Luego de haber
alcanzado un triunfo contundente en la batalla librada el pasado 26
de Septiembre, donde la mayoría del pueblo venezolano decidió continuar
por la senda de la construcción del Socialismo Bolivariano, debemos
mantenernos, ahora más que nunca, en pié de lucha, unidos y firmes
en nuestras convicciones, con conciencia revolucionaria, porque la arremetida
de la canalla oligárquica no descansa, no se detiene.
El pasado jueves
30 de septiembre fuimos, una vez más, testigos de las macabras intenciones
de los lacayos del imperio por “frenar el renacimiento latino”,
decía el comandante Chávez. Nuestro hermano país ecuatoriano, fue
víctima de las garras despiadadas de la extrema derecha, al intentar,
fallidamente, un golpe de estado y tratar de derrumbar el gobierno legítimo
y constitucional del presidente Rafael Correa, a través de alzamientos
de policías y algunos miembros del ejército, apoyados por miembros
de la derecha ecuatoriana manteniendo secuestrado, por más de 12 horas,
al presidente de ese país.
“Esta
es una nueva dentellada de las bestias que pretenden detener el rumbo
de la historia, pero no lo lograrán”, expreso Chávez en una
entrevista telefónica a telesur. Fue otro intento del imperio que no
tiene “día libre”. Estos hechos muestran, una vez más la
aplicación del guión del imperio, apoyado por las marionetas de las
oligarquías locales. También lo pusieron en práctica en el golpe
ejecutado y frustrado aquí en nuestra patria en 2002; y más recientemente,
lo han aplicado en Honduras, Haití y Bolivia.
Ahora bien,
en Ecuador el pueblo como fuerza primaria de una patria libre y soberana,
hizo sentir su fortaleza y su sentimiento patrio y, luego de crudos
enfrentamientos que dejaron muertes lamentables y algunos heridos, los
mismos ecuatorianos conjuntamente con las Fuerzas Armadas, leales a
la Revolución Ciudadana, lograron restablecer el orden constitucional
y el presidente Correa regresó vehemente al palacio Carondelet.
Sin embargo,
el águila imperial continuará intentándolo, no descansará en sus
experimentos para frenar el avance de los pueblos en nuestra América.
Es Por ello, compatriotas, que no debemos confiarnos, la lucha
es permanente. Nuestra pasión y sentimiento patrio, debe ser el ímpetu
que dirija el camino por consolidar un territorio verdaderamente libre,
independiente y soberano, que trascienda nuestras fronteras, tal
como lo soñó y luchó por ello hasta su muerte, nuestro Padre Simón
Bolívar.
Un gran ejemplo
de esa Pasión Patria que debe erigirse como bandera de batalla y convicción,
en esta era bicentenaria, fue un combatiente luchador colombiano, nombrado
por Bolívar “Ilustre Libertador”: Atanasio Girardot, quien muere
igualmente un 30 de Septiembre, pero de 1813, hace 197 años, después
de luchar junto a Bolívar, durante la Campaña Admirable, contra las
fuerzas del jefe español Domingo Monteverde.
En la mente
de Girardot estaba primero la muerte antes que ceder la posición al
enemigo, y precisamente muere en batalla, justo antes de colocar la
bandera republicana en la cima del sitio conocido como Bárbula, en
Valencia, envuelto en la misma bandera.
Bolívar enalteció
a su compañero de lucha, Atanasio Girardot, por su pasión patria.
El mismo día de su muerte, expidió en su cuartel general de Valencia
una Ley de la República para honrar su memoria. En el artículo 3 se
disponía: “… Su corazón será
llevado en triunfo a la capital de
Caracas, donde se le hará la recepción de los libertadores y se depositará
en un mausoleo que se erigirá en la Catedral Metropolitana...”.
Y el 4to. artículo rezaba:…Sus huesos serán transportados a su
país nativo, la ciudad de Antioquía en la Nueva Granada”.
Días después,
específicamente, el 14 de octubre de 1813 proclaman a Simón Bolívar
“Capitán General de los Ejércitos de Venezuela, vivo y efectivo,
y con el sobrenombre de Libertador…un don que le consagra la patria
a un hijo tan benemérito”. Bolívar al recibir la proclama, dijo:
“me aclaman capitán de los ejércitos y libertador de Venezuela;
título más glorioso y satisfactorio para mí
que el cetro de todos los imperios de la tierra...». "Lo he conquistado
por mi tenacidad y mi celo; pero gracias también al valor indiscutible
de José Félix Ribas, Rafael Urdaneta, Atanasio Girardot, D’Elhuyar,
Campo-Elías y los demás oficiales y tropas, que son igualmente ilustres
libertadores”.
Bolívar reconoció
en sus compañeros de batalla, la pasión patria que imperaba en sus
corazones, cualidad benemérita que permitió conquistar la libertad
de los pueblos de América Latina. Aún, la lucha por esa libertad y
por la independencia continúa. Doscientos años después, el espíritu
de nuestros próceres libertadores se pasea por las sendas de construcción
de un nuevo modelo socialista, y deben ser la Pasión y el sentimiento
patrio, y la conciencia del deber social cualidades sobresalientes
de un verdadero revolucionario, así como Girardot y Bolívar, que entregaron
sus corazones por sus ideales, de liberación continental.
Recuerden que
seguimos en batalla. La Campaña Admirable reencarna en la tierra de
Bolívar una vez más, rumbo a consolidar la Revolución Bolivariana.
No hay otro camino para salvar a nuestros pueblos, es el camino que
permitirá continuar construyendo Socialismo Bolivariano.
Pueblo Barinés,
pueblo Venezolano, pueblo Nuestro Americano, no permitiremos que nos
arrebaten la esperanza de construir patrias nuevas y soberanas, sistemas
de derecho y de justicia social, donde la inclusión es la premisa.
Viva Nuestra América. La lucha por la independencia continúa!!!
Patria socialista o muerte!!!
Venceremos!!!