Como lo veo lo escribo

“Golpe de Timón”

No enviaba mis opiniones desde el 10 del 2012, pero la situación de la Patria y de la Revolución Bolivariana me obligan a intervenir de nuevo, intentando llegar a la conciencia del pueblo, con un granito de arena que contribuya a su despertar, o al menos lo ponga a pensar que hay un legado expresado en el discurso de Angostura del cual nos alejan propios y extraños; que se resume en la mayor suma de felicidad posible para la Patria y su Pueblo.
 
Quise regresar con un “Como lo veo lo escribo” que nunca envié; referido a un documento que salido de una reunión del Comandante Chávez y su tren ejecutivo se tituló, “Golpe de Timón”. Documento que debe ser conocido y analizado fríamente por todo el Pueblo Bolivariano y Revolucionario para que saque sus propias conclusiones; la mía  la expongo a continuación:
 
La inevitable muerte física de nuestro comandante Hugo Chávez, no nos permitirá ver los cambios que pensaba efectuar, ni a donde caería el misil que iba a lanzar a un grupito que frenaba la acción revolucionaria; lo que si quedo claro es que el líder había reconocido que seguía clamando en el desierto; y que llego a esta conclusión no solo por la realidad que observó en cada lugar donde descubrió que la imagen que idealizo en cada una de las misiones que delegó, contrastaba con lo que veía en cada una de las obras terminadas o no.
 
En el documento puede observarse como cada vez que preguntaba a sus ministros cual era el objetivo de sus encomiendas, estos erraban su respuesta y el Comandante les corregía recordándoles que el objetivo principal era el pueblo.
 
En cada uno de mis mensajes pasados, advertía que en la concientización del pueblo se estaba invirtiendo muy poco y en la infraestructura demasiado, que a través de la educación integral sería el mismo pueblo el que se encargaría de satisfacer sus necesidades materiales y hasta propuse emular las legendarias caravanas para que las comunidades fundaran sus propias ciudades, pero nadie escucho ni estas, ni otras, y en algunos intentos del líder de inocular el Socialismo Bolivariano en el pueblo, se equivocó al delegar a esta importante misión a un personaje  que venía de traicionarlo a él y a la revolución; también opine mucho sobre esto pero nadie escucho; más tarde eligió al hijo como máxima autoridad del sistema de medios públicos; también había opinado su pase de RCTV a la revolución pero nadie escucho, y al final el Comandante en ese mismo documento lo sustituyó.
 
 El comandante nunca llegó a aceptar su falta de tino en la escogencia de sus colaboradores, y se fue llenando poco a poco de una  lista de incapaces, ineficientes y traidores; y no lo digo yo, lo dijo el General Muller Rojas cuando los llamo alacranes y lo dice el mismo Chávez en el referido documento,  cuando habló de lanzarles un misil. Documento en el que debo reconocer, tuvo el valor de decirles en su cara la decepción que estaba sintiendo y el peligro que corría la Revolución Bolivariana.
 
 Por fin el comandante Chávez  despertaba de los cuentos de su entorno, la realidad de lo que venía: devaluación, escases, destape de ollas y la salida a la luz pública de verdades calladas y ocultas por “el chavismo” que de seguro encharcarían sus buenas intenciones.
 
Pero las buenas intenciones no bastan, hay que tener la capacidad para darle seguimiento a sus ejecuciones, y que estas estén sumergidas en la acción socialista. Tal vez este doloroso conocimiento de su candidez agravó su enfermedad o fue acelerada por aquellos que no querían recibir el misil, lo que sí sé, es que no debió morir en estos momentos y por eso me pregunto y le pregunto a los muchos que se sienten Bolivarianos y Revolucionarios:
 
 ¿Sí en el documento “cambio de timón” el Comandante revela, que el entorno muy poco caso le hizo estando el presente; seguirán verdaderamente el legado de Chávez ahora que no se encuentra físicamente para arriarlos?
 
Para mí, esa es la única razón de que demostremos que todos somos Chávez, estando ojo avizor con las decisiones y actuaciones que se tomen de ahora en adelante, si no lo hacemos, como dijo el comandante, “…estamos liquidados y no sólo estamos liquidados, seríamos nosotros los liquidadores de este proyecto”. Así que a opinar y despertar el sentir bolivariano en nuestro pueblo para encausar la revolución socialista que tanto soñamos y que se ve cada día dando tumbos y entregándose a lo que llamaba hace años en mis escritos los depredadores de siempre.
 
El socialismo para mí como lo he dicho en muchas ocasiones tiene su base en la conciencia del amor y el respeto al ser humano, algo en lo que se sigue invirtiendo muy poco.


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Luis Díaz


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