La decisión del Ministro Fleming de mutilar las competencias de Eduardo Samán en la presidencia del Instituto para la Defensa de las Personas en el Acceso a los Bienes y Servicios (INDEPABIS) puede tener varias lecturas: i) presiones de sectores empresariales, especuladores compulsivos, que temen la capacidad de decisión del Presidente de Indepabis, suficientemente demostrada en su gestión anterior, para meterlos en cintura; ii) exigencias de “quintacolumnistas” posicionados en puestos claves del alto gobierno y/o del PSUV, que ya en la anterior gestión de ES se sintieron molestos por sus logros en pro del proceso revolucionario; iii) temor de Fleming de verse rebasado por un revolucionario que lo supera en capacidad gerencial, en formación política, en entrega por el proceso revolucionario, en claridad de miras respecto a lo que significa la función de esta dependencia gubernamental.
La entereza, la indeclinable y probada mística revolucionaria de ES está más que demostrada. Desde sus años juveniles ha sido un consecuente luchador revolucionario, tanto en las aulas liceistas como en la UCV, hasta plegarse a la campaña por la presidencia del candidato Hugo Chávez, quien no dudó en asignarle responsabilidades durante su mandato. Retirado por razones que todos conocemos, llamado ahora por el Presidente Maduro, es nuevamente objeto de una acción que no puede menos que ser calificada de canallada.
De acuerdo a una resolución publicada en la Gaceta Oficial número 40.211, el ministro de Comercio, Alejandro Fleming, revocó la facultad que desde mediados de junio tenía el presidente del Instituto para la Defensa de las Personas en el Acceso a los Bienes y Servicios (Indepabis), ES, para designar y remover a los directores y al personal de confianza de ese instituto.
Esta resolución, que deroga la número 059/2013 del 13 de junio, está firmada por el titular del despacho de Comercio, Alejandro Fleming.
La anterior resolución otorgaba la posibilidad de que el presidente de Indepabis "delegara la firma de los actos y documentos que, por ley, pueden ser encomendados a otros funcionarios, cuya relación luego sería presentada por el presidente del Indepabis". Las acciones, firmes y contundentes, se habían iniciado. Varios importantes funcionarios que habían pasado incólumes durante las gestiones de Edmée Betancourt y Fleming ante la vista gorda de éstos, fueron atrapados en flagrancia por ES, suspendidos de sus cargos, abiertos sendos expedientes y puestos a la orden de la fiscalía. Sin duda que alguno(s) de ellos tienen lazos estrechos con “peces gordos” relacionados con el alto gobierno o del partido, que es lo mismo.
Samán, todos lo sabemos, no es un improvisado en la Administración del Proceso Revolucionario. A partir de 2002 se ha desempeñado como servidor público ejerciendo funciones como director del Servicio Autónomo de Propiedad Intelectual, SAPI, oficina de propiedad intelectual venezolana, donde realizó gestiones por una nueva ley en la materia, proyecto que promovía considerar las patentes como una concesión y no como un título de propiedad. En marzo de 2006, en reconocimiento a sus méritos, fue designado director del Servicio Autónomo Nacional de Normalización, Calidad, Metrología y Reglamentos Técnicos (SENCAMER), y una de sus primeras gestiones fue la desafectación de Venezuela de la Organización Internacional de Normalización (ISO), organismo excluyente que imponía restricciones a las empresas pequeñas, mismas que no podían competir en igualdad de condiciones para adaptar su producción a los estándares internacionales.
Siguió ascendiendo, y en 2008 fue designado Director del Instituto para la Defensa y Educación del Consumidor (INDECU); de entrada promovió el cambio de nombre a la institución, pasando a llamarse Instituto para la Defensa de las Personas en el Acceso a Bienes y Servicios (INDEPABIS), para ir en concordancia con la nueva Ley para la Defensa de las Personas en el Acceso a los Bienes y Servicios.
Ya en marzo de 2009 asume el Ministerio del Poder Popular para el Comercio, órgano central de las direcciones en las que estuvo a cargo durante muchos años. En diciembre de ese año promovió la primera Arepera Socialista de Venezuela, ubicada en el subterráneo de la avenida Bolívar de Caracas, entre Bellas Artes y Parque Central, propuesta que representaba un cambio de estilo, donde las personas comerían primero y luego cancelaban lo que podían pagar, fomentando así la creación de conciencia socialista.
¿Cuál era el mérito de esa iniciativa? El objetivo fundamental de su gestión dentro del ministerio era establecer un nuevo método de comercio, de características socialistas, para regular los precios y ofrecer una alternativa económica en productos alimenticios, electrodomésticos y de vestimenta, para así combatir y neutralizar la especulación.
Y de algo estamos seguros: de no haber mediado la intempestiva salida de ES del Ministerio del PP para el Comercio, no se habrían dado los acaparamientos, desabastecimientos y especulaciones que hemos sufrido los venezolanos en los últimos meses.
Muchas otras fueron y son las iniciativas de ES, que como complemento de las ideas del Comandante Supremo, constituyen las de mayor avanzada dentro del gobierno revolucionario para avanzar en la construcción del socialismo. Y es que tanto Samán como otros dirigentes bolivarianos han planteado la necesidad de acciones más radicales hacia la izquierda, en función de trabajar en la profundización del proceso de transformación hacia el socialismo iniciado durante la presidencia de Hugo Chávez.
Ahora, en la actual encrucijada, cuando el pueblo revolucionario exige profundizar la lucha, radicalizar el proceso, se pretende dar un golpe de timón que, con seguridad, aplaudirá la derecha expectante para dar otro más de sus zarpazos.
Fleming, en nombre del proceso revolucionario, de la memoria del comandante Supremo, en defensa de la gestión del Presidente Maduro, te exigimos que revoques esa medida.
¡HASTA LA VICTORIA SIEMPRE, VENCEREMOS!
*Analista Político – Candidato a Dr. en Ccia. Política. Chavista de los “rodilla en tierra”
