En auxilio de los banqueros, un economista neoliberal sostendrá que la razón de ser capitalista tiene su lógica. Dirá que este egoísmo no debe verse como un pecado. La teoría neoclásica supone que mientras busca el lucro, el banquero logra -sin proponérselo- el beneficio de todos nosotros: da empleo, da créditos y da fe en el capitalismo. Adicionalmente, el banquero puede tener un corazón filantrópico y sus fundaciones ayudan a pobres y necesitados.
Keynes decía: “Banca y banqueros por naturaleza son ciegos”. Congénitamente, los banqueros no son solidarios: cuando ven que otros bancos están con problemas de liquidez, cierran los préstamos que se hacen entre ellos o aumentan la tasa overnight al cielo. Si los bancos pequeños están en serios problemas, la naturaleza banquera reflejará el brillo del deseo en el rostro de los grandes para apropiarse de los restos de los pequeños moribundos. Es otra regla de la acumulación capitalista que le simpatiza a la banca privada: la concentración y centralización de capitales. En episodios de grandes desbalances en la banca, lo que para la mayoría de los trabajadores es un drama -expresado en pérdidas de empleo, de producción, de sus viviendas-, para la banca es un proceso normal dentro de su existencia. Los banqueros pueden tomar su jet privado e ir a cenar a Nueva York o a Miami. O cuando la lujuria de la especulación muestra su patrón delictivo, pueden esfumarse, como en 1994 ¿Recuerdan?
*Director BCV
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…el estímulo moral, la creación de una nueva conciencia socialista, es el punto en que debemos apoyarnos y hacia donde debemos ir, y hacer énfasis en él.
El estímulo material es el rezago del pasado, es aquello con lo que hay que contar, pero a lo que hay que ir quitándole preponderancia en la conciencia de la gente a medida que avance el proceso. Uno está en decidido proceso de ascenso; el otro debe estar en decidido proceso de extinción. El estímulo material no participará en la nueva sociedad que se crea, se extinguirá en el camino y hay que preparar las condiciones para que el tipo de movilización que hoy es efectiva, vaya perdiendo cada vez más su importancia y la vaya ocupando el estímulo moral, el sentido del deber, la nueva conciencia revolucionaria.
Ernesto "Che" Guevara, 24 de marzo de 1963.