Maracaibo la tierra del sol amada, y de las extorsiones, del contrabando, de policías corruptos y de mafias asesinas. Maracaibo con calles calurosas llenas de grandes huecos cicatrices de gobiernos ineficientes, con cerros de basura y alcantarillas desbordadas, calles abarrotadas de vendedores ambulantes y de carros mal estacionados, de semáforos carentes de respeto por choferes suicidas.
Maracaibo tierra de gentes que hacen lo que les da la gana, tierra sin cultura, del mal hablar y de tradiciones olvidadas. Tierra de una ilustre gaita silenciada por el fulminante e infernal sonido del extranjero vallenato, tus armoniosos tambores y charrascas ya no se oyen por aquellos noviembres y diciembres, ya solo se escuchan disparos perdidos en la noche, porque en tus tierras cualquier osado se pasea con una o dos armas en su cintura.
Maracaibo tierra del mal vivir, sin ordenamiento y de gobernantes ineficientes, donde cualquiera con un carnet rojo rojito, azul azulito, o con un uniforme verde verdecito es un corrupto que te está destruyendo Maracaibo, tu mi tierra que eras inmaculada y de calles nobles ahora estas desbordada de homosexualidad, prostitución, drogas y alcohol.
Maracaibo marginada y sin un real, y sin un paquete de arroz o harina que podamos comprar “legalmente”, tierra llena de supermercados abarrotados no de productos sino de pirañas que te guían al camino de la desgracia.
Maracaibo sin un zoológico o parque decente, sin teatros ni bibliotecas, Maracaibo sin salud, sin escuelas y sin un ápice de buenas intenciones. Eras tierra de ejemplares industrias y de bonanzas petroleras, ahora solo quedan cadavéricas ruinas de industrias moradas por fantasmas, no hay progreso, no hay futuro, solo pobreza, niños mendicantes y jóvenes pedigüeños aseadores de parabrisas asoleándose en semáforos.
Maracaibo eras tierra de vencedores ahora eres una tierra vencida y cansada acompañada por un pueblo de cansados y vencidos, eres victima de gobiernos ineptos y corruptos, mi tierra te han quitado todo, no te han dejado nada.