¿Hasta cuándo mantenemos parásitos con dólares del petróleo?

Históricamente la economía venezolana se ha caracterizado por el saqueo de la renta petrolera, los grandes empresarios han sido los principales o únicos protagonistas del festín, su apetito voraz e insaciable, les ha hecho ingerir dólares hasta el hartazgo importando prácticamente cualquier cosa, luego revenderla en el mercado interno al Pueblo, captar bolívares, seguidamente comprar dólares del Estado o en su defecto en el mercado paralelo, todo un círculo vicioso.

Durante la última bonanza petrolera, se abrió el chorro de petrodólares no solamente para los ricos de siempre, sino también para la población excluida históricamente, a través de un cupo viajero, compras por internet, remesas en el extranjero, pago de pensiones en dólares, pasajes de avión regalados, etc. Era verdaderamente un mundo increíble, podías viajar dos veces al año, podías hacer parrillas en tu casa todos los fines de semana, nos convertimos en catadores de los mejores wiskys y vinos, podías mandar tu hijo al extranjero, aprender otro idioma; era el "vivir viviendo", sin embargo el "nuevo rico" tierrúo" mal agradecido y escuálido, acostumbrado a montarse en el metro o en camioneticas para ir a su casa, se quejaba de lo mal que estaba siendo manejado el País, haciendo la cola en el aeropuerto recién remodelado para tomar un avión de Lufthansa, con por supuesto, los infaltables 3 mil dólares en la tarjeta de crédito para irlos a "raspar" al exterior. Todo este despilfarro por cuenta del Estado Venezolano.

Siempre he estado en contra de dilapidar dinero de la renta petrolera, pero hemos cometido el mismo error durante un siglo, no obstante el Presidente Maduro ha dado muestras contundentes de cambiar esta manera de administrar, en un grado macro redimensionando los acuerdos petroleros que habían sido lesivos para nuestras arcas, en razón que muchos países socios se aprovecharon de la buena fe solidaria de Venezuela y del Comandante Supremo Chávez, no honrando compromisos adquiridos o negándonos sus gobiernos ayuda, sobre todo alimenticia en la crisis del 2016, países como Uruguay cuando solicitamos que nos vendieran 300 millones de dólares en comida, nos pidieron que pagáramos por adelantado, o la República Dominicana que no pagó los 8 mil millones de dólares que debía en factura petrolera, por lo que tuvimos que vender la mitad a los bancos extranjeros, que si les van a cobrar cada céntimo, mascullé de la rabia cuando leí esas noticias.

Hemos aprendido mucho de la crisis del 2016, la principal lección es que casi perdimos la Revolución por falta de dinero, una vez en clases critiqué la política petrolera que estábamos llevando, me parecía que era la repetición de los Acuerdos de San José, un profesor me dijo que éramos el País de Bolívar y que por eso éramos así, solidarios, pero le recordé que Bolívar había puesto al servicio de una causa su fortuna personal, dinero no trabajado por él, sino por su progenitores explotadores de negros y peones en sus haciendas, no dinero del Estado, en parte era una reivindicación su actitud.

Hace un par de años, cuando estaba en plena efervescencia la Crisis en Ucrania, cuando sacaron del poder a Viktor Yanukovich, Rusia daba facilidades en la compra de gas y petróleo a su vecino, un "fiao" en palabras coloquiales, sin embargo cuando cambiaron las circunstancias políticas y entró el gobierno de Poroshenko con sus fascistas, simplemente pasaron a la modalidad de prepago del gas, y quedarse sin combustible en esas latitudes es peor que un tiro en la cabeza, por lo que Putin obligó a sus socios en Europa a pagar la factura que debía Ucrania, bajo la amenaza de cerrar nuevamente la tubería.

Por esto, debemos aprender a dar valor a nuestros recursos y los dólares que generamos con ellos, los cuales son para hacer viviendas dignas de interés social, educación, salud, financiamiento de misiones y grandes misiones, compra y fabricación de armamentos, pago de empleados públicos y pensiones, entre otros; no podemos despilfarrarlos en estupideces como las que leí esta mañana sobre un grupo de venezolanos que están protestando en España porque no se les ha pagado la pensión en dólares.

Hice un ejercicio elemental, reclaman la pensión a 10 bolívares cada dólar, si cobran una pensión de 40.000 bolívares, serían unos 4 mil dólares mensuales al cambio, dicen que durante 22 meses no les han depositado y son unos 12 mil que están en esa situación, lo que me dio la sorprendente cifra de 1.056 millones de dólares por este concepto, todos pagados por Papá Estado, yo he visto sinvergüenzas pero estos se pasan de pedigüeños y lambucios.

Debo recordar algo a las personas que se sienten aludidas por mis comentarios, en el Mundo cuando la gente migra, manda plata para sus países de origen, de hecho los emigrantes y sus remesas son la principal fuente de divisas en todos los países de América Latina excepto Venezuela, donde hay que enviarles dólares del petróleo a ustedes, si, parásitos, para que anden dándose vida de reyes y hablando pestes de la Revolución, cosa que se las acepto, por cuanto soy un demócrata y un republicano, pero lo que no me parece lógico es que un abuelo en mi Patria esté conforme y hasta contento con 40 mil bolívares y ustedes estén por allá chillando y mal poniendo al País porque no les han dado miles o decenas de miles de euros, que ojo, jamás han debido dárselos a precios preferenciales, sino a la tasa de dólar paralelo para que hablen mal pero con gusto de Venezuela.

Por último, les recomiendo que se pongan a trabajar, porque en esos países que los acogieron las edades para jubilarse fueron aumentadas, por cuanto están en el sistema neoliberal ¿no querían irse a un país desarrollado pues?, hasta una próxima oportunidad.



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Jesús Millán Alejos


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