Incertidumbre y preocupación ante la detención de Javier Vivas Santana.....

Todos los columnistas de Aporrea, deberíamos pronunciarnos en torno a la detención de Vivas Santana, incluso los que defienden al gobierno nacional, en cuya posición están convencidos que defienden la patria, bajo la égida de un gobierno "autocalificado de humanista, respetuoso del Estado de Derecho y campeón en la defensa de los derechos humanos" ; bueno, esa es su posición que respetamos como lo haría cualquier demócrata, medianamente inteligente; pero que, al no compartirla la combatimos en el plano de las ideas, bien lejos de la persecución, la cárcel y la tortura.

¿Incertidumbre? Hasta el momento que escribo estas líneas, domingo 29, 10 p.m. solo he visto en Aporrea, la preocupación de Memo, Yuri y Obed; uno de ellos planteaba, que la noticia de la detención, salió en Aporrea y luego fue retirada. Nos preguntamos entonces: ¿Por qué ocurriría eso, tan inusual cuando hay un detenido, independientemente de la causal que indique el gobierno? ¿Será que desmintieron la noticia? ¿Qué está pasando en realidad? ¿Lo pondrían en libertad y Javier no ha podido informar por alguna causa mayor? ¿Estará siendo maltratado si está detenido?

¿Preocupación? ¿Quién no se preocuparía conociendo las actuaciones del DGCIM en esta coyuntura, denunciadas por desertores de la FANB, como el ex director del SEBIN? ‘¿Cómo no preocuparse con las denuncias contra el DGCIM, por muchas detenciones arbitrarias, maltratos físicos, torturas y muertes de detenidos?

Al efecto de la preocupación, traeré a colación, dos casos emblemáticos, que seguramente el gobierno, paladín de los derechos humanos, calificaría de puntuales y no políticas implícitas de estado:

José Alberto Marulanda, Médico Cirujano, detenido por el DGCIM el 20 de mayo del 2018, luego llevado al SEBIN, presentado al tribunal militar el 24 de mayo, lo llevaron por la puerta de atrás, no se le permitió defensa; por las torturas recibidas quedó sordo del oído derecho y perdió la sensibilidad en ambas manos. Fue detenido por que mantenía una relación sentimental con una Oficial de la FANB, sospechosa de participar en reuniones conspirativas contra el Presidente Maduro.

Rafael Acosta Arévalo, Capitán de Corbeta detenido por DGCIM y SEBIN, junto a otras seis personas, entre militares y policías activos, retirados, así como, comisarios del CICPC; fue anunciada su detención seis días después de su desaparición, por el Ministro de Comunicaciones y Turismo, Jorge Rodríguez el 26 de junio del 2019, presentado al tribunal militar dos días después, donde llegó en una silla de ruedas con graves indicios de torturas.

Los funcionarios de la DGCIM impidieron que la entrevista con sus abogados fuera privada. El Capitán presentaba muchos golpes en los brazos, poca sensibilidad en las manos, inflamación extrema en los pies, rastros de sangre en las uñas lesiones en el torso.

El detenido no podía mover las manos, ni los pies, tampoco podía levantarse, ni hablar, con la excepción de aceptar el nombramiento de su defensor y de pedirle auxilio a su abogado.

El juez, observando las condiciones del Capitán, ordenó su traslado al Hospital Militar del Ejército, en Fuerte Tiuna, Dr. Vicente Salias Sanoja, "Hospitalito", suspendió la audiencia de presentación y posteriormente anunció que Arévalo había fallecido la noche del día del ingreso.

Por cierto, un dato curioso, según Wikipedia, después que las denuncias de los hechos se hicieran públicas, sobre el caso Acosta Arévalo, no se podía ingresar el hashtag de «DGCIM» como búsqueda en la plataforma Twitter, presuntamente por un bloqueo.

Para algunos estudiosos de la tortura, como mecanismo de terror, es una forma de quebrantar al ser humano, degradarle, romper sus defensas físicas y psíquicas y su entorno. Es un grado máximo de sufrimiento, infligido por representantes del Estado y/o con anuencia de este; lo trascendente de la abominable tortura, es su anti humanismo, por lo que es contradictorio con una práctica de izquierda y con el socialismo, jamás podrá haber una justificación o explicación de su práctica.

Ing. Roger Lázaro

rolazarovillanueva2018@gmail.com

El 28 de junio, Rafael Arévalo fue trasladado por una comisión del DGCIM a la sede del tribunal militar para realizar su audiencia de presentación, donde llegó en una silla de ruedas con graves indicios de torturas. Los funcionarios de la DGCIM impidieron que la entrevista con sus abogados fuera privada. El capítán presentaba muchas excoriaciones en los brazos, poca sensibilidad en las manos, inflamación extrema en los pies, rastros de sangre en las uñas lesiones en el torso. Rafael tampoco era capaz de mover las manos o los pies, de poder levantarse o de hablar, con la excepción de aceptar el nombramiento de su defensor y de pedirle auxilio a su abogado.6

El juez ordenó que el capitán fuera trasladado al Hospital Militar del Ejército Dr. Vicente Salias Sanoja, "Hospitalito", ubicado en Fuerte Tiuna,789​ al observar su crítico estado físico y su audiencia de presentación fue pospuesta. Más adelante el juez de la causa comunicó que Rafael Arévalo había fallecido en la noche en el hospital.6

Después de que las denuncias de los hechos se hicieran públicas, no se podía ingresar el hashtag de «DGCIM» como búsqueda en la plataforma Twitter, presuntamente por un bloqueo.10



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Roger Lázaro


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