Aclaro: nunca he sido empleado público, no contrato con el gobierno, no soy obrero, no asumí el pensamiento revolucionario con la llegada de Chávez, no me pagan por expresar mis ideas, no soy militante activo de ningún partido, soy ferviente defensor del pensamiento libertario, profundamente crítico y proponente, todo esto lo digo porque el criterio que a continuación voy a desarrollar es inédito y muy dado a que me tilden de jala bolas.
Como todo el mundo pobre, marginado, clase media y pequeño empresario de este país celebré con inusitado alborozo la rebelión militar del cuatro de febrero del 92; aunque tenía mis reservas porque siempre he tenido como norma desconfiar de todo aquello que provenga de los cuarteles, seguramente por aquello del Plan Cóndor y las criminales dictaduras impuestas a los pueblos para tratar de frenar el avance de los pensamientos de izquierda revolucionarios en nuestra región.

Hace poco asistí a un ocasional debate entre camaradas y no camaradas, muy crítico por cierto donde el tema que se desarrolló fue principalmente sobre la capacidad del presidente Maduro para dirigir los destinos del país, como podrán suponer las intervenciones poco a poco se fueron polarizando conformando los dos grupos actualmente antagónicos donde muy poco se deja a la intermediación; por parte de quienes se consideran opositores cierran filas en torno a la incapacidad de Maduro, muy duros los calificativos y no aceptan que tenga algo de positivo, son exageradamente subjetivos, califican sin elementos de juicio con los que puedan sustentar lo cual los hace fácilmente objetables pero como son tantos se convierten en apabullantes.

El tema que Maduro es bruto es quizá uno de los preferidos y más difundido por los opositores, matriz de opinión muy fácil de digerir por el hecho de ser obrero y chofer de autobús, se le atribuyen infinidad de errores en su léxico, todo lo que Maduro hace y dice para ellos es sencillamente una burrada; cada participante da su opinión afirmando y reafirmando cada una de las opiniones que les antecedían; me llamo mucho la atención que por parte de los supuestos revolucionarios que allí estábamos costaba mucho refutar tales argumentos llegando incluso en algunas ocasiones a admitir en cierto modo algunas de esas apreciaciones sobre todo en cuanto al manejo de la guerra económica, el desabastecimiento, los precios, etc., entiendo que los opositores se crean sus mentiras, necesitan desesperadamente que todos las crean, están en su derecho, eso es parte del juego político (que no es ningún juego), pero quienes se consideren revolucionarios defensores del proceso de cambio revolucionario y que no tengan las armas necesarias para desmontar sus ofensivas mediáticas y económicas es grave, ¡claro!, algunos dirán que para eso están los camaradas en la TV, en los diarios, en las Redes, es verdad, pero el objetivo no es que nuestros camaradas, amigos o cooperantes lo entiendan ¡no!, el objetivo es que en el día a día, en los CLAP, Consejos Comunales, en las colas de los abastos, en los bautizos, matrimonios, velorios, es decir en aquellos espacios donde converge el pueblo de un bando y otro, y que siempre ¡ojo!, siempre se suscitan estos debates podamos volver polvo todas esa matrices de opinión que son muy fáciles de desmontar solo que no hemos sabido dar la respuestas adecuadas.

Por lo general en un sitio de debate o contertulia improvisados son los escenarios perfectos para hacer una muy buena labor, es sabido que el o los oponentes siempre dirigen sus opiniones al oponente al que ellos consideran de más relevancia, sea porque escribe, es empleado del gobierno, militante revolucionado, etc., en este caso particular me tocó a mí, sentí la ansiedad en mis interlocutores, querían mi opinión ante la apabullante intervención de los opositores y la débil defensa de los nuestros, así que ante la insistencia tome la palabra no sin antes advertirles que yo los había escuchado a todos con mucha atención y respeto y que esperaba de ellos lo mismo ya que hasta el momento han demostrado tener una muy “elevada inteligencia”.

El dominio del escenario es muy importante y una pequeña pausa observando a los ojos a los expectantes oyentes no está de demás, la recomiendo es muy efectiva, ¡bueno!, comienzo mi intervención haciendo una pregunta capciosa: ¿quién de Uds. Me puede decir cuál de los opositores de relevancia que conozcan es más inteligente que el presidente Nicolás Maduro?, ¡escríbanlo!, le van a contestar en coro que ¡todos!, supongo que Uds. Están incluyendo en todos a Manuel Rosales, o a la dip. que está en la comisión de Unasur para reciclar los barriles que se utilizan para envasar el petróleo, o a Capriles, o a Ramos Allup, o seguramente están pensando en Caldera, por nombrar los más relevantes, porque ninguno de ellos ha cometido errores; bueno después de enumerar las burradas de cada uno de ellos les concluí con la política y con una pequeña cátedra de la utilización de los sofismas como estrategia: hablar con los pajaritos, el chiste malo, chiflar como loco, para entretener al opositor en asuntos banales mientras que tras bastidores se está ejecutando la “real piltik” que es la que ha permitido que un presidente tan bruto se haya mantenido en la peor de las circunstancias que haya vivido el proceso revolucionario durante tres años, soportando los ataques más feroces no tanto de los inteligentes opositores criollos sino del imperio económico y militar más poderoso y criminal de la historia de la humanidad con inteligentísimos aliados en Europa y en nuestros alrededores, debemos hacerle un monumento a la brutalidad que año tras año los ha venido derrotando y lo peor de todo es que no se cansan de hacer el ridículo a nivel mundial.

Al final reconocieron que Maduro se ha mantenido en el poder no por el sino por quienes lo protegen ¡por fin!, Dios Mío, Entendieron que el problema para la oposición no es Maduro sino todo un pueblo que lo respalda incluida la Fuerza Armada Nacional Bolivariana que también es pueblo.Por ultimo me lancé con mi teoría sobre Nicolás Maduro, les dije: ¿de cuándo creen que Maduro es militante de la izquierda en Venezuela?, desde muchísimo antes de aparecer Hugo Chávez en la palestra política, estuvo al lado del comandante desde que lo encarcelaron hasta que salió, se mantuvo cerca como constituyentista, diputado presidente de la AN, como Canciller, siempre a su lado, en el momento en que el comandante Chávez se encontraba inmerso en resolver la diatriba ideológica del socialismo ahí estaba Maduro, habían muchos otros en similares condiciones sin embargo el comandante en sus últimos momentos de vida lo eligió como su sucesor, aquí cabe la pregunta muy lógica ¿será que nuestro líder eterno Comandante Hugo Rafael Chávez Frías nos iba a echar esa lavativa de nombrar como sucesor al más bruto de sus discípulos?, ahora he acá una afirmación que hice que dejó a todos sin aliento: ante lo anteriormente expuesto a vuelo de pájaro tengo la firme convicción que Nicolás Maduro Moros quien estaba detrás del comandante Chávez en realidad no era su discípulo, sino que era nada más ni nada menos que su “asesor político e ideológico”. Ahí les dejo este tema para el análisis, la discusión y el debate.