Pildoritas 23 (año IX)

Así de simple

Otra vez con focos de violencia, aquí en el Táchira, la ultraderecha o lo que es lo mismo Voluntad Popular cuyo jefe, cual vulgar pran gira instrucciones desde donde se encuentra bien enchirolado, porque en lo único que cree es en la salida del Presidente por la vía de una guerra civil y sumados los facinerosos que se agrupan en el movimiento que ni siquiera llega a partido y que dirige esa que el pueblo ha dado en llamar María Violencia, hemos tenido que presenciar cómo encapuchados, pagados con dólares de esos de los que María V le hablaba a su interlocutor Carrera Damas en una audio difundido por los medios cuando le decía que "tenemos más plata que el gobierno" y por lo tanto son mercenarios, sin un ápice de mística, porque solo los mueve el dinero, pero también la droga y el sexo como quedó probado en las guarimbas del 2014, que dejaron como saldo 43 muertos, centenares de heridos y propiedades públicas y privadas incendiadas y destruidas.

Esta vez, quizá por la experiencia vivida se procedió rápidamente a apagar los focos que sin embargo causaron hechos repudiables como la quema de una unidad de la FANB y el intento de asesinato de las tres personas que en ella se movilizaban, entre ellas dos damas, amén de la zozobra para los vecinos de los diferentes sitios y el cierre de calles con correspondiente perturbación del tránsito.

Son cuestiones que obligan a hacernos una pregunta como la siguiente; ¿Por qué si se cuenta con la inteligencia suficiente por parte de los organismos oficiales, si prácticamente se tienen identificadas a las personas que han sido reclutadas y entrenadas para que causen los problemas que los tachirenses tenemos que soportar, no se actúa de manera preventiva para evitar que los focos se inicien?, u otra pregunta: ¿ Cómo es que a sabiendas de que una de las prácticas más utilizadas por los encapuchados es la quema de vehículos oficiales, alguien que conduce uno se atreve a internarse en la zona tomada por los delincuentes a sueldo, quienes seguramente reciben un bono especial por cada vehículo que destruyan?

Aquí no se puede hablar de ingenuidad, esos hechos se repiten casi que cada vez que se suceden acciones vandálicas, sobre todo en cercanías de la Universidades Públicas y es por ello que no se encuentra una explicación válida, como para que a estas alturas se hayan contabilizado más de treinta vehículos propiedad del Estado y de particulares quemados.

Otra más, se supone que las autoridades responsables de mantener el orden publico deberían inferir que los guarimberos tienen como uno de sus principales insumos los cauchos viejos, entonces cabe la pregunta ¿Por qué no se ha implementado una estrategia para que dichos objetos sean recogidos de todas la llamadas caucheras, de modo que la materia prima principal para la producción de guarimbas, por lo menos, se les haga difícil de conseguir a los guarimberos profesionales que son como están catalogados, sobre todo los de aquí del Táchira?.

Son muchas las formas con las que se pueden minimizar y hasta eliminar definitivamente las guarimbas, que ahora estimuladas por la falsa premisa de que todos los delitos que se cometan hasta que la supuesta ley de amnistía, bien llamada de Amnesia criminal esté en Gaceta, serán como si no existiesen.

Por ejemplo nada pasaría si los Tribunales de Justicia demuestran una mayor responsabilidad agilizando los procesos y aplicando estrictamente la Ley, sin miramientos con quienes son tan delincuentes como cualquier otro, que no soporte sus crímenes en el argumento de que los cometió con fines políticos, pues una vida que se trunque o un bien que se destruya vale igual, sin importar a quien pertenezca la mano que apretó el gatillo o lanzo la bomba incendiaria.

Es muy común escuchar a la gente drenando su estrés por los hechos violentos que nos afectan directa o indirectamente, echarle la culpa al gobierno, aquí en Táchira especialmente al Gobernador; por lo general los comentarios tienen que ver con la opinión de que hay una falta de autoridad, que el primer mandatario viaja mucho a Caracas, mientras que aquí, suceden los hechos que todos conocemos, los cuales bien pudieran evitarse en otras circunstancias y con estrategias claras y en base a las experiencias que ya se tienen, por lo que es inaceptable que se permita su reedición de una manera tan fácil y que por ejemplo en la Universidad Católica del Táchira como en las públicas, no se ha procedido a llamar al botón a sus autoridades para que expliquen cuál es la razón por la que permiten la frecuencia de acciones violentas que tienen esas casas de estudio como bases y por qué no hay una autoridad judicial que tenga las agallas de dictar una medida cautelar a favor de los vecinos de las universidades que con inusitada frecuencia se ven afectados en sus vidas y trabajos.-

Un juez que se precie de ser parte importante y necesaria de la ejecución de la legalidad no debería esperar a que se cumplan protocolos innecesarios para proceder a proteger vidas y bienes, debería actuar por noticiae criminis con medidas cautelares o por ejemplo a través de un amparo, pues al hacerlo puede estar evitando que se repitan actos tan detestables como los que nos llevaron a estar lamentando hoy, la muerte de 43 seres humanos y el sufrimiento de cientos de víctimas a lo que se suma el dolor de su parientes y amigos.-

Recordemos que nuestra constitución establece que por encima del derecho está la justicia, por lo cual en casos como estos, los jueces deberían ir acostumbrando a los defensores de crímenes cometidos por políticos o por sus sicarios a que se vayan olvidando de atajos legales absurdos y acepten que en hechos como los vividos en el 2014 no hay ni habrá ley de amnistía que valga, entre otras cosas porque no van a encontrar autoridad que la ejecute, así de simple.-



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Saúl Molina


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