Cuanta coba hay detrás del Covid-19 en 2020

En la jerga popular se habla de coba al referirse a una mentirita, un embuste, un engaño, un ardid, una manipulación, una bola baja; lo que alguien o algunos embuten en la realidad, ocultando lo real, y no es casual, tiene efectos malintencionados, con lo cual se persigue un objetivo, pero pasan agachados, esquivos a la verdad, desviando la responsabilidad de acciones que como consecuencias dejan miles de muertos. Los medios justifican el fin, frenar la escalada del gigante económico, sin que medie la sindéresis, y el hecho de que ya no hay nada que hacer, que es que al capitalismo le llegó su cuarto de hora, y tozudos como han sido, se empeñan en negarlo, y nos conducen a un abismo, del cual pocos, si acaso, lograran salvarse. Es lo que se evidencia desde hace décadas, donde el empeño ha sido ocultar lo obvio y hacernos creer que tienen el control, que es el sistema perfecto y no hay otro, que las esperanzas de soluciones están por llegar, y lejos está que se resuelvan los problemas que aquejan al 99% de la humanidad. Lo que se hace es correr la arruga, estirar la mentira aparentando que es la verdad, pero que hay resistencia por parte de radicales que quieren subvertir el orden diligente de los pocos que son ricos, ilustrados, decentes, representantes del capitalismo, que tienen como meta llevar a la redención a los muchos que son pobres, incultos, rústicos, ignorantes, analfabetos, impulsivos, y que quieren vivir sin trabajar, sin aportar.

Nos han caído a coba, con sutilezas, absurdas y maniqueos eufemismos, y seguimos pagando las consecuencias de fútiles sugestiones manipulando a los desprevenidos, atrapados en fanatismos y creencias en pajaritos preñados por buenas intenciones, lo cual no deja de ser una morisqueta del destino, cuando vemos improvisados cementerios para enterrar cientos de cadáveres diarios abatidos por este enemigo invisible, del cual están sacando provecho sus inoculadores. Para quienes se quieran desconectar de la realidad, les advierto que esto no es coba, que la evidencia está en las calles más solas que la una, ausencia de comercios, aunque no de negocios, que les siguen rindiendo frutos a cuanto especulador aprovechándose de la crisis, la escases de alimentos y los servicios básicos; el costo que debemos pagar dejando pasar las horas, correr los días, consumir los meses, y agotar los recursos, en un país paralizado, en un continente golpeado, en un mundo condenado.

Dicen que el Covid-19 llegó a Wuhan con los Juegos Mundiales Militares celebrados en octubre del 2019, con la participación de más de cien países, y en noviembre la urbe fue convertida en zona cero, dando inicio al nuevo campo de batalla, enfrentando a las dos superpotencias económicas del globo, China y Estados Unidos, éste ha pasado al primero de la lista por fallecidos y contagiados. La crisis pandémica no es coba, pero si lo que quieren ocultarnos detrás del tema sanitario, la tensión mundial entre los rivales capitalistas y socialistas, y lo que resultará de todo esto tal vez en los próximos meses. El mundo no ha parado de girar, ni trasladarse en el espacio, tampoco la política, ni la economía, los pagos de la deuda, ni los préstamos del FMI, BM, y demás entidades crediticias, menos aún el bloqueo y las sanciones, las negociaciones, la entrega de los recursos y nuevos endeudamientos de la nación, a manos de los prestamistas, a los cuales ya les debemos hasta el modo de caminar, de movernos y de interpretar las condiciones materiales y el sentido y la orientación de las políticas públicas; entregados a los grandes corporaciones y potencias que ejercen cierta hegemonía sobre el planeta.

El imperialismo de EE.UU. enfrentado a China, Rusia, Irán, Venezuela, y los países de la Comunidad europea, donde los países más impactados por la pandemia son Italia, España, Alemania, Francia, Inglaterra, siendo los principales estados donde en el contexto internacional ha brotado con mayor agresividad el coronavirus. No es ingenuo pensar que sea una estrategia que ayudará a solventar grandes y graves problemas de solvencia y de inversiones, para atacar severamente el brote de coronavirus. Son naciones donde lo ideológico, lo económico, el comercio, tiene una racionalidad que no se debe desestimar frente a la contienda surgida en 2018, con las firmas de convenios y los intercambio con China, y sin dejar de lado el lanzamiento del 5G, retrasado convenientemente por Occidente, lo que tienen en jaque al Nuevo Orden Global, del que se espera haga su siguiente movida, en el tenso y dramático juego de ajedrez geoestratégico de los consorcios unilaterales, donde se están amarrando los futuros precios de los hidrocarburos, cuanto se mueve en las bolsas, que están quebrando a muchos, y enriqueciendo a pocos.

Cuál ha sido el papel de las clases políticas, cuanto han tomado en serio las críticas de los líderes del mundo, y las voces autorizadas ante la negligencia por parte de los responsables de las respectivas carteras, ante el brote del Covid-19, y su tardía y escasa asistencia a los conciudadanos y la falta de información veraz, cuando la OMS, desde el instante en que se dio la alarma en China, impostó tomar todas las medidas pertinentes. Pero que hacen, culpar a otros de su ineptitud, quedando al descubierto la sevicia con la que han actuado contra el pueblo. Hoy las cifras de personas de la tercera edad fallecidos, y los contagiados supera con creces las estadísticas, se ha consumado el pedido avieso y rapaz de la funcionaria del FMI, y las consecuencias todavía están por verse en su verdadera magnitud, el proceso está en su pleno desarrollo.

Sálvese quien pueda y muera quien no

Si la vida es medrar en y de la naturaleza, por qué no aprovechar esta coyuntura y volver a ella, a lo que nos sustenta como especies en el planeta, y tratar de revertir el terrible daño que se le ha ocasionado al planeta entero por parte de los capitalistas, y que el imperialismo decadente de los EE.UU. se empeña en desconocer. Si hasta ahora nos han vendido que la historia de la humanidad es la de los vencedores sobre los vencidos, lo que en opinión del público en general es un clavo pasado, sabiendo que los pocos que son ricos son los causantes de que estemos a la vuelta de la esquina, en grave riesgo de la sexta extinción terráquea. sello inmaculado, su destino en esta existencia, como si las de los que se han adueñado de todo lo que es de todos, la naturaleza, el planeta, el entero universo, sin que tenga dueño, sino colaboradores para que las cosas funcionen para unos sí y para otros no, que es como nos han acostumbrados a pensar y a creer. Y es por eso que nuestra existencia es un campo de batalla, donde están ellos, y estamos nosotros, donde los que mueren por la vida no pueden llamarse muertos, pero mueren y los sacrificios por los que lucharon son olvidados, y pasan a disfrutar de sus inmolaciones por los demás, los que menos han puesto para lograrlo, para alcanzar los objetivos. Una muestra, la balcanización de América Latina por parte de los ingleses y luego los norteamericanos, es decir los hijos de la pérfida Albión y sus primos y parientes, todos anglosajones; a los que todavía hoy le siguen rindiendo pleitesía los cipayos de siempre, los traidores a los sueños de los libertadores, todos traicionados por la godarria de los extranjeros y los criollos que tomaron el lugar de sus antiguos opresores.

Quienes usufructúan hoy el poder, unas élites que ponen y quitan gobernantes, mueven y acomodan elecciones, acuerdan quienes deben tener y quienes no, cómo se reparte el mundo, cuáles instituciones se crean para controlar a los países, a las sociedades y sus gentes, manejando todos los hilos del poder y los resortes de las maquinarias, a través de las cuales conspiran contra la población mundial, contra los que buscan progresar disponiendo de sus recursos, los cuales son esquilmados, saqueados, y pasan como botín de los que se venden por treinta denarios. Qué motiva que la coba del Covid esté haciendo estragos como pandemia, no es otra cosa que el control del comercio global, lo que tiene enfrentados a las dos superpotencias globales como son China y EE.UU., es el cambio de signo de la economía dominada por Occidente hasta ahora, y la crisis generada a finales de los ochenta, y que eclosiona las bases de las finanzas, del descalabro de las bolsas y el nuevo crack, como consecuencia de la tercera guerra, en la que se definirá el Nuevo Orden Global, y quienes vivirán para contarlo. Teoría de la conspiración, pues ya no, es la pura verdad, lo dicen los expertos que alertan sobre esta nueva noticia falsa.



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Franco Orlando


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