El callejón sin salida de Baduel

Lo que quizás le faltó a Baduel para haberse consolidado como un auténtico líder de este proceso revolucionario fue estudiar la epísteme misma que acompaña a los procesos revolucionarios luego de que Carlos Marx estudiara el devenir del desarrollo histórico de las sociedades, las cuales no responden al capricho de un grupo de hombres iluminados, tampoco a cuerpos teóricos excelsos, sino a las leyes objetivas del desarrollo de las fuerzas productivas y a la dialéctica que implica la conformación de las clases sociales y la lucha que se da entre ellas.

Como diría el Vicerrector de la Universidad Bolivariana de Venezuela, Luis Damiani, todo el aporte teórico que nos legara Carlos Marx vino a desmontar toda la filosofía política, económica y social sobre las cuales se construyó occidente, que persiguió en última instancia justificar la existencia misma de la propiedad privada y de la explotación del hombre por el hombre, así como ocultar su origen, escondiéndose detrás de polémicas que siglos tras siglos planteaban en el fondo una misma problemática sin encontrar su causa.

Entender esto significa conocer que ni la Constitución del 99, ni la reforma propuesta para ser votada el 02 de diciembre del 2007 se dan fuera del contexto histórico del desarrollo de las fuerzas productiva en Venezuela ni de la luchas de clases que esta envuelve. Mucho menos de la situación internacional concreta donde se desenvuelve. No se trata de defender ó aferrarse a la letra de un artículo o una ley, bandera típicamente burguesa, para después violarla, sino de sentar las bases reales y concretas de una nueva sociedad cuyo espíritu no se gesta en los discursos ni en las escrituras, sino en la práctica social de los individuos, clases, pueblos y grupos humanos.

Una constitución no para limitar sino para impulsar la Revolución

En nueve años de Revolución Bolivariana las transformaciones que esta ha logrado en todos los órdenes, y que Baduel niega, exigen que la Constitución sea reformada precisamente para adecuar esta nueva realidad a un marco jurídico que le permita desarrollarse aún con más fuerza, dado que esta revolución ha decidido transitar por caminos pacíficos por voluntad de su propio devenir histórico. Al contrario de la función que Baduel asigna a una constitución, “poner límite al poder”, la Ley fundamental de una República que desde su preámbulo refrenda el poder protagónico y participativo del pueblo, es para abrirle cauces a los poderes creadores del pueblo, como los llamara nuestro Aquiles Nazca, el verdadero poder y no para limitar a unos poderes formales constituidos, que a la hora de ejercer el poder, lo pueden hacer sin miramientos, como ocurrió con todas las constituciones burguesas que se conozcan, las cuales jamás impidieron los genocidios, las masacres, desapariciones, torturas, asesinatos, de sus propios pueblos.

El insistir, como lo hizo Baduel en su rueda de prensa en especie de guión preconcebido, que la Reforma propuesta a la Constitución es para darle todos los poderes al poder constituido, y para quitárselo al pueblo, es desconocer la naturaleza real del proceso que se ha ido materializando en Venezuela, donde cómo nunca, hasta los indigentes reclaman los artículos de la Constitución a los cuales se sienten con derecho, y se ha caracterizado por el ejercicio de un poder constituyente. De hecho, el impulso de las misiones son parte de ese proceso, así como de los consejos comunales.

La arrogancia de Baduel, ó los intereses creados en su persona ó alrededor de él, lo llevan a ignorar que cuando fue en la misión de rescatar a nuestro Presidente del secuestro que pretendía imponerle el golpe de estado efectuado contra la Revolución Bolivariana el 11 de abril, no fue para reestablecer el poder constituido como siempre lo señala, sino para iniciar la profundización del proceso constituyente que implicó el 13 de abril, y que no se realizó precisamente en los hemiciclos y ni en los cotos cerrados de los parlamentos sino en el fragor de las luchas sociales y en la construcción de las nuevas formas de participación que ha creado este proceso bolivariano.

A veces pasa, somos extraños a nuestras propias creaciones y al desconocerlo, las sacrificamos. Baduel se enajenó de su propia criatura.


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Carmen Cecilia Lara

Profesora de comunicación social de la UBV

 sathya954@yahoo.com

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