La historia petrolera de Venezuela que circula en las Altas Casas de Estudio y en toda la Educación formal del país, ha estado contamina da de ideología, en el sentido de que oculta muchas verdades, refiere medias verdades y ha creado una serie de mitos sobre la explotación de nuestro principal rubro exportable. En estos tiempos de fracturas históricas nacionales y mundiales, se impone una revisión a fondo de los conocimientos histórico –petroleros que han confundió a muchas generaciones de connacionales y que amenazan con seguir manteniendo a nuestro pueblo en un peligroso analfabetismo petrolero, sobre todo, cuando nuestra soberanía está en peligro, por las acuciantes demandas energéticas de los países imperialistas. Entre el arsenal ideológico–petrolero que se le ha administrado a la conciencia del venezolano desde hace más de ochenta años, se destacan las siguientes aseveraciones:

1.-La propiedad nacional de subsuelo y por ende, del petróleo en Venezuela, descansa en la tradición jurídica hispano-colonial y en el célebre decreto de Bolívar de 1929.

2.-El gobierno gomecista en materia petrolera fue entreguista y corrupto, pero su ministro petrolero estrella, Gumersindo Torres, fue probo y nacionalista.

3.-La Ley Petrolera de 1943, promulgada por Medina Angarita y que estuvo vigente hasta 1975, lesionó la soberanía nacional, al extender por más de cuarenta años las concesiones petroleras.

4.-El repartimiento de los proventos petroleros mitad y mitad, es decir el fifty-fifty adeco de la época del Trienio (1945-1948), fue un arreglo cojonudo para la nación.

5.-El Perezjimenismo se entregó al imperialismo petrolero al abrir la política de nuevas concesiones.

6.-Ròmulo Betancourt y Juan Pablo Pérez Alfonso son los padres putativos de la OPEP.

7.- PDVSA estuvo mejor administrada cuando reinaban en su gerencia los Giusti, Sosa Pietri y Calderón Berti.

8.-En materia petrolera, Venezuela es un país explotado por el imperialismo.

9.-El creador de la idea de sembrar el petróleo en el desarrollo nacional fue Arturo Uslar Pietri.

Si estas observaciones las sometemos al tamiz de la documentación existente sobre la materia, así como también a los últimos avances de la economía política petrolera, vemos como cada una de ellas se derrumba, mostrándonos su unívoco carácter ideológico, o sea, de falsa conciencia. Ese manto ideológico que se ha tendido sobre nuestra historia petrolera no es fortuito, sino que responde a ciertos y determinados intereses econòmico-politicos, tanto nacionales como internacionales; de manera que nuestro analfabetismo petrolero ha sido planificado desde las más altas esferas del capital. No debemos olvidar que en los tiempos de la llamada Meritocracia Petrolera, impulsora de la Apertura Petrolera, se les ofreció a las universidades públicas, eliminar los cursos de historia y economía petrolera, a cambio de una magra participación en el negocio de los hidrocarburos. En la entronización de la falsa conciencia petrolera que se les ha inculcado a los venezolanos desde los tiempos aurorales de la explotación petrolera, han contribuido fundamentalmente factores económicos, políticos y epistemológicos.

Entre los factores económicos destaca el conflicto entre el capital arrendatario y la propiedad territorial que en nuestro caso, se trasmutó en propiedad nacional del subsuelo. Los inversionistas petroleros siempre se cuidaron muy bien de esconder toda la información referente a la existencia y rendimiento económico de los yacimientos petroleros, como arma que evitara el despertar de la codicia terrateniente. En el aspecto político, tanto el capital arrendatario como los gobiernos de Estados propietarios de yacimientos petroleros, siempre han perseguido mantener a raya los sentimientos nacionalistas que despierta la explotación de recursos naturales por agentes extranjeros, cuestión que se hace más imprescindible, cuando se llega a arreglos negociados donde la soberanía nacional ha resultado altamente perjudicada. En tal sentido, el ocultamiento o de la verdad petrolera resulta insoslayable. Por último, en el terreno epistemológico se ha constatado que la historia petrolera fue afectada por los llamados obstáculos epistemológicos, o lagunas en la teoría económica petrolera, que se han erigido como murallas ocultadoras de los procesos de acumulación de capital que se han dado en la actividad económica hidrocarburera; no fue sino hasta finales de la década de los años setenta del pasado siglo, que se desempolvo la categoría de la Renta del Suelo, proporcionada por la economía política clásica y el marxismo, cuando la ciencia social recuperó un poderoso instrumento teórico, para explicar la esencia del negocio petrolero.
En vista de que el socialismo ineludiblemente debe afincarse en la investigación científica, a fin de derrotar la falsa conciencia, se hace necesario ir desmontando el montón de falacias que se tienen como verdades absolutas en relación a nuestro principal producto exportable. En consecuencia, consideramos que resultaría significativamente provechoso para el actual momento histórico que vive la nuestra sociedad, la celebración del Primer Congreso de Historia Petrolera Venezolana, teniendo como sede la península de Paraguanà en el presente año. Estamos convencidos que la despolarización política del país pasa por promocionar y difundir un profundo debate sobre los grandes temas nacionales, y específicamente, por superar el peligroso analfabetismo petrolero que señorea en todas las clases de la sociedad venezolana actual. En la medida que la ciencia revolucionaria del petróleo se haga conciencia nacional, las fuerzas políticas que comulgan con la explotación del trabajo se verán reducidas a su más mínima expresión

Prof.-UNEFM

trompizvalles@hotmail.com