El Proceso No. 7

ABRIL, EN EL PRESENTE Y EN EL PASADO, MES DE DERROTAS IMPERIALES. Cuando nos paseamos por los hechos ocurridos en el cuarto mes del año, nos encontramos con fechas muy significativas en la lucha antiimperialista, con acontecimientos de mayor o menor relevancia que incuestionablemente califican como derrotas de las pretensiones de dominación de los imperios. Así, podemos tomar como punto de partida nuestro 19 de abril de 1810, cuando aquel patriótico movimiento abrió el camino de la Independencia de Venezuela y de toda Latinoamérica, en lo que representó un duro impacto contra el poderío imperial español. Muchos años después, en abril de 1961, correspondió a la naciente Cuba revolucionaria asestar una paliza a las pretensiones de otro imperio, el estadounidense, cuando el Ejército del Pueblo derrotó en Bahía de Cochinos la invasión mercenaria de la gusanera mayamera, armada y entrenada por la CIA. Hace apenas cuatro años, en abril de 2002, los venezolanos fuimos los protagonistas de otra histórica derrota del imperio gringo, cuando la acción combinada del Pueblo y los militares patriotas en sólo 47 horas arrancó de cuajo una dictadura fascista encabezada por un fuehrercillo de opereta y restituyó en su cargo al Presidente Chávez. En 2006, cuatro años después, estamos ante otro abril sumamente interesante, cuando observamos una notable sucesión de acontecimientos que podemos calificar como derrotas imperiales de cierta significación.

FUSILES, MUNICIONES, LANZACOHETES, HELICÓPTEROS Y UNA NUEVA FLOTA DE AVIONES MIG PARA LA DEFENSA DE VENEZUELA, ADQUIRIDOS EN RUSIA POR DECISIÓN SOBERANA DE AMBAS NACIONES. Así lo anunció el Primer Mandatario, en su Aló Presidente. Los fusiles, municiones y lanzacohetes los fabricará nuestra industria militar, en tanto la flota de aviones Mig será adquirida a Rusia. Posteriormente se anunció la compara de 33 helicópteros militares, dejando bien sentado el Vicecanciller ruso para América Latina que “…esta es una decisión soberana de los Gobiernos de Rusia y Venezuela, y que las ventas de armamento continuarán”, en lo que supone una bofetada a las pretensiones imperialistas gringas de convertirnos en inerme e indefensa presa de una eventual agresión militar. Recordemos que “…esta es una Revolución pacífica, pero armada” y que cada vez debe estar mejor armada, más aun cuando el imperio está empeñado en coartar nuestro legítimo derecho a la defensa a fin de convertirnos en un pobre país totalmente indefenso y susceptible de ser invadido por un grupo de “contratistas privados”, o por la Policía de Nueva York, por ejemplo. A esta línea se suman ciertos despreciables lacayos locales que andan cacareando acerca de “cuántas escuelas, hospitales, casas, etc., etc., podrían construirse con lo que cuestan las armas”, en lo que no es más que un solapado apoyo a las pretensiones imperiales de hacernos indefensos. Quienes andan en esta onda sólo pueden ser calificados como lacayos y traidores a la Patria. La necesidad de una Venezuela bien armada es fundamental, con los cuatro componentes de su Fuerza Armada bien equipados, con su millón o sus dos millones de reservistas, su Guardia Territorial y su preparación para la guerra asimétrica, a fin de estar en plena capacidad de enfrentar cualquier invasión, porque sólo así se puede garantizar su existencia como Nación independiente y soberana. Todo el respaldo popular a la política militar y las estrategias defensivas de la Revolución Bolivariana.

OLLANTA HUMALA A LA CABEZA, EN LAS ELECCIONES PRESIDENCIALES DEL PERÚ. Simplemente lo que se esperaba, dentro de este renacer popular, patriota, nacionalista, antiimperialista y antineoliberal que se extiende por Latinoamérica como una incontenible marea. El Pueblo inca, harto ya de gobiernejos entreguistas y represivos, de corruptos como Alan García, de genocidas como Fujimori, y de privatizadores neoliberales como Toledo, y decidido a no dejar la Nación en manos de la derecha reaccionaria y cuasifascita representada por Lourdes Flores, ha dado al líder nacionalista Ollanta Humala el apoyo necesario para encabezar los escrutinios de la primera vuelta. Por supuesto, la desesperación entre los sectores de la reacción peruana, de la derecha internacional, del imperio y sus lacayos, en fin, de todas las fuerzas oscuras que se oponen a los cambios sociales, se hace cada vez más evidente ante la inevitable derrota que vienen sufriendo en muchos países, y ante las consecuencias que estas derrotas van teniendo en la geopolítica continental y mundial. Prueba de esta desesperación es la agresión de que fueron objeto Humala y su esposa Nadine en el Centro Electoral donde les tocó, cuando una horda de escuálidos peruanos los insultó, los escupió y les arrojó objetos, y tuvieron que retirarse escoltados por un grupo de observadores de la OEA, entre ellos nuestro compatriota Jorge Rodríguez. Carajo, la “internacional escuálida” es igualita en todas partes, cómo se parecen los del Perú a los de aquí. Hasta el momento está claramente definida la clasificación de Humala a la segunda, en tanto Alan García aventaja a la Sra. Flores en el segundo puesto, pero esto no es determinante, porque el sistema manual de conteo aplicado en Perú requiere de por lo menos veinte días después de los comicios para dar resultados definitivos. En todo caso, lo importante es que estamos en camino de una nueva derrota del imperio.

LA DERROTA DE BERLUSCONI, OTRO MANDARRIAZO PARA BUSH. Ya es un hecho, aunque el capo mediático sigue pataleando gracias a la existencia del conteo manual también en Italia. Romano Prodi es, de hecho, el nuevo Primer Ministro italiano, y ya anuncia el retiro de las tropas italianas de Irak, en lo que significa un nuevo golpe contra la política imperialista de Bush. La derrota de Berlusconi es el resultado lógico de sus políticas antipopulares, neoliberales y de sumisión a los designios de la Casa Blanca, y es una demostración más de la acelerada decadencia de la influencia mediática sobre las decisiones ciudadanas. De poco le sirvió a Berlusconi ser un magnate mediático para evitar su derrota.

ABRIL 11 DE 2002, ARREMETIDA IMPERIAL CONTRA VENEZUELA. Aun están frescas en el recuerdo las imágenes de aquellos agresivos manifestantes, desbocados, llenos de odio inyectado por los medios privados, incitados por el sindicalero Carlos Ortega, dirigiéndose a Miraflores, “a sacar a Chávez”, a lincharlo, a acabar con la Revolución Bolivariana. No sabían, sin embargo, que el imperio y sus lacayos les habían preparado una emboscada, que eran esperados por francotiradores encargados de producir una masacre para luego culpar de ella al Presidente Chávez. Ocurrieron los asesinatos, y les siguió la manipulación por parte de la cloaca mediática privada. Entraron en acción los militares gorilas apoyándose en la masacre, en un hipócrita rechazo a unos hechos de los cuales eran cómplices. Finalmente, secuestraron al Presidente con el fin de tratar de imponerle la firma de una renuncia que jamás aceptó, en un claro golpe de Estado que después, valiéndose de temerarios leguleyerismos, pretendieron disfrazar de “vacío de poder”. Este golpe de Estado fue el resultado de la acción del imperialismo estadounidense contra un Proceso Revolucionario que afectaba sus intereses y frenaba la apertura petrolera conducente a la privatización de PDVSA y, por supuesto, a la entrega definitiva de la riqueza petrolera venezolana. Tal realidad había hecho “necesario” para el imperio el derrocamiento de Chávez y para ello había contado con la oligarquía local, la oficialidad cuartarrepubliquera desplazada, la clase política corrupta, la cloaca mediática privada y la transnacionalizada “meritocracia” de la vieja PDVSA, y utilizaba como masa de choque y carne de cañón a vastos sectores de una clase media desideologizada, egoísta y mediáticamente manipulada a través de alienantes matrices de opinión adversas al Gobierno. De hecho, tal golpe contra un Gobierno legítimo y con arraigo popular, sólo podía ser posible con el auspicio de un país imperialista como los Estados Unidos.

ABRIL 12 DE 2002, LA CANALLA ESCUÁLIDA MUESTRA SU PERVERSO ROSTRO FASCISTA. Se destapa la cloaca mediática privada en toda su dimensión, desde las 6 de la mañana, cuando Napoleón Bravo, lacayo favorito de Cisneros, comienza diciendo “Buenos días, hoy Venezuela amaneció distinta, tenemos nuevo presidente”, y luego miente al anunciar que tiene en sus manos la “renuncia” de Chávez. A partir de ahí sigue el desfile de la gusanera escuálida, a echar el cuento de la conspiración golpista, cual “héroes y heroínas” sacados de las oscuras páginas de la mussoliniana “marcha sobre Roma o de la hitleriana “noche de los cuchillos largos”. Corren las horas de aquel aciago día, entre allanamientos, asesinatos, represión al estilo del 27F, hordas escuálidas sedientas de sangre de bolivarianos, intentos de linchamiento como los sufridos por Tarek William Saab, Ramón Rodríguez Chacín, Ronald Blanco La Cruz, Florencio Porras Echezuría, y otros. En pocas palabras, la barbarie fascista de la derecha reaccionaria en toda su real y criminal dimensión y, como parte de ese cuadro, las hordas sifrinas de Chuao, El Cafetal y otras zonas de gente adinerada, arremetiendo llenas de odio contra la Embajada de Cuba Revolucionaria, incitadas por una cacareante dueña de ONG que vociferaba, “Están sacando de la Embajada maletines negros llenos de armas…!!!”

ABRIL 12 DE 2002, HORAS DE LA TARDE, UN DICTADORZUELO DE OPERETA LIQUIDA LOS PODERES PÚBLICOS Y LE QUITA A LA REPÚBLICA DE VENEZUELA EL NOMBRE DE “BOLIVARIANA”: Como a las 3 de la tarde se derrapó la cadena, de la TV privada, “desde Venezuela democrática”, con el dictadorzuelo Carmona Estanga “autojuramentándose” sobre un pedazo de papel, en el Salón Ayacucho del Palacio de Miraflores, de donde previamente habían retirado el cuadro de El Libertador Simón Bolívar: Chilló Carmona Estanga, “…como presidente de Venezuela, juro…”, etc., etc. Y luego del “juramento”, Daniel “considerando” Romero leyó el “decreto” que de un plumazo eliminaba la legalidad, la constitucionalidad, todo lo que Venezuela había construido en los tres años precedentes. Recordamos el cacareo de aquel payaso de circo cuando leía el decretucho carmonero, “…se restituye el nombre de República de Venezuela (quitándole la palabra BOLIVARIANA), se destituyen de sus cargos ilegítimamente ocupados…. a los Diputados principales y suplentes de la Asamblea Nacional, a los Miembros del CNE, a los Magistrados del TSJ, al Fiscal General de la República, al Contralor General, al Defensor del Pueblo, etc., etc.,…!!!”, mientras la canalla escuálida concentrada en el Salón gritaba histérica, “…democracia, democracia,…! Concluye el “acto juramentoso” y la “cadena democrática” de los medios privados, y se quedan los “ilustrísimos” asistentes para entregarse al siguiente “evento”, una orgía de aguardiente caro, escocés de 18 años, champaña, caviar, langosta, exquisiteces. Pero mientras la canalla se derrapa, el Pueblo venezolano toma la calle y de millones de corazones, de millones de gargantas, emerge un grito, arrollador, indetenible: No nos calamos a Carmona, queremos a Chávez ya…!!!

ABRIL 13, VICTORIA REVOLUCIONARIA, OTRA DERROTA DEL IMPERIO: Desde la noche anterior comenzó la movilización popular, en Maracay, frente a la 42º Brigada Blindada, frente a La Placera, con el General Raúl Baduel, en los barrios de Caracas, en Valencia, en toda Venezuela, como una marea indetenible que no iba a permitir que una pandilla de vendepatrias neoliberales se apoderara de la Nación para subastarla a las transnacionales imperialistas . Y esa marea humana se dirigió hacia la Brigada Blindada, hacia Fuerte Tiuna, hacia Miraflores, con el apoyo de los militares patriotas, La gusanera escuálida aun celebraba y se hartaba de caviar y aguardiente caro, mientras el dictadorzuelo se dedicaba a estructurar su espúreo “gabinete”. repartiendo cargos y prebendas. Y con la gusanera escuálida en pleno festín comenzaron a sonar los celulares, “epa, que para allá van miles de chavistas”, que “mejor se salen de Miraflores, porque no se sabe qué puede pasar” Y se produce entonces la gran estampida, a correr escuálidos, como las ratas, a abandonar el barco que se hunde. Cae la noche, llega la madrugada del domingo 14, los poderosos reflectores de los helicópteros de nuestro Ejército alumbran la Avenida Urdaneta, traen al Presidente Chávez, lo han rescatado de su prisión en La Orchila. Gana la Revolución, gana la Patria, pero la historia no ha terminado, el imperialismo y sus lacayos siguen conspirando, ocho meses después vendría el paro golpista, dos años más tarde la guarimba. Apenas hace una semana la canalla escuálida sufrió una derrota más, al desmoronársele la guarimba que intentaron utilizando como pretexto los monstruosos asesinatos de Sindoni, los niños Faddoul, Miguel Rivas y Jorge Aguirre, y ahora continúan pergeñando un sucio ucraniazo para las Elecciones Presidenciales de diciembre. El imperio, la canalla escuálida y la cloaca mediática privada han ido de derrota en derrota, pero no podemos bajar la guardia, porque si se llegan a adueñar nuevamente del poder acaban con el país.



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Fernando Key Domínguez


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