5 de Febrero.-
Condenamos la agresión y la muerte de todo ser humano, como también
condenamos el uso abusivo del poder y la fuerza contra el desamparado,
justamente ese sentimiento nos ha impulsado en la vida y nos ha
comprometido incondicionalmente con este proceso de cambios, el haber
sido testigo y victima de tanto abuso, en la sociedad, que la mayoría de
los venezolanos queremos cambiar.
El tan tratado y maltratado problema de la seguridad, con tantos
expertos, presupuestos y peloteos de responsabilidades, termina acusando
a la propia víctima: la familia. Así ha servido de argumento a la
oposición para atacar al gobierno, siempre sospechamos que ellos mismos
tienen que ver con la proliferación de armas y drogas en nuestras
barriadas, a las cuales nunca las tuvieron en cuenta.
La lamentable baja de un efectivo de la Guardia Nacional, a manos de la
delincuencia, la noche del sábado 04/02/12, cumpliendo con su deber,
en la Urbanización Las Sábilas, al norte de la ciudad de Barquisimeto,
desató una incontenible represión contra todo habitante de ese sector,
por parte de ese Cuerpo de Seguridad, allanamientos indiscriminados,
destrozo de las puertas, de utensilios, muebles y arrebato de dinero o
algunas cosas de valor, con un odio o temor que realmente preocupa y que
inhibe a la víctima a denunciar el hecho.
Preocupa por muchas razones, es la nueva GN o aun perduran en ella la
política del terror, del abuso de su fuerza en contra del pueblo, de
ignorar todos los principios y valores de una institución de salvaguardar
la vida y los intereses del pueblo, preocupa porque generalmente en la
mayoría de los casos, los platos rotos los siguen pagando los inocentes y
los responsables ya alertados por tanto bochinche se han puesto a
resguardo, burlándose de ellos y de las víctimas inocentes.
¿Los organismos de inteligencia, no son capaces de detectar a los
responsables, atacar directamente a las organizaciones delictivas, sin
necesidad de sembrar el terror y la zozobra entre la gente honesta que
trabaja y trata de sobrevivir no solo a la delincuencia, sino a la represión y
también a un sinnúmero de penurias que sufrimos en esta humilde
barriada?.
¿Es que la muerte de un efectivo, repito que condenamos la muerte de todo
ser humano a manos de la violencia, acaso es lo único que los saca del
ostracismo e indiferencia con que toman las decenas de muertes inocentes
que a diario azotan nuestras comunidades? ¿A que se deben esos súbitos
resurgimientos de violencia y represión de ambas partes?, vivimos en un
estado de terror en los barrios, cuando no son los delincuentes, es el
aparato de los organismos de seguridad que en una ciega respuesta,
acomete contra las comunidades.
¿Siguen las instituciones deshumanizadas? ¿Persisten focos de corrupción
en ellas? ¿Les importa poco o nada los principios humanistas del
Proceso Revolucionario?, más, el carácter de Bolivarianas que le ha dado
la revolución, ¿son pueblo en uniforme? Si, así lo creemos, no por que
seamos unos perdidos soñadores de una revolución utópica para algunos
sectores, que aun no comprenden quienes son nuestros verdaderos
enemigos, si no por que aún rescatamos los principios que rigen a la
mayoría del pueblo y sus organizaciones en pro de todas nuestras luchas
por las reivindicaciones de justicia social, equidad e inclusión.
Hoy nos obligaron a vivir en un gheto (zona urbana donde viven personas de
un mismo origen aislados del resto de la sociedad), la GN cerró el
acceso y salida de vehículos a nuestra comunidad obligando a sus
habitantes a sufrir más penurias y angustias que las acostumbradas, la
razón pareciera ser la venganza y no la justicia, la gente teme la
llegada de la noche, cuando las fuerzas del mal, como los malos
instintos surgen.
Mas cuando en la tarde de hoy, se le sumó la Policía del Estado Lara,
subordinada al gobernador adeco, primero justicia y pepetista,
disyuntiva que no ha logrado dilucidar, Henry Falcón.
Hoy están siendo irrespetados nuestros Derechos Humanos, nos preguntamos: ¿hasta cuando?
Raúl Duran
Fundación Comunitaria Ezequiel Zamora
AnmclaLara
Las Sábilas, Barquisimeto. Estado Lara