Dios!, pero qué bellas dentaduras y arrebatadoras papadas en el Edmundo y la Yoris…

  1. En este año de campaña electoral están desatados los fakes y los burdos inventos contra el gobierno y sus líderes más destacados. Lo más seguro, es que ese video que han hecho correr por las redes se trate de un montaje con Inteligencia Artificial. Pero en todo caso, aquí desvelaremos esa profunda inmundicia de estos repugnantes y vomitivos opositores. Algo bien bajo y asqueroso, típico de sus cloacas, como cuando celebraban y se reían del cáncer que padecía el Comandante Chávez, de las bembas de los negros, de los tierrúos, de los pata en el suelo...¿Es que no se darán cuenta de que lo dicen o muestran, les delata la ínfima o cero condición humana que tienen?

  2. ¿Pero, quién carajo, imbéciles opositores, después de los cincuenta o sesenta años no tiene problemas en su dentadura? Claro que Betancourt, Leoni, Caldera, Luis Herrera y Lusinchi, todos usaron planchas, y las tenían para escoger, en estuches anacarados. Por cierto, al pobre Luis Alfaro Ucero, en vísperas de la campaña electoral de 1998, se mandó a hacer unas espectaculares planchas que le costaron harto billete y que se las hicieron tan finas que el color de aquellos dientes (muy blancos) para nada eran adecuados a su edad. Pero a este adeco le sobraban los dólares para jamás parecer un desdentado, ni para que se le desajustasen. Qué gran caché el suyo.

  3. Señores imbéciles de la oposición, vean la dentadura de la reina Camila Parker, búsquenlo por internet y deleitense con el sarro y la negrura de sus encías, colmillos, premolares y enjarjes. Ya que a ustedes opositores les encanta las asquerosidades, por favor, hurguen en las fofas carnes de la Hillary Clinton y sus destrozadas endejas, aunque bien postizas. Véanle, están claritas, las muecas ateridas de prótesis por doquier en la dientera artificial de Trump.

  4. Realmente es inconcebible la estupidez de esta gente opositora por las redes que desnudan toda su pútrida mente ante el mundo. Allí tienen al Edmundo infringiéndose toquecitos en sus extinguidas gónadas, imposibilitado ya de razonar y de decir algo que valga la pena, también con fornidas planchas. ¿Por quién carajo puede decir que a los sesenta o setenta no tiene problemas con su dentadura? Ahí está ese rostro abotaga, nulo, gris, sin alma del Edmundo, que sí es lo peor que le puede pasar a un ser humano. Pueda que tenga todos los dientes con esmalte de niño, pero es un vulgar y miserable racista, que habla de la peor manera de los indios, de los negros y de las mujeres (de las cucharas)…

  5. Chávez hablaba con especial atención hacia los desdentados, hacia los de abajo. Los del pueblo, los sufridos, y de esos que también encontramos en todos los niveles de nuestra revolución. No es para avergonzarnos ni mucho menos…



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José Sant Roz

Director de Ensartaos.com.ve. Profesor de matemáticas en la Universidad de Los Andes (ULA). autor de más de veinte libros sobre política e historia.

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