Oportunidad de oro para insistir con lo del desarrollo forestal venezolano

Celebro la nueva victoria revolucionaria. Otra importante batalla hemos ganado y contamos ahora con una nueva Asamblea Nacional. Se abren así nuevas puertas, nuevas posibilidades: rescatar logros y avanzar en la construcción de la Venezuela Potencia Socialista, y en lo particular, avanzar en la construcción de la Venezuela Potencial Forestal Ecosocialista.

Previa a las elecciones del 6 de diciembre pasado el PSUV abrió espacios para recibir propuestas legislativas; yo aproveché la ocasión para volver a plantear lo que creo son necesidades instrumentales en pos del desarrollo forestal posible de la Venezuela Socialista del siglo XXI.

Rol principal puede cumplir la AN en el proceso de convertir a nuestro país en potencia forestal latinoamericana, tropical y mundial. Convertirnos en potencia no solo por los aportes en bienes y servicios, no solo por lo que puede significar en generación de divisas, no nada más por los cientos de miles de puestos de trabajo que emergerían, sino también por representar una nueva manera de vivir social e individualmente, por la transformación cultural e ideológica que implica el hecho de pasar de ser una sociedad que vive de la renta petrolera a una sociedad que entiende, por palparlo, por "entrar por el estómago", que nuestro sustento ocurre gracias al cuido de las relaciones ecológicas, que proviene de nuestros bosques, nativos y plantados, de nuestra fauna, de nuestra flora, de nuestras aguas y suelos, y hasta de nuestras abejas.

A la verdad, el compromiso y los retos en materia forestal – ambiental, son de todas y todos nosotros, poderes públicos, pueblo organizado, sector productivo, gremios profesionales y técnicos, centros de investigación, universidades; pero el Poder Legislativo, y obviamente, el Ejecutivo, tienen rol fundamental.

Desarrollar un sector forestal productivo sostenible, sólido, imperecedero, generador de bienestar constante, requiere de muchas acciones, de mucho intelecto y de mucha acción planificada (bien pensada).

Requerimos de una "Política de Estado", única y coherente, basada en nuestras potencialidades y que visualiza las debilidades y las amenazas; una declaración que dibuje nitidamente el "hacia dónde queremos/debemos ir" (metas) y el "cómo hacerlo" (conjunto de estrategias y acciones). Una política de Estado que verse sobre "Desarrollo Forestal Productivo", independientemente del conjunto de otras políticas que en materia de recursos naturales, conservación, bosques, tierras, ambiente, deben existir. Una política específica para guiarnos como nación hacia el desarrollo forestal máximo posible, sostenible, ecosocialista. Esta política para el desarrollo forestal, "de Estado", no la tenemos. Nuestros Gobiernos quintorepublicanos han venido direccionando el acontecer forestal a la sazón de lo que mejor crea el ministro de turno, lo que ha producido vaivenes, incoherencias y, en definitiva, errores, parálisis y fracasos.

Requerimos también de una legislación orientada por igual, a la tarea de desarrollar productivamente el sector forestal venezolano. Necesitamos una "Ley para el Desarrollo Productivo Sostenible del sector Forestal Venezolano". No se trata de nuestra ya vigente "Ley de Bosques"; esta "Ley para el Desarrollo Forestal" debe ir más allá.

La Ley de bosques, de primordial importancia, solo define conceptos y señala procedimientos orientados a la conservación, mejoramiento, protección y uso del "Patrimonio Forestal" nacional, pero no aborda con la amplitud ni la profundidad necesaria las estrategías, acciones posibles, mecanismos y normativas direccionadas a cómo desarrollar productivamente tal potencia patrimonial que poseemos; de hecho, solo toca el tema del desarrollo productivo, de soslayo.

Una "Ley de Desarrollo Forestal" se apoya en la Ley de Bosques, y debe identificar, desglosar y pautar varios aspectos: a) áreas geográficas "especiales" para establecer allí proyectos y cómo acceder a ellas; b) identificar, tipificar y brindar respaldos diferenciales a los distintos actores de las cadenas productivas: productores primarios, manejadores de bosques, industriales, artesanos, carpinteros, muebleros, plantadores, etc.; c) Tipificar y pautar apoyos, promoción y premiación a iniciativas productivas; d) pautar, promover y premiar la organización socio productiva forestal; e) debe brindar facilidades fiscales y financieras; f) debe especificar beneficios/facilidades/excepciones en materia de exportación e importación; g) debe apoyar y abrirle las puertas del financiamiento público y privado al asunto forestal nacional; h) debe señalar pautas para permitir y apoyar inversión extranjera y establecer alianzas estratégicas y comerciales, cosas o temas que poco o nada son debidamente desarrollados por la Ley de Bosques.

Creo que, más que "una" Ley, para darle soporte debido al desarrollo forestal posible, nuestra AN debe laborar para conformar un conjunto de leyes atinentes, por ejemplo, además de la "ley para el desarrollo forestal": i) Ley de Promoción a la organización socio productiva forestal (EPS, empresas comunales, empresas gremiales, empresas familiares, cooperativas) donde indudablemente deberán abordarse los temas del muy prometedor "Manejo Forestal Comunitario" y de la cúspide de la organzación social – política – productiva y de vida en definitiva, la "Comuna Forestal"; ii) Ley de ordenamiento territorial especial para el desarrollo forestal (Zonas Económicas Forestales Especiales, Distritos Motores de Desarrollo Forestal y Agroforestal, Unidades de Manejo Forestal y Agroforestal, Poligonales de Proyectos, etc.).

Debe también nuestra nueva AN revisar instrumentos legales ya existentes, como por ejemplo la Ley de Bosques (especialmente lo referente al concepto de "Patrimonio Forestal") y la legislación sobre tierras (especialmente la posibilidad de establecer proyectos forestales sobre suelos con distintas capacidades de uso o aptitudes).

Otra herramienta clave para triunfar en la pretensión de éxito en el desarrollo de nuestra potencialidad, lo constituye el "Plan de Acción", un "Plan Nacional de Desarrollo Forestal". Con política o políticas asertivas y con un cuerpo legal bien definido, corresponde así preparar planes de trabajo, a largo mediano y corto plazo, estratégicos y tácticos. Cómo, cuándo, con qué, quiénes, son elementos que deben estar clara y muy precisamente especificados, recordando siempre que todo plan es posible de éxito si es realista, ambicioso pero bien sopesado. Esta planificación corresponde al Poder Ejecutivo en sus distintas instancias.

El cuarto elemento clave para tener éxito en materia forestal es la concentración o adscripción a un solo ente nacional "Rector" de la política de desarrollo forestal, planificador (-co) – conductor – coordinador - ejecutor (-co). Uno de nuestros errores en los distintos esfuerzos que hemos realizado para "lanzar" nuestra potencia forestal lo ha sido la desagregación o alta dispersión de entes (organismos de dirección, de fiscalización, de ejecución) que tienen competencia sobre el asunto forestal productivo. Necesitamos a "alguien" que funja de líder forestal nacional, que haga sinergia con todos los actores públicos sociales y privados, que promueva, que construya plataformas, que aglutine fortalezas, que marque un camino por donde todos transitar con coherencia, posibilitando apuntar todos los esfuerzos a objetivos comunes acordados.

Es propicia la ocasión para hacer referencia a la reciente creación de la "Zona Económica Especial Militar de Desarrollo Forestal Altiplanicie de Nuria" y de la "Empresa Militar para el Desarrollo Sustentable de Productos Forestales y Recursos Naturales S.A.", por decretos presidenciales aparecidos en Gaceta Oficial n° 42.034 de fecha 22 de diciembre de 2020. Varios colegas y otras personas relacionadas al sector, me han llamado la atención a este respecto y piden mi opinión. Expondré la misma en próxima entrega.

Mucho está por hacerse en materia forestal, hasta ahora sólo algunos disparos tímidos e inconexos han tenido algún éxito; las grandes iniciativas (los dos o tres lanzamientos del denominado "Motor Forestal") no han prosperado. Ahora con esta "alianza perfecta" Ejecutivo – Legislativo – Pueblo Decidido, podemos contar otra historia.

¡No nos está permitido equivocarnos otra vez!

¡Chávez Vive!

Ing. For. Inocencio Soto C.

Maturín, 07 de enero de 2021.

 



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Inocencio Soto C.

Ingeniero Forestal

 ingenieroisoto@gmail.com

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