El Estado hipertrofiado

Después del shock del 1° de mayo en la concentración en Caracas, donde al mismo tiempo que veía y escuchaba a Nicolás Maduro, opinaba con los amigos que me acompañaban sobre la peligrosa propuesta de ir a una constituyente en un plazo muy corto, después de ir a unos cuantos encuentros sobre la constituyente, después de escuchar a centenas de personas decir que la constituyente será el remedio para todos los males que hoy nos aquejan, he comprendido por fin que a Maduro no le quedó más remedio que lanzarse por allí, en una caída libre sin más paracaídas que el de reserva, y con nosotros a cuestas y digo a cuestas y no al lado por la sencilla razón de que seguimos como en los tiempos del comandante Hugo Chávez, con un único liderazgo del hombre orquesta, (léase Maduro) el hombre más odiado, vilipendiado, maldecido y defenestrado del continente, pero al mismo tiempo el hombre más valiente que hemos tenido después de nuestro querido Chávez, un líder que ha aguantado la arremetida más bestial que ha recibido país alguno, pero que no tiene a casi nadie que lo ayude en la titánica tarea de hacer un mejor país, con un estado hipertrofiado que sigue los peligrosos esquemas del capitalismo en sus compromisos, donde se crean ministerios, viceministerios, oficinas de planificación, asesorías, cada uno con sus presupuestos, sus nóminas abultadas artificialmente, y desde donde se articulan políticas públicas que, aparte de ignorar al pueblo, lo ofenden en su accionar y de ejemplo hay tantos y tan conocidos que sería necio nombrarlos, pero pondré algunos ejemplos para drenar la molestia que tenemos todos los ciudadanos de este hermoso y rico país:

  1. Por qué no se hace una exhaustiva investigación sobre la distribución de los alimentos en el país, me refiero a los CLAP, que en diversos sectores de la ciudad (cualquier ciudad) tiene precios diferentes, ejemplo, en un barrio popular de Cd. Bolívar, según informaciones de una maestra vecina, la última y más reciente caja que recibieron les costó 26 mil bolívares, y la que oferta una directora de un plantel primario del Casco Histórico a sus maestras les costará 36.600 bolívares, vendida presuntamente por Alimentos Bolívar, una empresa estadal creada por el gobernador Rangel Gómez "para distribuir mejor los alimentos" (sic), esa diferencia en precios no es entendible y no coincide con lo que dice el camarada Bernal, que hay un precio unitario para todas las cajas que se distribuyen a nivel nacional, esa explicación es pertinente que se le haga al pueblo lo más rápido posible, en aras de evitar suspicacias (que las hay) sobre un posible chanchullo en el manejo de este importante servicio.
  2. El terrible caso de la distribución del gas doméstico: Pdvsa Gas se hace de la vista gorda con las trácalas que cometen sus empleados vendiendo las bombonas medianas en 5000 bolívares, y eso después de una semana o dos de jalar bolas para que las envíen (generalmente el empleado de la empresa te da su número personal para que "no te molestes en pedirlas a la empresa"). Y según el Ministro del Poder Popular de Petróleo y Minería, Nelson Martínez ¡somos el 3° país en reservas gasíferas!
  3. El caso de las medicinas no tiene desperdicio, NO SE CONSIGUEN por vía legal pero por Internet y por contactos con farmacéuticos y empleados de las farmacias, todas. ¿No se puede hacer, desde hace tiempo y con toda premura, un mecanismo de seguimiento de las medicinas para que no especulen con el precio de las mismas?...pregunto.
  4. El transporte público. Da mucha lástima ver a la gente humilde (sí, la que se monta en autobuses y perreras) colgada de las puertas de los buses o malmontadas en el estribo de las perreras, (para cumplir con su trabajo tienen que hacerlo) con toda la incomodidad y peligrosidad de la aventura. ¿No tenemos una fábrica de autobuses Yutong en el país? En San Félix, hace poco, los malditos terroristas quemaron 52 de ellos, ¿no se pudo prever la posibilidad de esa acción?, verdaderamente estamos cansados de la inoperancia de las líneas de transporte y de las continuas subidas de sus precios, sin que haya un control real de las acciones de estos apátridas (me refiero a choferes y dueños de las unidades de transporte) que con un volumen altísimo y con reguetones vulgares nos amargan el día desde bien temprano.
  5. La inseguridad es real, una alta proporción de venezolanos han sufrido algún acto delincuencial, venido de delincuentes o de vecinos de años, ¿no han leído y visto los últimos actos terroristas, no han sufrido un ataque de algún vecino por no coincidir con sus opiniones políticas? No estás en nada. Los valores no existen últimamente, vivimos la ley de la selva, del más fuerte, del que grita más, hemos perdido la pequeña capa de civilidad que teníamos, cualquiera roba, ofende, ultraja, quema, apuñala, destruye pues sabe que en muchos casos la impunidad se manifestará.
  6. La traición se manifiesta también, personas revolucionarias de años, viendo el supuesto desmoronamiento de la Revolución Bolivariana optan por pegar un brinco emulando a Robeilys Peinado, pero sin garrocha, ahí está la Fiscal Ortega Díaz, ahí están decenas de empleados públicos, rojos por fuera y negros por dentro, echando vaina en sus respectivos puestos, jefecitos de tres por locha atrasando al país, los hay por miles, usted y yo conocemos unos cuantos.
  7. Nuestra juventud, cansada de no hacer nada, cansada de las tabletas regaladas, de los celulares último modelo, cansada de la gratuidad de la enseñanza, cansada de la medicina alternativa, de los CDI gratuitos, de la tarifa de agua y luz más barata del continente, optan por irse a otros países "a buscar un destino mejor" o se quedan guarimbeando, llenándose la nariz de polvo blanco y los bolsillos de billetes verdes, aterrorizando a todo el mundo en "su justa lucha por la libertad" cobrando por hacer un trabajo sucio, sucísimo, donde han perdido la vida los más pendejos, los usados por esos pseudolíderes como López, Guevara, Borges, Ortega Díaz o Allup, sin olvidar la caterva de hijos de puta de la Asamblea Nacional, que con honrosas excepciones, abogan por el desmantelamiento del Estado, por una intervención extranjera, mientras preparan sus nidos allende las fronteras. Traidores.
  8. La liquidez monetaria es algo alarmante, los bancos privados, en total armonía con el llamado a desestabilización, atrasan los trámites bancarios, desconectan la línea, no tienen suficiente billetes y monedas para surtir a los cajeros automáticos y a los usuarios, dan una irrisoria cantidad por día y por cliente, enervando y molestando al usuario común. ¿Por qué no hay suficientes billetes de alta denominación en el país, teniendo una Casa de la Moneda fundada para tal fin y por qué se mandaron a hacer en el extranjero?
  9. La atención médica en hospitales públicos, en el Seguro Social, es otro tema de desestabilización, los médicos y médicas, formados la mayoría de ellos por el Estado, gratuitamente, maltratan de palabra y hecho a los enfermos que necesitan sus servicios, los mandan a morirse a su casa o los mandan a SUS consultas privadas, generalmente atiborradas de medicinas y utensilios robados al hospital donde mal laboran. Perdemos todos.

La Constituyente es una fuerza real pero NO es toda la fuerza que podemos ejercer, a ese pueblo hermoso, corajudo, arrecho y aguantador le quedan años de lucha, años de desesperanza, muerte y terror para pasar a estadios superiores como sociedad, después de la votación del 30 de julio, donde tenemos que realizar una masiva participación, debemos esperar la aprobación de algunos cambios en algunos artículos de la CBRBV (no son todos) para medio arreglar nuestra enferma sociedad, salir de unos cuantos líderes malsanos, de la hipertrofia del Estado, que tanto daño nos ha hecho, pero la discusión seguirá por largos años, tenemos que seguir blindando nuestra hermosa Constitución, reconociendo nuevos dirigentes, adecentando la manera de hacer política, de servir a nuestro pueblo, sólo con el concurso de todos se podrá vislumbrar el sueño de nuestro querido líder eterno, el Comandante Hugo Chávez Frías.



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Bernardo Hernández Muñoz


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