Muñequito con hilos cogió la vaina pa machomo

Sabroso este fin de semana. Es que viajé y cuando viajo escucho música de la buena, disfruto el paisaje, peleo con la choferesa porque ella se la da de Milka Duno (pero a lo desobediente); no obstante, a veces ella esquiva los baches de la carretera, lo que me alivia de pagar los platos rotos.

Lo de sabroso incluye también apetitosas empanadas, y otras exquisiteces pero, no fue posible una buena arepita de chicharrón y eso me malhumoró al extremo de que se me subió la tensión, así que tuve que apelar a un buen y apropiado trancazo, para recuperar el frágil e inestable equilibrio del que soy prisionero.

Celedonia quería que yo fuera sastre y en cierta manera la complací porque soy un desastre, no sirvo; me pega esa tan buena de Nat King Cole: “…voy por el mundo cruel / de fracaso en fracaso / toco las puertas del cielo y nunca traspaso / vencido y cansado de tanto sufrir /… (ñxcz876&zkjcvyetc).

Pero, al grano de trigo.

Capriles -ese fardo a las espaldas de Ramos Allup y de Aveledo- arde en las brasas de ese suplicio chino al que fue despiadadamente echado, casi nada, contender nada menos y nada más que contra el formidable Zoon Politikón que es Chávez.

En tanto que muñequito con hilos y sólo muñequito con hilos, no menos ni más, Capriles quede excento de considerar, así que vayamos a la médula de la vaina y es que quienes manejan los hilos, en vista del sonado fracaso del intento de apoderarse de PDVSA y de la Faja Petrolera del Orinoco, hoy por hoy claman porque el gobierno revolucionario meta la pata y victimice al tal Capriles; de ahí las provocaciones contra la FANB.

En vista del irreversible fracaso electoral de Capriles, a la fuerza enemiga no le queda más recurso que intentar provocar una victimización del sujeto y es por lo que ya entraron en una fase de provocaciones para que metamos la pata y les facilitemos una excusa para que ellos se retiren de la contienda electoral.

No obstante, lo que hay que hacer es sustanciar y sustanciar y sustanciar y más, hasta que sea apropiado cobrarle al tal Capriles, sus abusos contra la Fuerza Armada Nacional Bolivariana.

Mas, mientras tanto, hay que pulsearlo y obligarlo a que se dore en su propia salsa, tal como los militarotes de Plaza Altamira.

Ya el pueblo cogió a Capriles pa´ machomo, de rochela.



oceanoatlanticoguillermo@gmail.com




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Guillermo Guzmán


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