Los doscientos años del 19 de abril de 1810 fueron conmemorados por todo lo alto por pueblo civil y pueblo en armas en un evento que no tiene precedentes en las celebraciones republicanas.
Por primera vez un desfile incluyó la representatividad de los grupos tradicionales de la cultura venezolana en una sincronización y precisión interpretativas que no tuvo desperdicio. Cuando oigo las voces agoreras de las viudas opositoras ignorando este hecho sostengo que la ignorancia es pavosa. Negar la cultura, el conocimiento, es rayar en la torpeza. Es negarse a sí mismo. Solo recuerdo un acto similar en nuestra historia reciente y fue organizado por el poeta Juan Liscano Velutini, brillante intelectual, poeta y que como todos tenía su defecto y es que simpatizaba con los adecos ,pero aparte de ese detalle el poeta Liscano con grandes esfuerzos y la ayuda de la gente sencilla fue recorriendo los caminos polvorientos, empantanados e intransitables de la Venezuela de 1948 inventariando en caseríos y pueblos cuales eran los motivos religiosos, sincréticos que llevaban a nuestra gente a cantar, bailar y a andar en romería una vez por año para homenajear una deidad, un santo, un diablo o una diversión.
Presentó entonces una excelente muestra de nuestras manifestaciones culturales en el Nuevo Circo, el Poliedro de entonces, ante el pueblo de Caracas que por vez primera contemplaba los Diablos de Yare, de Turiamo, Danzas Wayuu, Sebucanes, Pájaros Guarandol, Lancha Nueva Esparta, Grupos de El Callao y otros de distantes confines de la geografía Patria. Esta meritoria labor de Liscano se vino abajo porque el 24 de noviembre de ese año 1948, el gobierno de los adecos presidido por el escritor Rómulo Gallegos fue derrocado por sus antiguos compinches de 1945. Pero eso es harina de otro costal y tema para otro escrito.
Fue ese entonces la primera muestra cultural venezolana organizada por el Estado para ofrecer a nuestros compatriotas el saber de nuestro pueblo. La otra, más completa, más actualizada la ofreció el proceso revolucionario en ocasión de los doscientos años del 19 de abril, en el Paseo de Los Próceres para rendir justo homenaje a los padres fundadores de la nacionalidad y de la continentalidad; de ahí que la presencia de delegaciones de numerosos países hermanos consolidó la propuesta mirandina y bolivariana de la Patria Grande.
Más de treinta agrupaciones tradicionales con sus vistosas coreografías, vestuarios y armoniosos sonidos arrancaron aplausos del Soberano que con fervor revolucionario se dio cita en Los Próceres. Quienes observamos los actos por televisión expresamos nuestro reconocimiento a los técnicos y directores del Sistema Nacional de Medios Públicos por el profesionalismo con que efectuaron las tomas televisivas desde diferentes ángulos para brindar una producción impecable y a la altura del Bicentenario.
Resulta que personajes como Baltasar Porras "solo vieron" un desfile militar. Tenemos que recordarle que la mentira es un pecado capital, al igual que la calumnia, la ira y el odio desdicen de quien se supone sea representante de Cristo en la Tierra.
Lo que les duele a los resentidos, a los que andan cargados de odio, es que la conmemoración del Bicentenario de 2010 le corresponde al pueblo de Venezuela. Pero es así, un acto de justicia ya que el protagonista de nuestra gesta independentista es nuestro pueblo, mestizo, pardo, mulato, cuarterón, blanco de orilla. Con orgullo. Así somos.
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