Es innegable puesto que no lo pueden desmentir, pero resulta que entre William Ojeda y Miguel Ángel Rodríguez tienen la estrategia personal de disputarse cada uno en el seno de la fracción opositora, de los micrófonos, las cámaras y los reflectores, todo con el propósito sutil de desplazar a Edgar Zambrano de la jefatura de la fracción, ya sea de forma velada o abierta, en el ejercicio de sus funciones.

En verdad no la tiene fácil Zambrano ante tantas y tantos silvestres y floridos insurrectos televisivos; por su parte, la directiva de la Asamblea Nacional tiene que velar con ojo de cazador o vendedor de joyas en Sabana Grande, puesto los diputados y diputadas de oposición violan el reglamento de debate, entran y salen del recinto, se incorporan el suplente sin la formalidad del caso y los que se van de la sesión como los que asumen inconsultamente, todos y todas orgásmicas y orgásmicos se dan tremendo discursos contra el gobierno e inmediatamente llaman por celular a sus panas preguntándoles si los vieron por la televisión.

Pero la verdadera disputa soterrada está entre Miguel Ángel Rodríguez y William Ojeda, todo el epicentro analítico opositor está allí, ellos están pulseando debajo de la mesa de la unidad, tienen horas de vuelo en lo que a medio de comunicación televisivo se refieren, saben de maquillajes, de reflectores, de seguir un guión, saben hacer los pases para los anuncios de publicidad, saben de escenografía, de elocuencia, de una supuesta “espontaneidad”, de amenizar y entretener a la teleaudiencia, pero no saben hacer pensar y menos sostener un argumento fundamentado que no sea las frases preconcebidas y grandilocuentes de un libreto mal concebido y mal hecho.

No es de extrañar que Miguel Ángel tenga ya hipo de tantas carcajadas, los ojos llorosos y moqueando al saber que han defenestrado al “loquito” de Ojeda al “loquito de liceo” como le dicen de la Vice Presidencia de la Comisión de Culto y Régimen Penitenciario.

Ahora causa inquietud cuáles jugada(s) tendrá Ojeda para que los micrófonos, las cámaras, los reflectores, no se centren ahora solamente en Miguel Ángel Rodríguez. Estos maniáticos del egocentrismo hay que verlos por lo que hay que coger palco para desentrañar cuáles serán sus próximos pasos.

Ya veremos a Henry Ramos Allup y a Teodoro Petkoff ponerlos en su santo lugar para que sean serios! Ya que ellos lo son y mucho! puesto que apenas se corre en los pasillos de la Asamblea Nacional que van a declarar o piden la palabra Miguel Ángel Rodríguez y/o William Ojeda en las sesiones y ya todos los y todas las periodistas los toman a guasa ya que ponen en tensión las conexiones con sus respectivas emisoras, preparan sus libretas, sus celulares para mandar avances y con dichas informaciones todo se queda en un bluff informativo decorado con refritos que no da ni para titular una nota de relleno.

Igual pasa con Julio Borges que con lugares comunes como lentejuelas, reactivo siempre y pensando que le está hablando a tarados mentales, da su “rueda de prensa” dominical vertiendo su mugre espiritual.

El talante democrático de los y las diputadas de la oposición queda al desnudo ya que como saben que no pueden hacer lo que le venga en gana ante la mirada escrutadora de la Directiva de la Asamblea, además ante los análisis de diputados rojos y la opinión pública nacional, entran en desencantos, en frustración y ahora como si fuera un capricho personal y burlándose de sus propios electores y electoras, burlándose de las reglas democráticas aspiran ahora a ser Alcaldes y Alcaldesas porque allí si son jefes y hacen lo que les venga en gana.

Cuál concepto de democracia tienen, es curioso, verdad? Es un misterio no develado.

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