La ignorancia o la maldad de un Director de Diario

He leído recientemente el editorial de un periódico venezolano (1)
perteneciente a la cadena de Diarios de las Américas (2) del cual
resaltan varias mentiras que me han obligado a comentarlas, sobre todo
porque perjudican a la Nación y a la Patria Grande, donde estamos
todos, nuestras familias, hijas e hijos, abuelos y abuelas, nietas y
nietos, madres y padres, en fin todos.

La responsabilidad del contenido del editorial es del Director, lo
haya escrito él o no, sea información cierta o falsa. Esta falsedad
puede estar dada por ignorancia o por maldad. Conociendo como piensa
ese director me inclino a pensar más en la intención malsana del autor
que en el desconocimiento lo que dio vida a ese escrito, al que
inmediatamente me referiré.

Según ese editorial titulado “Guyana y Venezuela”, “la política
exterior del Gobierno bolivariano se parece a un agujero negro. Nadie
sabe hacia dónde va ni que se propone”. Esta afirmación del
editorialista busca crear incertidumbre en los lectores basándose en
una falsedad que se puede demostrar hasta con las propias noticias y
comentarios sesgados y tendenciosos que a diario publica su propio
periódico. De manera que lo del “agujero negro” parece más un
expresión racista y discriminatoria que una argucia literaria.

Todos los días, desde la mañana hasta la madrugada, en la mayor parte
de los medios de comunicación de Venezuela, los temas noticiosos o de
opinión vinculados a la gestión del Gobierno de Venezuela con diversos
gobiernos o instituciones en el mundo son tan constantes como profusos
y diversos.

¿En qué mundo vive este director que afirma que “nadie sabe qué piensa
(el Gobierno) de las relaciones con el mundo”? ¿No sabrá el pueblo
bolivariano, consciente y decidido, qué piensa su gobierno sobre la
integración latinoamericana? ¿Sobre el Alba o Unasur?¿Sobre los
bombardeos de la Otan a Libia? ¿Sobre la crisis financiera y las
protestas en Europa contra los recortes sociales? ¿Sobre las amplias
perspectivas de las relaciones con China? ¿Sobre las agresiones
económicas y mediáticas de EEUU contra Venezuela?. Por supuesto, se
encontrarían a millones en este país que le explicarían a este
pseudoperiodista, editorialista amarillista, con lujo de detalles qué
piensa el Gobierno bolivariano de las relaciones con el mundo, tanto
de ese mundo de explotación, crisis y guerras que defiende el
editorialista como de ese nuevo mundo que nace signado por el
socialismo y que está aportando importantes soluciones a los problemas
de las grandes masas.

La construcción de casas para los necesitados a través de la Gran
Misión Vivienda Venezuela a donde se articulan China, Rusia, Irán y
Bielorrusia entre otros países, con mucha fuerza, o la Misión Agro
Venezuela con la que colabora Cuba, Argentina, Brasil, Irán, China,
entre otros países, implican miles de proyectos en ejecución en los
que se involucran cientos de miles de venezolanos de forma consciente
y amena, por citarle solo dos Misiones de las más de veinte en favor
del pueblo.

¿Por qué entonces este pseudoperiodista agrede a ese pueblo
trabajador, al ignorarlo y decir que “nadie sabe qué piensa (el
gobierno) de las relaciones con el mundo”. ¿Qué carrizo va a pensar el
pueblo?, señor director, si no es que ese mundo amigo es bienvenido a
Venezuela.

Precisamente, es aquí donde está parte de la urgente motivación que
mueve al editorialista, opuesto desde hace muchos años a la extensión
de los servicios gratuitos de salud, educación y recreación, o de los
servicios de capacitación agropecuaria para el pueblo venezolano, en
donde toman parte con mucha pasión los colaboradores cubanos, chinos,
rusos, iraníes o argentinos.

No es casual entonces que ese editorial abogue por “un cambio de
gobierno” para que “de esas relaciones” no quede nada. Con ello
demuestra el director que su apego a la oligarquía caraqueña es tan
fuerte que llega hasta preferir el genocidio de su propio pueblo, como
estaba ocurriendo en la IV República hasta que llegó el Comandante
Presidente Hugo Chávez en 1998 y “mandó a parar” y con los proyectos
transformadores le ha propinado “un parao” a la ignominia capitalista
que la mantiene en pleno shock, de ahí su desespero y el uso de las
mentiras porque las verdades están del lado bolivariano.

Por supuesto, la inicial falacia esgrimida en el editorial es la
premisa principal del director para decir más adelante que “el agujero
negro de la política exterior se ha hecho demasiado patético en el
caso de Guyana...”. Y aquí valga reconocer en este tipo de
razonamiento inductivo, es decir generalizar lo que puede ser una
particularidad, es empleado frecuentemente por este tipo de opinadores
alejados de la realidad con el fin de confundir a los lectores o
mantenerlos en la ignorancia respecto a la realidad.

Pero tampoco es una verdadera particularidad. He ahí un ejemplo de la
construcción de una “mentira mediática” de las cuales recientemente se
hizo el foro en el CELARG. Es una mentira porque a lo largo de los
últimos años los gobiernos de Venezuela y Guyana han dado pasos
importantes en el fortalecimiento de las relaciones bilaterales y
multilaterales, y de ello han dado cuenta los medios públicos de
comunicación como son la Agencia Venezolana de Noticias, Telesur,
Venezolana de Televisión, Radio Nacional de Venezuela o la Radio del
Sur que no están de espalda a la realidad como lo están muchos de los
medios privados, entre ellos este diario que publica el editorial
referido.

¿Cómo se atreve a decir este señor, a tono con lo que declara el
terrorista de Estado USA Roger Noriega, que “los intereses
permanentes de la nación no cuentan ni están presentes en este tipo de
relaciones”? ¿Es que para él “los intereses permanentes de la nación”
son los de los monopolios y transnacionales y no los del pueblo que
son los verdaderos beneficiados de esas relaciones con el mundo que
sostiene el Gobierno bolivariano?

¿Cómo puede este director promotor y exaltador del golpe de Estado del
2002 decir en el editorial que la Unasur “es un club de mutuas
complacencias” faltando el respeto a los doce gobiernos suramericanos
que con tanto entusiasmo crearon ese organismo multilateral y a sus
pueblos que depositan en él sus esperanzas de redención? ¿Será por
ello que este dictadorzuelo de la promiperialista cadena Diarios de
América dice que “Unasur es un paso atrás”?.

Claro, Unasur es un obstáculo para que las oligarquías
latinoamericanas puedan seguir vendiendo los recursos naturales y
riquezas de los pueblos a las transnacionales y al Complejo
Militar-Financiero-Comunicacional de EEUU como lo hicieron en décadas
pasadas.

Por ello, es que se debe reconocer en ese escrito que tanto lo general
que allí se afirma, como lo particular, son falsedades y quien parte
de premisas falsas llega a conclusiones y pronósticos también falsos.


(*) Email: wongmaestre@gmail.com
Twitter: @ProfeWong


(1) Diario El Nacional, dirigido por Miguel Enrique Otero. Editorial
del 21/9/2011.
(2) Cadena de Diarios de América conformada por once periódicos de
América Latina, punteros del perfil editorial trazado por el
Departamento de Estado y el Pentágono de EEUU. Ellos son: La Nación
(Argentina), O Globo (Brasil), El Mercurio (Chile), El Tiempo
(Colombia), La Nación (Costa Rica), El Comercio (Ecuador), El
Universal (México), El Comercio (Perú), El Nuevo Día (Puerto Rico), El
País (Uruguay) y El Nacional (Venezuela).


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Ernesto Wong Maestre (*)


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