Arrogancia y prepotencia sabotea diálogo

Presidente, le falta humildad proletaria y revolucionaria...

Cuando un gobierno entra en situaciones internas que trascienden contra aspiración y desarrollo de su propio programa, como efecto de la crisis global del capitalismo; obviamente y por lógica política nos encontramos ante el llamado a los factores políticos en general (gobierno y oposición) a converger en unidad de acción para atacar las variables de la situación que, según los intereses, afectan indistintamente a las partes involucradas en tendencias política y al propio pueblo como venezolanos, por lo cual debemos unirnos para combatir juntos por el bien de la Patria y del pueblo trabajador; por ejemplo, hay que darle respuesta unidos a ”las guerras económica y financiera contra Venezuela”. Esto es lo que da origen a la convocatoria a DIALOGO, que al fin gracias al PAPA FRANCISCO, logró sentar juntos a gobierno y oposición.

Ahora bien, hablemos un poco de lo QUE ES DIALOGO.- Según se ha definido desde Platón hasta nuestros días, DIALOGO es un acuerdo entre dos interlocutores, representantes cada uno de versión diferente sobre el sistema social vigente en un país, a veces antagónicas, pero que sus intereses están por igual involucrados en una situación político-social que les es común en sus efectos y exige propuestas de conjunto para superarla en bien de la nación. En consecuencia, atendiendo a la etimología de la palabra diálogo, los factores políticos que integran las partes en disputa, a través de la palabra, en discurso o conversación racional, habrán de concertar acuerdos; y para lo cual es indispensable y necesario ser cuidadoso en el lenguaje, aprender a escuchar, sentir respeto por el que habla, moderar el tono de voz, ponerse en el lugar del otro y aceptar su opinión con empatía sin estar de acuerdo.

Aceptar la opinión del interlocutor no significa renunciar a sus propias convicciones, sino simplemente admitir que ha surgido un elemento de confrontación para ser debatido a fin de superar las diferencias y en la medida de las posibilidades, alimentar los acuerdos. Apegados a estos conceptos, considero que los integrantes de la COMISION PRESIDENCIAL DE DIALOGO, pese a lo excluyente del GPP y los trabajadores en su conformación, son en su mayoría duchos, con buen nivel político y probados en estos menesteres. Así mismo damos fe de que la intencionalidad, propósitos y fines de los representantes de la oposición son expresión inequívoca de una oposición heterogénea en los grados de violencia del sabotaje, la desestabilización y el anti gobierno. Por tal motivo es evidente que el aporte de la oposición por ahora al dialogo, no será el más provechoso.

Por supuesto, es aquí donde se les presenta tanto al gobierno como a los demás interlocutores: Vaticano y ex presidentes actuantes, hacer inicialmente un gran trabajo de persuasión y convencimiento con los delegados voceros de las partes participantes, sobre los nobles propósitos de la iniciativa del diálogo. Es decir, aplicando la sindéresis y la racionalidad, crear un ambiente oxigenado con la verdad, sinceridad y disposición para entenderse en las diversas mesas de trabajo y actividades programadas para facilitar el pronto arribo a los tan deseados acuerdos. También, Sr. Pdte. es allí donde el momento histórico le llama hacer tremendo esfuerzo de autocrítica y con HUMILDAD PROLETARIA ayudar a la Comisión Presidencial hacer su trabajo sin que pueda tropezar con posiciones prejuiciadas y contradictorias en sus interlocutores; y poder arribar más temprano que tarde al camino de los acuerdos que reclama con urgencia la difícil situación que vive nuestro País.

Es cierto, existe lamentablemente una práctica que como piedra en el zapato de los integrantes de la COMISION PRESIDENCIAL, sabotea el empreño por lograr conversar respetuosamente y la cual es el lenguaje altisonante y virulento utilizado de manera ligera y cotidiana sin mayor reparo por el Pdte. MADURO, en sus referencias discursivas referidas a sus adversarios de la oposición, a sabiendas que está una representación de ella sentados en la mesa de diálogo y que su estilo arrogante en nada contribuye a facilitar el ambiente ecuánime que demanda la importante actividad del diálogo.

Por ejemplo, expresiones como las siguientes: “aquí nadie se levanta de la mesa de diálogo” – “No permitiré que abandonen el diálogo” – “No permitiré que se paren de la mesa, tienen que cumplir”. Estas expresiones dichas con tremendismo inocultable, en último caso podría emplearlo con sus delegados gubernamentales, pero no generalizar su contumacia a los demás interlocutores; puesto que sin la menor duda su prepotencia violenta el derecho y libre determinación del adversario a tomar su propia decisión de participar o no en la actividad; además, indispone anímicamente al interlocutor para participar, puesto que existe una intolerancia intimidatoria por parte del JEFE DEL ESTADO, pese a ser el principal interesado del éxito del DIALOGO.

Finalmente camarada Presidente, tenga siempre presente como sugerencia, la necesidad de SUPERAR LA ARROGANCIA y con dignidad practicar la HUMILDAD PROLETARIA para interactuar en circunstancias como las que aquí analizamos, sobre la base de los siguientes principios: “ EL DEVENIR DEL SER HUMANO ES TOTALMENTE INDESCIFRABLE. Y ES POR ESO QUE AUNQUE LE APLIQUES AL INTERLOCUTOR DETERMINISMOS PERSONALES, EL HOMBRE Y/O LA MUJER CONSERVAN SU LIBERTAD FUNDAMENTADOS EN EL LIBRE ALBEDRIO FORJADO CON SU PROPIO PUNTO DE VISTA”.


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Casiano Díaz Durán


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