A propósito del Decreto para la seguridad de plataforma continental del Delta del Orinoco, suscrito por el Ejecutivo Nacional el 28/12, pertinente y oportunamente, que implica un paso muy positivo hacia la concreción oficial de la misma, sería muy conveniente si se considera, aparte de la delimitación ya existente con Trinidad & Tobago, el proceso de gradación del río Orinoco, por incremento de los espacios deltaicos muy extensos, que está generando un acercamiento progresivo de territorio entre ambas naciones, sobre lo cual existen estudios muy formales efectuados por la Escuela de Geografía, UCV, así como por PDVSA más el "ENTORNO FINAL PLATAFORMA DELTANA" a cargo de INTECMAR/UDO ya que dicho fenómeno podría originar situaciones geopolíticas, tal y como lo revelan dichos análisis. Por tanto, sería una razón de peso para revisar la estrategia nacional sobre el Esequibo ya que la proyección marítima del estado Delta Amacuro, mejor conocida como fachada Atlántica, el golfo de Paria (7800 km cuadrados) es un espacio político-militar, donde se hallan reservas probadas equivalentes a unos 38 billones de pies cúbicos de gas natural, según PDVSA, detectados en la frontera marítima Trinidad & Tobago/Venezuela. Y, representa cerca de un 70 % de la plataforma continental de dicha entidad, que proyecta su ZEE, espacio sobre el cual el Servicio Geológico de los EEUU (USGS, por sus siglas en inglés) ya ha efectuado las estimaciones pertinentes, razón suficiente por la que Venezuela debería actuar, sin más retraso a la formalización de ese espacio, pues en virtud de las delimitaciones con Trinidad & Tobago, más de la mitad del mismo (un 63 %) nos pertenece ya que compartimos con Trinidad &Tobago un espacio de alta rentabilidad en recursos naturales.
(*) Coordinador académici Instituto de Estudios Fronterizoa de Venezuela (IDEFV)