El pueblo venezolano durante estos primeros 16 años de Revolución Bolivariana ha profundizado su espíritu de soberanía e independencia. Quedó demostrado con su participación en la campaña “Venezuela no es una amenaza, somos esperanza”, logrando recolectar firmas, no sólo en rechazo a la orden ejecutiva firmada por Obama y a la exigencia de su derogación, sino para defender la soberanía de esta Patria que se unifica y fortalece aún más en medio de las dificultades.
La historia ha revelado que las órdenes ejecutivas han sido utilizadas constantemente por el gobierno estadounidense como precedentes para intervenciones militares, tal es el caso de Libia, Afganistán, Irak, o Panamá, Haití, El Salvador, por mencionar algunos, pues su propósito es atacar a aquellos pueblos que no se someten a sus intereses. El imperio norteamericano ha invadido 72 países en el mundo entero y mantiene desde hace varias décadas una política de intromisión en los asuntos internos de otras 19 naciones como el caso de la invasión silente en Colombia por la vía de las bases militares y el plan del mismo nombre. Estas intervenciones militares y económicas han dejado cantidades de personas asesinadas y desaparecidas, recursos energéticos y naturales saqueados, así como innumerables pérdidas monetarias.
Ahora bien, con Venezuela no ha sido diferente la cosa, el gobierno corporativista de Estados Unidos, ha pretendido apoderarse de este país y de sus riquezas a toda costa, pero la participación protagónica del pueblo venezolano y Chavista al momento de defender sus logros y su revolución, ha dejado claro dos aspectos: #1 que somos libres y lo seguiremos siendo y #2 que la revolución hoy está más sólida, con algunos problemas, es cierto, pero que los resolveremos en el marco de este proceso.
Lo otro es que hemos logrado profundizar el debate interno en el partido vanguardia del país, nuestro extraordinario PSUV, un debate que al margen de los conflictos nos ha permitido reunificar las fuerzas. Al punto que la torpeza de Obama nos dio la oportunidad de entender que más allá de las discusiones domésticas o bizantinas esta un proceso y que es necesario el reencuentro de las fuerzas Chavistas. Nos involucramos en la recolección de las firmas contra ese “obamazo” y le dimos con todo, al punto, que el inquilino de la Casa Blanca tuvo que retractarse en la Cumbre de Las Américas, en la que afirmó que Venezuela no era una amenaza. En consecuencia, qué torpeza la de Obama.
Sin duda, pueblo que lucha unido, no solo se mantiene unido, sino que sale adelante y derrota a cualquier adversario por más poderoso que sea. Sigamos dando la batalla hermanas y hermanos. Desde cada una de nuestras trincheras, leales al legado del comandante Chávez y allí, en el lugar que nos corresponda cual soldados, sigamos trabajando por una nación no solo libre, sino productiva y generadora de esperanza. Y uno no será el mejor político como dijo aquel, cosa que tampoco es necesaria para entender que debemos reencontrarnos en las coincidencias en aras de profundizar.
La militancia del Psuv, los partidos aliados, los consejos comunales, el Poder Popular y todo aquel que se considere absolutamente patriota, debe trabajar por la independencia definitiva, que nos permita desarrollarnos aún más y seguir derrotando las torpezas de Obama.
