Querido Robert:
Yo podría ser tu bisabuelo. Tengo 84 años y a tu edad ya había pasado por el calvario del pérezjimenismo: expulsado de la Escuela Normal del Cumaná donde estaba terminando mi carrera de Maestro; posteriormente perseguido, torturado y preso por tres años en la recién inaugurada cárcel de Ciudad Bolívar, donde estaban depositando los presos de Guasina y Sacupana…entre ellos muchos jóvenes que aún no habían llegado a los Veinte, como Luis Navarrete, hoy profesor jubilado de la UCV. De allí salí al exilio, anclándome en Chile, de donde el PCV me empaquetó para Venezuela en 1957, para que me incorporara a los cuadros clandestinos del Partido, con la suerte que no tuve que ir a los entrenamientos militares con la guerrilla colombiana…porque Pérez Jiménez cayó el 23 de enero de 1958.
Yo, como todos los jóvenes de tu edad y esperanzado en que florecería la democracia en Venezuela. Una ilusión diluída en la realidad, porque al asumir Rómulo Betancourt, inaugurando la IV República con el llamado “Pacto de Punto Fijo” se reinició persecución, la tortura y la muerte de jóvenes como tu, Robert, y obreros y campesinos ¡Como olvidar a Livia Gouverneur asesinada, en la década de los 60 por gusanos de origen cubano…los mismos que deben estar celebrando en Miami. con sus pares venezolanos, el asesinato tuyo y el de tu compañera María.
Pero como dice la canción de Alí, Robert, “los que mueren por la vida …no pueden llamarse muertos.
Tu no has muerto Robert. Sigues vibrando, con tu fogosidad característica en el corazón del pueblo que continúa enarbolando tus banderas, honrándolas y defendiendo ahora con mayor vigor que antes y más temprano que tarde se hará justicia, porque quienes pensaron que con tu desaparición física y la de tu compañera,
Iban a dar inicio a la desaparición del carruaje de la Revolución Bolivariana, se equivocaron de nuevo…porque, para la paz de tus restos, quienes tomaron tu bandera…tu espíritu y combatividad. están depositada en las manos del pueblo, Robert. ¡Hasta la Victoria Siempre, Camarada!