Cambur Pintón

Cada persona que a opinar se aficione ha de saber que todo es relativo y que el pueblo no es pendejo; luego, tratar de creer que él —el rolitranco´e blabis— se las sabe todas, es erróneo y estéril.

Hay tantas realidades como puntos de vista pero suelen haber claves recurrentes en la mayoría de la cosmovisión popular de cada quien, una de las cuales creo que es la dignidad del pueblo; otra reside posiblemente en su noción de contexto, ésto demasiado importante desde mi modo de ver las cosas.

A ver si me explico, hoy a las 11 de la mañana me subí adrede a un destartalado bus para husmear tangencialmente lo que ahí sucede a esa hora en que muchos compatriotas vienen del mercado municipal con sus bolsas de comida; otros de y hacia el hospital.

— ...parada tal, cual, etc. – dice el recolector : ... licorería, puentecito, miranda, vuelta´elapantaleta (avemaríapurísima), calle sur, y tal y que sé yo…

— ¡Puentecito!

Y, más alante (valga así) retruca otro pasajero: ¡camburpintón!

Oocñ, se me prendió el bombillo y de ahí este discurrir extraído de esa realidad. Eh,

evoqué haber visto en la pantallita años ha una interesante entrevista realizada por no recuerdo que periodista al Doctor Juan Pablo Pérez Alfonso.

La entrevista giró sobre el asunto petrolero, recuerdo, pero al parecer había habido una noticia falsa al respecto y de la cual, ni la O por lo redondo tengo noción de que se trataba pero si tengo presente la frase con la que el distinguido adeco, respetable hombre, Pérez Alfonso, remató su respuesta: "...para conocer la verdad hay que ir a la fuente fidedigna…"

Antes de entrar en materia permítaseme otra digresión: en una entrevista que le hicieran al "Gabo" —Gabriel García Márquez—, el entrevistador le preguntó que cómo él resolvía los problemas con su mujer, a lo que aquél respondió que él resolvía sus problemas con su mujer, no discutiendo.

Y, para ir al hueso del asunto, ¡la cosa está pelúa!, cierto, pero este la mar querido pueblo venezolano no es llorica y yo estimo que hay una razón de peso: su alto nivel de consciencia.

Ir al combate como el que va para una fiesta, así va el pueblo a trabajar todos los días; al esforzado y sufrido pueblo trabajador venezolano ya no le quedan lágrimas que derramar dado el ataque de que ha sido objeto por la oposición lacaya, arrastrada y chupasangre.

Y un detallito, nada más que un detallito que se le escapa a Voz de Niño León, a Vladimir Villegas, a Toby Valderrama (el de Rafael Ramírez y de Cliver Alcalá), a Maríamachado y a su Muñeco de Tualet de Tapa y pare de contar a etcéteras como Guaidó, y es que este pueblo sabe que lo más importante de escudriñar la realidad no es sólo aprehenderla, conocerla in situ sino saber hacia donde se mueve ésta.

Saber por qué el cambur verde mancha, saber que si el cambur está pintón es porque mañana estará maduro, no verde ni blanco.

Cuando un pueblo tiene consciencia del poder no se deja esclavizar y la única manera de acceder al poder es con la Revolución Bolivariana porque por el otro bando lo que le amenaza es la esclavitud y ser esclavo es una inmoralidad y una tragedia. Un pueblo digno no se deja esclavizar jamás.

Plátano verde mañana será Maduro.

Ñapita:

Para pasar de un mundo a otro usted necesita una clave al menos, así como para usted entrar a su casa necesita una llave y además que ésta no esté extraviada; e igual, para cambiar de esta sofocante situación a la que Guaidó y su perendenguero de arrastraos suplicaron a Obama, a Trump y a Baiden que nos amenazaran, el pueblo debe apelar a su dignidad y a su consciencia de patria, a su noción de contexto.



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Guillermo Guzmán


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