LA HABANA / NOVIEMBRE 2012 / El
gobierno de Juan Manuel Santos no lo quiso, pero no pudo impedirlo. La
guerrillera holandesa Alexandra Nariño arribó al aeropuerto de José
Martí el lunes 5 de noviembre y causó gran movimiento en la prensa
internacional.
Muchos de los periodistas tocaron el
portón donde están albergados los integrantes de la Delegación de Paz de
las FARC en la Habana, sobre todo los reporteros holandeses que han
sido enviados a Cuba, casi rogando para que pudieran entrevistar a la
guerrillera que ha sobrevivido asaltos de los “Comandos Junglas” o
fuertes bombardeos.
Ha sido víctima ella por las mentiras y
manipulaciones de los mismos medios de comunicación holandeses o de
otros países que ahora con la sonrisa ancha dicen que han sido siempre
defensores de ella. La hipocresía florece ahora como nunca.
Delgada y con una contextura que
impresiona, si tomamos en cuenta que la mochila contiene el mismo peso y
contenido como para un paracaidista, todo lo necesario para poder
sobrevivir en la selva. Y subraya que no es tanto el sacrificio físico
que es lo duro, sino lo psíquico.
Con la llegada de Alexandra también
comenzó el terrorismo mediático. El Tiempo de ayer domingo, ya tiene la
primera entrega de esa guerra psicológica que tantas veces ha sido clave
para sabotear un proceso de paz en Colombia.
Titula el diario de los Santos; “El lado oscuro de Tanja, la holandesa de las Farc”,
sacudiendo el polvo de los viejos archivos de la inteligencia militar
colombiana y de la CIA, intenta cuestionar esta guerrillera que se
incorporó a las filas guerrilleras para combatir un estado reconocido
mundialmente por su terrorismo de estado, aniquilando a toda oposición
civil y legal.
![]() |
Así comienza la guerra mediática, y hasta nos robaron la foto. . . |
Como si fuera poco, el diario de los
Santos incluso publica una foto de ANNCOL y de este reportero, que era
el único periodista en la llegada de Alexandra a la Habana, cortando la
foto para quitar el sello de “ANNCOL”, dando la autoría a la agencia
francesa AFP.
Con Alexandra conversamos e invitamos
para que veas y escuches una internacionalista que los mismos gringos
quieren tapar la boca, y ella solo se ríe sobre esa amenaza.
A continuación Transcripción de la entrevista, disponible aquí en VIDEO:http://www.youtube.com/watch?v=P58SKI5dBYA&feature=share&list=UUD-CrDORRxvPMxLcOMqJCcA
Dick Emanuelsson (DE):
Estamos en La Habana siguiendo las
conversaciones en este Diálogo para la PAZ en Colombia. Una, entre todos
los guerrilleros, alcanzó mayor fama para la prensa nacional e
internacional, estamos hablando de la compañera Alexandra Nariño.
No es colombiana, es internacionalista
de origen holandés y su caso es como fue el de muchas delegaciones
internacionales en la década del ’30, mediados del 30, que
se fueron a España como brigadistas internacionales para defender a la
República española del fascismo que estaba resurgiendo en todo el
continente europeo. Fascismo italiano, alemán y claro, también el
fascismo español representado por el generalísimo Franco.
![]() |
Integrantes de las Brigadas Internacionales que venían de todo el mundo, también de Colombia, para luchar por la República española contra el fascismo y el general Franco. |
¿Cómo te sientes, Alexandra, dejando
la tierra, la selva colombiana, la montaña? Han pasado 10 años desde que
tu te incorporaste a las filas guerrilleras y has sobrevivido, también
de manera impresionante, a varios bombardeos de la aviación colombiana
sobre campamentos guerrilleros.
Y a propósito, esta mañana leímos en
el diario El Tiempo, de Santos, donde el propio presidente no habla de
la paz sino que habla de la Fuerza Aérea Colombiana (FAC) en su
aniversario 93 y que va a comprar más aviones de
guerra. Más drones, aviones sin piloto y es un poco raro ya que estamos
en los inicios de un proceso de paz.
Cuéntanos un poco cómo han sido estos
10 años de tu vida, cómo viviste este cambio brusco y cuáles son las
razones que te impulsaron a integrarte en esa lucha.
Alexandra Nariño (AN): Yo
vine a la guerrilla colombiana prácticamente por una coincidencia. Vine
a Colombia a hacer una práctica para la universidad y escogí a Colombia
casi por casualidad. Yo pienso que de cualquier forma, si no hubiera
terminado luchando en Colombia, hubiera terminado luchando en Holanda,
en España, en cualquier país del mundo. A todo el mundo le parece tan
raro que una muchacha venga a Colombia y yo pienso que el mundo con sus
países como tal ya no existe. Es un mundo globalizado gobernado por
multinacionales, grandes corporaciones, entonces yo pienso que la lucha
de los pueblos contra ese capitalismo globalizado también requiere eso.
Pienso que yo no soy ninguna excepción aunque los medios quieran hacer
creer que si, al irme a luchar a otro país. Creo que no importa adonde
se nazca o adonde se muera, importa donde se lucha. Pienso que la
consigna del CHE está hoy más vigente que nunca
DE: Se cuestionan que
es una holandesa que viene a luchar a las selvas colombianas y eso es
algo que también fue bastante cuestionado en la prensa holandesa.
AN: Si, yo pienso que
eso corresponde a una agudización de la lucha y estoy hablando más que
nada de la lucha mediática. Leyendo los diarios del Che o leyendo su
biografía veo que tenemos muchas cosas en común.
DE: El Che era
argentino pero se fue a luchar con Fidel y con Camilo Cienfuegos a Cuba y
luego siguió su tarea internacionalista y se fue al Congo, en África y
termina en Bolivia, pero sigue su lucha de forma interna en cualquier
lado. Y se puede ver en todas partes como está encendida la cosa del
Che.
AN: Si, pero yo pienso entre otras cosas que el Che ha sido atacado
bastante. Hay páginas en Internet en contra de su lucha, o sea del Che
como ejemplo de lucha revolucionaria. A lo largo también vemos que se ha
convertido en algo comercial, lo cual no es justo.
Yo pienso que la lucha revolucionaria
del Che es una cuestión internacionalista y los pensamientos que él
tenía tan claros los llevamos todos los internacionalistas en el
corazón.
El Diario de Alexandra
DE: En el primer
bombardeo que tú viviste en los años 2004 ó 2005 dejaste también tu
diario que luego fue manipulado y se convirtió en un arma psicológica
contra el movimiento fariano. Cuéntanos un poco sobre eso, porque lo que
salía en ese diario los militares empezaron inmediatamente a
traducirlo.
AN: Primero que todo
ese diario no fue cogido después de un bombardeo sino después de un
asalto. Pero es cierto, allí quedó mi diario y yo en esa época ya tenía
como dos o tres años en la guerrilla. Usted se imaginará que el proceso
de una persona que viene de Holanda y que ingresa a la guerrilla
colombiana no siempre es fácil, entonces yo todo lo escribía en mi
diario, en holandés.
En ese diario yo digo 6 ó 7 frases
negativas, de personas que no me caían bien o que hacían cosas que a mi
no me gustaban. Esas 6 ó 7 frases, en todos los medios, les montaron una
manipulación mediática y eso se convirtió en la punta de lanza de una
gran campaña mediática. Yo pienso en esa época y recuerdo que fue para
mí una época muy feliz, yo no puedo decir otra cosa.
En esa época tuve mis primeras
experiencias militares, las primeras experiencias como guerrillera, no
puedo decir que fue fácil, pero si, muy interesante el proceso.
DE: Si, porque algunos europeos tienen una
interpretación bastante romántica de la vida guerrillera, pero la vida
en la montaña no es nada fácil. Cuando uno pregunta a algunos compañeros
que han ingresado a la guerrilla desde la ciudad dicen –¡Uy, eso es muy
duro en verdad! Así lo aprendieron al caminar con la mochila de 20 ó 30
kilos, el fusil de 6 ó 7 kilos. Me imagino que
viniendo de una vida como la de Holanda y empezar a hacer fila india
allí en las trochas en la selva colombiana eso es duro ¿no?
AN: Si eso es duro, digo que la parte física es dura pero para mí no ha sido lo más duro. Yo pienso que uno con meterse en psicología y meterse en moral, con
lo físico puede hacer de todo. Lo que para mí ha sido más difícil es
que cometí el error de pensar que la guerrilla era perfecta. Una
guerrilla campesina, comunista pero uno llega y se encuentra con pueblo.
Ahí hay campesinos que llegan a la guerrilla con todos sus defectos y
traen vicios de la sociedad civil y eso chocaba conmigo. Fue lo más
difícil para adaptarme. Yo en esa época no tenía el entendimiento como
para comprender a la gente, cómo había sido su vida antes de ingresar y
para ese proceso de entendimiento he precisado varios años.
DE: Y cuando llegó la
ruptura del proceso de paz, porque tú te incorporaste en San Vicente
del Caguán mientras estaba el proceso con Pastrana y cuando llegó, en
febrero de 2002, la ruptura de ese proceso de paz cuánto tiempo llevabas
tú dentro de las filas. Y quizás hubieses tenido más tiempo para pensar
en ese paso drástico.
AN: no, eso no es cierto, eso lo dicen todos los medios pero yo nunca he estado en el Caguán.
DE: yo pregunto. . .
AN: Yo nunca he
estado en el Caguán, yo cuando vine por primera vez a Colombia se estaba
dando el proceso de paz y escribí mi tesis sobre el proceso y sobre el
gobierno y las FARC.
Luego volví a Holanda y tenía muchas
ganas de conocer la zona del Caguán pero como ya estaba que se rompía
decidí no ir por peligro, esas cosas que uno piensa.
Fue allí que cuando volví a Holanda,
escribí mi tesis sobre las FARC que me ayudó bastante para conocer la
historia, sus orígenes. Me quedé en Holanda y no estaba pensando en
volver para Colombia, tenía ideas revolucionarias en la cabeza, quería
luchar contra el capitalismo, el neoliberalismo, pero de alguna manera
como había recibido educación política en Colombia yo no me hallaba en esa lucha política en Holanda.
No me hallaba porque, por ejemplo, nos
poníamos a vender periódicos en la calle, a la gente en Holanda y eso
es un poco como que no pega. La gente vive bien allá con su
socialdemocracia. Entonces, pensaba que Latinoamérica es un centro de
lucha en el mundo.
Colombia, dentro de ese centro de
lucha tiene el movimiento más grande del mundo y ahí pensaba que me
quería ir para Colombia, pero no pensaba en ingresar, ni en trabajar en
la guerrilla. Pensaba “yo quiero ver como los colombianos van a hacer la
revolución”. Fue allí que pensé en venir a Colombia.
![]() |
En la llegada a la Habana, Cuba para integrarse con la delegación de las FARC-EP. |
DE: Tu tenías un
profesor en la zona cafetera, en Caldas o por allá que más tarde te
diste cuenta que trabajaba en las milicias de las FARC. ¿Él te orientó
bastante para que tuvieras más información, más conocimiento sobre el
movimiento armado?
AN: Sí, pero yo tengo
que decir en ese aspecto que aunque el no estuviera allí yo estaba
buscando, de todas maneras, buscaba respuestas que no tenía. Antes de
llegar a Colombia yo nunca me había interesado en
política, ni por revoluciones, tenía, sí, sensibilidad social pero no
iba más allá de eso. Pero cuando llego a Colombia y veo las noticias, la
televisión, los ataques de la guerrilla, me empecé a interesar sobre el
por qué de la intervención de la guerrilla. Empecé a hacer preguntas y
las respuestas que me daba la mayoría de la gente en el colegio donde yo
trabajaba no me satisfacía. Entonces, por suerte me encontré con ese
personaje que sí supo darme contundentes respuestas que a mí sí, me
satisfacían.
Yo me le iba acercando porque pensaba
que esa persona me podía ayudar en las respuestas que yo necesito. Es
una persona crítica de la realidad colombiana, no es una persona que
solamente habla mal de las FARC sino que es una persona que sabe dar
explicaciones sobre la existencia de la guerrilla, del porque de la
lucha armada. Me ha ayudado bastante en el entendimiento.
DE: Entonces ¿en qué año te incorporaste a la lucha guerrillera?
AN: Empecé a trabajar
con la milicia en Bogotá en diciembre del 2002 yo creo. Estuve unos 6
meses trabajando allí cuando después me dan la opción de quedarme
estudiando en a la ciudad o que vaya al monte. Me dan un curso de 6
meses, eso habrá sido en abril de 2003 y yo dije que quería conocer el
monte también. Porque entre otras cosas tenía muchas dudas todavía. Es
muy difícil de un día para el otro cambiarle la visión a las cosas y no
comerme el cuento de lo que dicen los medios.
Porque a usted siempre le queda un poco lavado el cerebro, entonces decía “yo quiero ir, ver como es y después, me vuelvo”.
Al llegar al monte, en abril 2003 fui
comprobando que en la guerrilla había muchachos, enfermería, cursos,
veía una guerrilla en pleno desarrollo, escuchaba las historias de la
gente y fue cuando dije “yo aquí me quiero quedar”.
Tampoco fue de un momento a otro, pero
fueron momentos claves y ahí fue cuando decidí que me quería quedar.
Cuando yo decidí que me quedaría recuerdo que mucha gente me decía usted
no se quede. No porque no estuvieran contentos conmigo, sino porque
pensaban que para una extranjera eso sería muy difícil.
DE: Yo te escuchaba relatando que también, además de estar estudiando en
la universidad, también trabajabas en Holanda como mesera. Un trabajo
duro, con tacos altos, con una sonrisa hacia los clientes, o sea, un
cambio demasiado brusco.
AN: Usted dice el cambio de ser mesera y profesora a ser guerrillera,
DE: Sí, claro, cambiar los tacos altos por los cauchos (botas guerrilleras).
AN: Si, pero me acuerdo esa primera época en la guerrilla, a mi me daban un
machete y yo no sabía que hacer con
eso. O debía lavar las botas y no sabía como hacerlo. No sabía nada,
pelar un plátano o hacer un arroz pero de alguna forma el proceso fue
muy natural. Mis primeras experiencias en la guerrilla, recuerdo que
siempre tenía un grupo de guerrilleros al lado haciéndome preguntas. Pero el proceso fue natural no fue un choque tan brusco.
DE: ¿Y siempre te ayudaron?
AN: Claro, yo me
acuerdo la primera ranchada (la cocina del campamento guerrillero), la
primera vez que me tocó cocinar para toda la guerrillerada, esas son
comidas para 30, 40, 50, 80 ó 120 personas. Éramos tres rancheros.
DE: Te tenías que levantar a las 3 ó 4 de la mañana.
AN: Ajá, primero me
tocó que los guerrillero tuvieran que llevarme para la rancha porque yo
me perdía en cualquier parte. Y después llegué a la rancha y no sabía
qué tenía que hacer, entonces los otros guerrilleros rancheros me
miraban y me acuerdo tanto. Me decían “usted mamita, que se viene de la
ciudad y que mira todo delicada, vaya y siéntese ahí, solamente mira lo
que hacemos nosotros y así vas aprendiendo”
Me acuerdo que me senté pero me sentía
muy mal de verlos a ellos trabajando y yo que no sabía hacer nada. Era
como inútil y me quedé dormida.
DE: Ahora tienes la rutina de ser la ranchera.
AN: Ahora soy una experta culinaria.
DE: ¿El machete lo manejas ahora como El Zorro?
AN: Si,
DE: ¿Había muchos
combates? Se había roto el proceso de paz un año antes, en febrero de
2002 y en agosto del mismo año apareció el señor Uribe. El cambio entre
Pastrana y Uribe que declaró guerra total contra la insurgencia ¿Se notó
entonces ese cambio con el aumento de combates?
AN: Eso fue un cambio
muy brusco dentro de la guerrilla, porque cuando yo ingreso todavía
estábamos en un campamento estable. Estaba entre otras cosas dictando un
curso de inglés, se podía en esa época, los alimentos llegaban en
carros, todavía. Duramos unos meses así y cuando se declaró la guerra a
la insurgencia yo me acuerdo todavía cuando empezaron los primeros
bombardeos y me acuerdo cuando fue el primer asalto al campamento del
“Mono Jojoy”, donde yo me encontraba.
Me acuerdo que eso fue dejar los
carros a un lado, todo a un lado e irnos al monte. Eso fueron marchas,
yo no conocía todavía esa vida, había hecho cursos básicos que de por si
eran duros, pero vivirlo en la realidad no. Empezamos a marchar,
tranquilitos nos fuimos saliendo de la zona y ahí empezó una vida
completamente distinta. Combates, bombardeos, andar de un lado a otro,
incluso se notó mucho la diferencia entre los bombardeos al principio y
al final cuando ya fueron precisos, con una agresividad que antes no se
veía.
DE: ¿El bombardeo
donde murió el “Mono Jojoy” como fue? Nosotros hemos hecho entrevistas a
otros guerrilleros que también estuvieron y contaban que eran
bombardeos de 48 hs. bombas de media tonelada de explosivos.
AN: Si, eso fue el
bombardeo más duro que yo haya vivido en la guerrilla, porque le dieron
con todo. La cantidad de bombas que cayeron esa noche fue como el
equivalente a la amenaza que representaba para ellos el “Mono Jojoy”;
para el gobierno y para la clase gobernante. Ese bombardeo fue duro, no
fueron 48 hs continuas, el primer bombardeo fue el más duro y era ya
para matarlo con toda la saña del caso. Salimos, empezó el desembarco y
de allí para adelante, porque nosotros no salimos de la zona, la
guerrillerada empezó a pelear con los soldados que habían desembarcado y
después empieza una pelea muy tenaz.
Porque los guerrilleros estábamos
enardecidos por lo que había pasado y la gente peleó como nunca en medio
de los bombardeos. Nosotros nos íbamos moviendo y en cada sitio hacíamos la trinchera para por la noche meternos. Ahí pasábamos la noche
DE: ¿Cómo se siente?
Yo he pasado alguna vez ese sobrevuelo de helicópteros o aviones a 50
ó 100 metros y uno se siente, realmente muy temeroso, uno es reportero y
no guerrillero. Me imagino lo que debe ser el miedo de la primera vez
en el combate.
AN: De alguna forma,
cuando uno ingresa está conciente de que lo que quiere dar es la vida
para esa causa. En esos momentos no voy a decir que es una experiencia
alegre, no, lo único que yo se es que siento la rabia por la forma
cobarde en que ellos están llevando a cabo esa lucha. Porque uno está en
la trinchera, obviamente uno no puede hacer nada, solo esconderse.
DE: Como los gringos en Vietnam bombardearon primero con los B 52, toneladas, miles de toneladas de bombas y después entraron las
tropas gringas luego de hacer un desastre. Pero en la tierra misma,
dicen que el militar, el soldado, es muy cobarde, pero el guerrillero
conoce la zona, es la diferencia.
AN: El guerrillero
conoce el monte, el ejército no, precisamente es por eso que ellos
tienen que recurrir a ese tipo de métodos tan cobardes. Para mi son
métodos muy cobardes esos de utilizar bombas de mil libras, soltar esas
bombas por encima de las cabezas de alguna gente que no tiene con que
defenderse en ese momento y después bajarse a recoger esos cuerpos. Eso
es como usted dice, en Vietnam se ha dado eso y es demasiado cobarde.
DE: Todos los
guerrilleros que uno entrevistan hablan de la familia, del lugar donde
nacieron, las circunstancias económicas que padecieron, como fueron de
niños, jóvenes hasta que crecieron y se integraron a las filas de las
FARC o el ELN. Todos dicen “yo dejé mi familia biológica pero tengo una
familia nueva”. ¿Tú lo sientes así también?
AN: Yo estoy de
acuerdo con lo que dicen que es la segunda familia de uno, pero en
realidad es algo más que eso. O sea, yo no quisiera hacer una
comparación entre la familia de uno y los camaradas de las FARC. Es una
relación muy diferente, uno convive 24 hs pero aparte usted vive unas
experiencias muy duras, intensas, eso crea unos lazos que yo casi ni se
explicar porque en la vida civil no se da ese tipo de relación.
DE: Los momentos
difíciles, duros, en el combate o lo que sea, la falta de comida por
ejemplo, porque están cercados por el ejército ¿Es ahí donde se sienten
los lazos de hermanos?
AN: Si, los
guerrilleros tienen una virtud muy grande, yo no se como hacen pero en
los momentos más difíciles es donde les sale la chispa para hacer
bromas, hablar de cualquier cosa para contentarlo a uno. Si uno tiene
hambre, hacen cualquier chiste y uno se olvidó del hambre, eso es muy
bonito del guerrillero, que no se deja achatar por nada.
DE: Como extranjera
tu sabes también que el trauma de la guerra, la psicosis que tienen
muchas veces los veteranos de guerra. Mira los gringos que llegaron de
Vietnam, en la película 4 de Julio y que deja un ejemplo de las secuelas
de la guerra, iguales los veteranos de la guerra en Afganistán, los
veteranos de Iraq, llegan a EEUU y son miles los que se suicidan. Pero
la impresión que uno tiene es que el guerrillero casi nunca se pone
nervioso, en pánico. Yo en los 30 años como periodista en Colombia,
nunca he visto que se pongan así, pero claro, en el momento debe ser
también terrible porque son seres humanos.
AN: Si, hay momentos difíciles, pero
es como le dije, no se como hacemos. Tal vez es la causa por lo qué
hacemos, también es la camaradería, yo digo que hubiera sido muy
diferente vivir toda esa experiencia sin el apoyo de la gente, sin la
camaradería que hay. Yo creo que para los soldados norteamericanos que
llegaron de Vietnam es difícil saber la realidad que ellos vivieron,
pero por todo lo que uno leyó, vio, uno piensa que el ambiente entre
ellos era muy diferente.
DE: Porque no era la guerra de ellos.
AN: No era la guerra
de ellos, para nosotros si, es nuestra guerra. La estamos librando en
legítima defensa en contra de una violencia que se ha desatado en contra
del pueblo.
DE: Leímos, hace dos
años en el periódico El Tiempo, Caracol y otros colombianos, que había
aviones donde viajaba Jineth Bedoya, periodista de El Tiempo, Salud
Hernández Mora, una falangista española columnista también en El tiempo,
que tenía muy buenas relaciones con Castaño a quien le hizo el prólogo
de un libro. También estaba tu hermana viajando y me imagino que también
fue manipulada por estas señoras mientras viajaban en el avión del
ejército, hablando por las emisoras, tratando de comunicarse contigo
pidiendo que te entregaras para salir de la guerrilla. Uno imagina que
habrás sentido rabia, impotencia escuchando ese mensaje que viene del
enemigo en sus aviones y helicópteros, utilizando a tu hermana no solo
contra ti, sino contra todo el movimiento armado.
AN: Yo pienso como
usted, me he dado cuenta, por esas cosas que el gobierno, el ejército,
la clase dominante no conocen límites éticos en la utilización de los
medios para lograr los fines que quieran. De eso me di cuenta cuando
pasó lo de mi hermana.
Pero claro, uno siente rabia pero yo
no siento rabia con ella. Ella es mi hermana, ella me quiere, quería
verme, a ella la manipularon diciéndole que yo estaba como rehén de las
FARC, que yo me quería salir de allí, ella lo creyó y a partir de ahí hicieron todo el trabajo mediático.
DE: Claro, uno es un
ser humano y no quiere que sus familiares estén en esa situación
terrible en un caso como ese. Bueno, ya estás aquí, en La Habana, contra
viento y marea y toda la manipulación mediática de todos estos años.
Siendo integrante de la comisión de las FARC qué quisieras decir al
mundo. ¿Qué vengan a La Habana para saber un poco más de este movimiento
que ha luchado durante48 años para conseguir la paz? ¿Cuál será la
tarea tuya acá, en este momento?
AN: Yo le quisiera
decir a la gente del mundo que no se vengan todos para La Habana porque
Cuba es una isla y porque de pronto se llenaría mucho –risas- Yo pienso
que la gente del mundo debería coger mas conciencia sobre los problemas y
la miseria en que vive el pueblo colombiano. En
países donde existe libertad de expresión, la prensa se dedica a crear
circos mediáticos alrededor de un acontecimiento o una persona, pero
realmente dan muy poca información del trasfondo de los problemas que se
viven en los diferentes países. Es muy importante que la gente sepa que
es lo que se está jugando y porqué se dan ciertos procesos. Por
ejemplo, por qué en Colombia hay una lucha armada. La mayoría de la
gente no entiende el proceso histórico de Colombia y no entiende por que
el pueblo tomó las armas.
Es importante ese detalle.
DE: ¿Sigues escribiendo tu diario?
AN: No, yo no volví a
escribir, o sea, no es importante escribir sobre lo que siento o
pienso, en las FARC nunca me han hecho reclamo, pero yo si me he sentido
mal. Porque de alguna forma le di papaya al enemigo para que siga
haciendo mala propaganda,
DE: Pero tienes una
experiencia muy rica en estos 10 años, justamente como europea tienes un
espacio que cualquier guerrillero campesino allí adentro no tiene. Me
imagino yo, como periodista, estaría todo el día escribiendo para no
perder detalles muy bonitos desde la experiencia que tienen ustedes. ¿No
se te ha ocurrido la idea? Hay un libro que ha escrito el periodista
Jorge Enrique Botero sobre tu vida también, pero tu autobiografía
también sería muy valiosa.
AN: Pero creo
que cuando yo sea una viejita de ochenta años voy a escribir mi
biografía. Pero pienso que ahora hay tareas más importantes para hacer
en Colombia y en el mundo también.
DE: El fiscal general de la nación colombiana, aparte la
agenda ha tomado la decisión de forma atrevida de decir que cualquier
integrante de las FARC que se va a otro país, inmediatamente se empieza a
hacer vigente la orden de captura. ¿Te gustaría ir a Holanda a una gira
por las universidades para dar charlas entre tus compatriotas, en forma
relajada, de lo que ha sido tu vida en la última década?
AN: Claro, yo extraño
muchísimo a mi país en los últimos años, yo escuchaba por la radio el
himno de Holanda y a mi me daba nostalgia. Me
encantaría ir unos quince días, entre otras cosas, como dice usted para
explicarle a la gente el porqué de la lucha en Colombia, el porqué de
esa situación, pero de momento no hay esa posibilidad. Y lo importante
por ahora es estar aquí en La Habana y concentrarnos en el Proceso de
Paz que se va a dar con el gobierno y ahí hay mucho trabajo por hacer.
-------------------------