” a
economías sólidas, con quienes estratégicamente hemos afianzado alianzas
en diversos temas, y ratificando el llamado de los movimientos de izquierda
a desconocer la moneda “dólar” como patrón de reserva e intercambio
global, dada su evidente fragilidad y de la propia de la economía norteamericana,
principal país consumidor, importador y guerrerista del mundo.
Nos vemos pues,
reflejados en la actuación legitima del Gobierno Nacional, de rescatar
de manos del decadente sistema capitalista nuestras reservas internacionales,
pero consientes de que las mismas, en el corto plazo, deben ser llevadas
al naciente Banco del Sur, y así dar pasos para declarar la absoluta
soberanía económica latinoamericana. Hay que avanzar en la creación
de un fondo latinoamericano que permita el uso de los excedentes de
las reservas internacionales de nuestras economías, para financiar
proyectos de infraestructura, de servicios y sociales, que permitan
apoyar el desarrollo de nuestros pueblos y coadyuven con la integración
subregional.
Como activista
de la Red Venezolana contra la Deuda / AYNA-CADTM, organización militante
del proceso revolucionario, que viene impulsando la auditoria social
de la deuda pública, en todos sus niveles, con la participación directa
del pueblo organizado y sin limitaciones burocráticas, atendiendo
el llamado el Comandante Presidente Hugo Chávez, y con signos claros
de autodeterminación de no pago de deudas ilegitimas, anunciado y realizado
por el Gobierno Ecuatoriano, de manos del Presidente Rafael Correa,
con el apoyo del Comité para la Anulación de la Deuda del Tercer Mundo
(www.cadtm.org) y otras organizaciones sociales,
es evidente el rol de los ciudadanos para garantizar que la burocracia
corrupta que aún se mantiene enquistada en parte de nuestras instituciones
–y que también fue motivo de discusión y análisis en nuestro encuentro-,
no se apropie de los dineros que son del pueblo, y que estos bien pudieran
ir a fortalecer nuestra economía social, con el diseño e implementación
de nuevos proyectos que mejoren la calidad de vida de nuestra población.
Toca celebrar,
con alto “patriotismo” –término que por cierto no conoce la derecha
golpista y apartida venezolana- , la medida de rescatar del sistema
capitalista global nuestras reservas “nacionales”, medida que ratifica
de forma viva nuestra soberanía nacional.
Como próximos
pasos, además de propiciar la auditoria social de la deuda pública,
debemos declarar el inmediato retiro de Venezuela ante el Centro Internacional
de Arreglos de Diferencias en materia de Inversiones (CIADI), tribunal
de arbitraje dependiente del Banco Mundial, tal como lo hicieran los
Gobiernos de Ecuador y Bolivia, y así evitar la pretensión de las
empresas transnacionales que por décadas robaron al país, de demandar
algún tipo de “resarcimiento” por las expropiaciones que soberanamente
el Gobierno Venezolano realizó, para quitar de manos de éstas el control
sobre sectores estratégicos del país.
Sigamos pues,
avanzando en la consolidación de la nueva arquitectura financiera subregional,
y démosle más poder al pueblo!!!
Independencia
y patria socialista, viviremos y venceremos!!!
(*) Licenciado en Ciencias Fiscales – Finanzas y Gasto Público
Activista de la Red Venezolana contra la Deuda / AYNA-CADTM