Hay que tener valores y principios bien fundamentados y consolidados para
soportar y superar las presiones internas y externas que, por supuesto, han
debido oponerse a las medidas contra la especulación, argumentando supuestos
escenarios y consecuencias no deseadas. A pesar de todos estos obstáculos,
nuestro Comandante Nicolás Maduro tomó la gran decisión histórica. ¡Qué gran
relevista nos dejó el Comandante Chávez!
Estoy plenamente convencido que fue su origen obrero, humilde, lo que le
permitió entender lo que duele el salario y todos los malabarismos que deben
hacer nuestras humildes familias de los sectores populares y de clase media para
estirar los realitos. Sólo los que venimos de bien abajo, los que desde niños
hemos tenido que salir a la calle a trabajar y aún no hemos perdido nuestras
raíces, valores y principios, podemos entender estas cosas, dijo el poeta. Porque
es allí, en la calle luchando, trabajando, donde se forjan los hombres y mujeres de
valor, los cuatriboleados. Con todo el respeto que me merece nuestro querido
Presidente obrero, no tengo la menor duda en afirmar que en Maduro tenemos
un Presidente cuatriboleado, un Presidente con las bolas bien puestas, como
en este momento necesitamos para enfrentar a la burguesía parasitaria, en esta
larga batalla que se avecina. Se equivocaron los que pensaron otra cosa.
Gran alegría se percibe entre la gente de a pie, clase media, trabajadores,
amas de casa, transportistas, profesionales, estudiantes, con las medidas
que de manera valiente y corajuda ha tomado el Presidente Maduro, contra
la especulación, el sobreprecio, el re-marcaje, de los señores de la burguesía
parasitaria, en un verdadero asalto al bolsillo de todos los venezolanos.
Observando con mucha atención los acontecimientos en pleno desarrollo, sería
ingenuo pensar que esta burguesía parasitaria se va a quedar con los brazos
cruzados ante esta genial jugada del Jefe de Estado.
Hagamos un poco de historia, para recordar cuál ha sido el comportamiento de
la burguesía parasitaria: estuvieron al frente del golpe de estado del 11 de abril
de 2002, y cuando el Comandante Chávez llamó a esta burguesía al diálogo
y se crearon mesas de trabajo, por debajo continuaron confabulando y luego
arremetieron con el paro petrolero. Luego del triunfo presidencial de Nicolás