Advertencia imperial

Con la agresión al pueblo Libio, estamos presenciando la reunificación de los viejos y nostálgicos imperios, con el imperio hoy dominante. Italia (que tal vez rememora el Grandioso Imperio Romano); España; Francia, e Inglaterra, hoy se arrastran ante el nuevo amo mundial, para revivir sus glorias pasadas cuando se apoderaron de las riquezas de las naciones de Asia, África, Oceanía, América, y parte de Europa, cometiendo todo género de atropellos contra la vida y cultura de los pueblos conquistados.

Hoy, cuando se vislumbra el fin del capitalismo salvaje, fruto del fracaso de la Teoría Neoliberal, la jauría imperial se une para tratar de impedir la debacle apoderándose de los recursos mas importante, para mantener en pié un aparato industrial acostumbrado a dilapidar energía con tal de mantener la oferta de productos que necesita una sociedad consumista, sin importarle la contaminación que amenaza la vida en el planeta tierra.

El petróleo almacenado en el norte de África es un botín demasiado tentador para los viejos imperios.  El que les llega de sus socios del Mar Rojo, y del Golfo Pérsico, parece que ya no le es suficiente y hay que ir por el de dos países, muy cercanos a ellos, como son Argelia y Libia, pensando que con este aporte,( prácticamente gratis), de energía van a salvar sus maltrechas economías, a la vez que destruyen la OPEP.

Es vergonzante para la dignidad humana presenciar como el IMPERIO, unidos los viejos y los nuevos, manejan a su antojo a la opinión mundial, como mas de 5.000 millones de personas son manipuladas por los medios internacionales para justificar las invasiones  imperiales, y para ellos se fundamentan en decisiones de organismos creados para cohonestar las pérfidas acciones del imperialismo contra las naciones más débiles. Este, siempre ha sido el papel de la ONU, de la OEA y demás organismos afines. Hoy le tocó a Ban ki Moon, Secretario General de la ONU, justificar y ordenar el  genocidio sobre el pueblo libio, como hace poco le tocó a Insulza, Secretario General de la OEA,( latinoamericano para vergüenza nuestra) , avalar la entrega de  Honduras al fascismo.

Al efectuarse la reunión del Consejo de Seguridad de la ONU, quedó al descubierto la farsa montada por los Estados Unidos y la hipocresía de algunas potencias que ingenuamente habían sido consideradas, por los revolucionarios, como amigas de los países que luchan por sacudirse el yugo del Imperio. China y Rusia , de quienes tuvimos la ilusión que podían ejercer su derecho a veto y así evitar la invasión, despojo y masacre de la nación libia; se hicieron  los locos y se abstuvieron, dándole así luz verde a la aventura Imperial. Esta actitud tiene una explicación lógica: China, segunda potencia  mundial, es el principal socio comercial de los Estados Unidos, hacia donde se dirige el mayor porcentaje de la producción exportable de ese país. Igualmente, los chinos son los mayores acreedores de los Estados Unidos, por lo que la dirigencia china está pendiente de la salud de la economía de su socio, y hará cualquier sacrificio por su recuperación; no pueden darse el lujo de que su principal mercado se le venga abajo.

Por otro lado, China es un país capitalista empeñado en ocupar el lugar de primera potencia mundial en el transcurso de la primera mitad del presente siglo. En dicho país existen actualmente más de cinco millones de empresas privadas,  las franquicia mas importantes del mundo, y las principales industrias son empresas mixtas donde el Estado Chino posee mayoría accionaria. En el aspecto político la cúpula del Partido Comunista, donde prevalecen los líderes militares, ejerce un feroz control sobre la sociedad, reprimiendo cruelmente cualquier intento de disidencia, e imponen comisarios políticos en todas las fábricas. No existen sindicatos y los trabajadores laboran en condiciones esclavizantes. Los procesos electorales son desconocidos por la mayoría de la población, ya que éstos sólo se realizan, entre ellos, para las elecciones de los dirigentes del llamado” Partido Comunista Chino”.

La actual China, que conserva gran parte de su Gloria Imperial, siempre ha actuado en función de sus propios interés; cuando invierten en otros países, principalmente en los subdesarrollados, solo lo hacen si el negocio los favorece, no llevados por el afán de ayudar a estos pueblos a lograr su propio desarrollo y sacudirse de la explotación Imperial. Actúan en forma idéntica a la práctica de las potencias imperialistas. Recuérdese que cuando la CIA  asesinó a Allende, en 1973, la mayoría de los países rompieron relaciones con la dictadura de Pinochet; el Gobierno Chino no lo hizo y en cambio lo apoyó hasta el final. ¿ Podía este régimen contradecir la orden gringa?.

El caso de Rusia, es igualmente patético, este país está tratando de volver a tener la influencia que logró ( a costa de 20.000.000 millones de muertos) al resultar vencedores en la Segunda Guerra Mundial, y le permitió ser la fuerza de contrapeso a las políticas del Imperio Capitalista. Al producirse la caída del Socialismo Real, a causa de la corrupción desatada en la cúpula del Partido  Comunista Soviético, que ocasionó el revisionismo de Gorbachov y la compra, por parte de la CIA, del borracho Yeltzin ( se presentó disfrazado de vaquero en la casa de campo del Presidente de los Estados Unidos,), la nueva dirigencia rusa está empeñada en borrar todo recuerdo de Marx, Lenín , Stalin; y todo lo que huela a socialismo. Llegaron a los extremos de cambiar los nombres de las ciudades heroicas, Leningrado; Stalingrado, por los nombres que tenía en el Imperio Zarista. Hoy, ese país capitalista, plagado de mafias, corrupción, prostitución y demás males propios del sistema, está gobernado por una red corrupta que trata de imponer un neozarismo, con Vladimir Puttin a la cabeza. Entonces es comprensible que su representante no ejerciera su derecho a veto y se abstuviera para, con su ambigüedad, seguir engañando ingenuos.

Los pueblos que luchan por su liberación, sobre todo los de América Latina, deben estar claros que el mundo sigue siendo, hoy más que nunca, unipolar y que no podemos esperar ayuda de potencia alguna para obtener nuestra liberación del yugo Imperial; nuestros verdaderos aliados están aquí, muy cerca, y que solo consolidando la unidad de los pueblos explotados de nuestra América podremos ser libres y evitar la depredación de nuestros recursos naturales por parte de las potencias imperiales.  

   Cumaná, 22 de marzo de 2011

jabarim@cantv.net



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