La navidad que no está

Se acabó la navidad; todos esos recuerdos hermosos que tuve de niño, criado en la humildad de un pueblo de esta PATRIA, ya no están, se quedaron en un tiempo que ahora anhelo y hago esfuerzo por mostrar a las generaciones que vienen detrás de nosotros.

Quiero llevar al pensamiento, solo por este momento, un ejercicio que permita darnos cuenta, que no siempre lo moderno es lo mejor.

Hace un tiempo había alegría, que se mostraba en relaciones de hermandad, en vecinos y aldeanos de las cercanías y si no me equivoco era la misma forma en todos los rincones y pueblos de esta PATRIA, que hoy tenemos sin esos olores que está desapareciendo el tiempo.

La poca gente que había en mi pueblo, todos éramos hermanos, salíamos a caminar y se veían como mucho, o yo como niño los agigantaba por todos esos caminos, cargando cosas que en otro tiempo del año no se notaba, pero hoy como adulto descubo, que pasarían días sin ir al conuco a buscar bastimento, porque estábamos de fiesta y había que tener provisiones todo.

En los PUEBLOS, Las parrandas adornaban las casas o esquinas de mi PUEBLO, la alegría era profunda, todos se sentaban en las puertas de sus hogares, para ver pasar a los vecinos de más lejos, que hacia unas horas habíamos dejado de ver, pero como estábamos en navidad, pasarían de nuevo, pero con ropa estrenada, alpargata de colores que  parecían de charol.

La felicidad de aquel tiempo, tenía que ver con amor; las cosas superficiales carecían de valor para nosotros, la penetración del consumismo no había deformado tanto; en la fiesta no estaba presente el egoísmo, todo era entrega juego conversaciones, casi sin palabras, donde se entendía todo.

Hoy la navidad quedó secuestrada en una conducta forjada que no pertenece a nosotros, está encarcelada, la alienación llego hasta los PUEBLOS más lejanos; le metieron reja a todas las puertas y ventanas por donde entraba la felicidad, hoy la desconfianza; los vecinos no pueden encontrarse como en otrora y el egoísmo convirtió en un silencio la parranda, no se escucha, o tal vez no suena, porque los aldeanos, cambiaron la felicidad, por las angustia que trajo el progreso y la limito a estar a la defensiva, buscando algo que dejo de usarse y lo nuevo contamina la humanidad.

Estoy comparando recuerdos y siento son mejor a lo que vemos hoy y en nada pertenecen a la PATRIA que estamos obligados a construir: una república indolente permitió que se nos escaparan y ahora tenemos que rescatar esos recuerdos y sembrarlos en nuestros descendientes, porque PATRIA SOCIALISTA O MUERTE VENCEREMOS Y HASTA LA VICTORIA SIEMPRE.

SIN PATRIA NO QUIERO VIDA.

HAZTE CONCIENCIA.

 



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Antonio Machuca

Actor y militante revolucionario

 machucamelo@cantv.net

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