….Te quitarán casas, mujeres, carros, niños, niñas y sueños…

“Agárrense de las manos y a implorar que no nos terminen de arrebatar lo poco que nos queda. Esta dictadura se propone después del referéndum aprobatorio de la enmienda constitucional, quitarnos todo, incluidos los sueños.”

Esta cantaletita ha sido una constante en el mensaje opositor, con fiereza, en los últimos diez años. Lo grave es que han logrado aterrar a venezolanos, venezolanas y originarios de otras regiones del orbe que conviven con nosotros.

Se ha sugestionado de tal manera a incautos e incautas, que hay quienes han rematado pertenencias de toda naturaleza para irse al exterior, en una aventura en la que si pierden todo. En muy probable, es más afirmo que es así, que muchos de los que propagan esa especie han resultado compradores a precios de gallina flaca de muchos bienes de quienes emigran.

El daño causado trasciende a lo material, son los estados psíquicos que han provocado en personas, al punto que parecen sonámbulos, autómatas, iracundos incontrolables. Una cadena de acciones que se manifiestan en agresiones verbales y físicas; de marcada frecuencia, se observa en supermercados, colas para pagar servicios y en cualquier lugar dónde haya algún conglomerado humano.



Ahora, me pregunto y les pregunto :

¿Conoce usted a alguien, en los años de este gobierno, que le hayan quitado su casa, carro o alguna propiedad sin apego a la ley?

¿Conoce usted de un caso en el que hayan obligado a alguien a ceder espacio en su casa para alojar otras familias?

¿Conoce alguna persona a quien le hayan quitado su vehículo?

¿Qué caso conoce usted de familia alguna a la cual le hayan quitado la patria potestad de sus hijos?

¿Puede decirme de un caso siquiera de alguien a quien le quitaran su esposa, yo no se para qué?

Es que exijo un solo caso. Uno solito. Les doy tiempo para que consulten la respuesta con quienes le metieron semejante basura en la cabeza.

Este escribidor, si conoce de muchos casos en los cuales les han quitado todo, incluyendo los sueños.

¿Saben quienes son los primeros quita-casa? Estoy seguro que saben la respuesta y deben conocer muchos casos. ¿Verdad que si?

Los primeros y en casos muy numerosos que quitan casas son los bancos, sobre todo la banca hipotecaria. Los banqueros indolentes que inventaron el crédito mexicano y las famosas cuota balón, con las que se quedaron con más de un vehículo o si no obligaron a pagar hasta diez veces su valor, de las casas y apartamentos también.

Con la más cínica indolencia dejaron a la intemperie a centenares de familias de clase media e hicieron imposible el ingreso de los pobres al beneficio de un hábitat digno.

¿Y qué decir de la famosa crisis bancaria en la que le rasparon todos los ahorros a miles de familias venezolanas, con saldo considerable de infartados y muertos? Período presidencial del Dr. Rafael Caldera, 1994-1999. Ahí si que le quitaron los reales. ¿Y quién terminó pagando todo ese dinero? El gobierno socialista.

Les cuento: En 1992 el extinto Congreso Nacional aprobó, a la carrera, la Ley de Política Habitacional, tímida legislación para proteger a centenares de familias que sus casas o apartamentos habían sido rematados o estaban en vías de ello. Varios suicidios y colas en consultas psicológicas o psiquiátricas, engendraron las manos invisibles del mercado.

En cuanto a las mujeres: Confieso que no termino de comprender la historia de quitar las mujeres. Primero como si la mujer se limitara a ser un objeto, aunque tal parece que es así para una sociedad brutalmente capitalista. Lo que yo no entiendo es por qué si de verdad son sinceros no revisan el sentido y rol que le da esta sociedad consumista a la mujer.

Piense por un momento en la publicidad, en la pornografía, en la trata de blancas, ¿Hay alguna forma más burda y cruel de quitar a la mujer?

La impresión que tengo es que lo que realmente les molesta es que una legislación de avanzada y una práctica social profundamente humana, que exalte la dignidad de la mujer, que le de el sitial que se merece ante sí misma, ante su familia y ante la sociedad, la sustraiga de ser una mercancía; que se exhibe en las formas más degradantes, como por ejemplo ser objeto sexual de cinco hombres simultáneamente.

Ciertamente, en ese sentido y todos los otros que le degradan se les quitarán, porque en el socialismo se abre un horizonte de oportunidades y condiciones para el libre desenvolvimiento de sus capacidades, potencialidades. Sencillamente, ser mujer.

Con los niños y niñas el asunto es sumamente grave: De lo que se trata ahora es de rescatarles del mundo dónde los han sumido.

Y esto si es quitarlos, perderlos. Porque ¿Quién indujo a nuestra niñez al consumismo, a la droga, a ser víctimas de pederastia, del tráfico de órganos, de la mendicidad controlada por mercaderes de menores? ¿Y no será que más de uno de quienes andan propalando la especie están involucrados en algunas de las atrocidades de la interrogante anterior? O ¿Cuántos de los que andan multiplicando esa campaña terrorista no han sido tocados por algunas de esas calamidades? ¿Y esos dueños de medios, que no dudo en catalogar de psico-terroristas, en cuántas de ellas no estarán incursos? ¿No es suficiente con la porquería que transmiten o publican para causar daños severos en las nuevas generaciones de venezolanos? Lo más grave es que están concientes de ello. Se jactan de mantener alimentada la disociación sicótica, la infofrenia.

A la gravedad de esto se añade que muchos padres y madres, ya infectados de esas conductas desviadas, están induciendo a sus hijos e hijas a ser intolerantes, agresivos con quien no sea como ellos, ofensivos y groseros. Ya no rezan en la mesa para agradecer a dios, sino que maldicen.

Eso y todo lo anterior es quitarle los hijos y mal quitados. Cruelmente quitados. Despiadadamente quitados.

Y en haciendo lo que han hecho, también les arrebataron los sueños a la humanidad en general y a nuestro pueblo en particular.

El primer deber en una sociedad socialista es revertir todo esto. Es rescatar esa capacidad de soñar e imaginar un futuro posible, de armonía, de paz, de respeto a la naturaleza, de elevación de la condición humana.

Es un deber inaplazable, que debe arrancar de lo más profundo de nuestra conciencia y sentimientos. Debe desarrollarse una comunión estado-sociedad, estado-escuela, estado-familia, estado-comunicación e iniciar una arremetida fuerte el respecto.

Tengan la certeza que de quienes han engendrado ese temor no habrá rectificación. Pero si debemos iniciar una gran terapia, bien orientada, desde todos los ámbitos posibles.

Esa si será la auténtica vía de quitar todo, absolutamente todo, todo lo malo que han sembrado.

¿Quién tira la primera propuesta? ¿Qué aporta usted?

Y atención Ministerios del poder Popular para la Salud, Educación, Educación Superior, Deporte, Comunicación e Información; Universidades, Iglesias de distintos credos, Organizaciones Sociales, Intelectuales, Artistas, Jubilados, entre otros y otras: ¿Aceptan el reto de contribuir a que no nos sigan quitando casas, carros, mujeres, hombres, niños, niñas y sueños?

Bienvenidos a la construcción de una sociedad socialista.

rgustavogonzalezp@gmail.com


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Rafael Gustavo González Pérez


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