Cual Lázaro caído, el pueblo chavista resurgió de las cenizas. Con la participación del 61 % del registro electoral, el Gran Polo Patriótico triunfó en 18 de los 23 estados, 54% de los votos a nivel nacional, con una diferencia de 900 mil votos, lo que representa el 9% más que los votos de la oposición. A pesar de la guerra económica, los sabotajes, la burocracia y la corrupción, el pueblo chavista sacó la estirpe de los libertadores, de la resistencia indígena, de los afrodescendientes, del mestizaje nuestroamericano para reconstruir mayoría en la Republica Bolivariana de Venezuela. Ganó el poder popular, la unidad de los revolucionarios, el pueblo consciente y la organización social contra tanto atropello, guerra por todos los medios y la injerencia. Ganaron los patriotas, los defensores de la soberanía, la independencia y el antiimperialismo. Ganó la Paz, la constituyente, la solidaridad internacional y la Patria Grande. Ganó la verdad.
En contraparte la oposición ganó en 5 estados. Ante la repetida mentira que son mayoría arrolladora, los resultados electorales los debe llamar a la reflexión, a evaluar sus estrategias y revisar sus actos. Esta mentira repetida mil veces por las redes y los medios hace que los dirigentes opositores terminen creyendo sus falsedades. En estas elecciones perdió el liderazgo opositor que da bandazos entre la salida violenta de Maduro a presentarse como demócratas ejemplares y 2 millones de seguidores les dan las espaldas por falta de credibilidad. Perdieron los encuestologos y los opinadores de oficio que crearon una realidad a medida de quien pagan en dólares por sus mentiras. Perdieron Trump, Almagro y los súbditos de la región que se montaron en el portaviones de la injerencia, la aventura golpista, el bloqueo y la invasión que pudiera convertirse en un nuevo Girón. Perdieron La comunidad Europea, Rajoy que nos cree súbditos mientras reprime a los ciudadanos independentistas Catalanes. Perdió la violencia golpista, la guarimba, el sabotaje y la mediática mundial que pretende construir un imaginario de estado fallido y un feroz dictador tropical. Perdió la mentira.
Como era de esperar, ante el fracaso electoral, la oposición canta fraude a ver si el magnate Trump los saca del atolladero.
Como es de esperar, el chavismo asumirá la victoria con sabiduría, sin soberbia, escuchando la voz del pueblo y manteniendo el proyecto estratégico trazado en el Plan de la Patria que el comandante nos legó. Venezuela no se rinde. Seguiremos venciendo.