Escribo esto, porque estoy preocupada y no es que la población esté dividida ahora, como me dijo un taxista “Chávez dividió al país”. Este estaba dividido hace mucho tiempo, la parte que tenía los privilegios y la otra, pobres, trabajadores, marginados de cualquier beneficio social, que la única forma de manifestarse era atacada con represión y muerte. Ahorita esa parte descontenta tiene los medios de comunicación privados, inclinados hacia la intolerancia y la violencia, con apoyo de empresas venezolanas y extranjeras, apoyo de gobiernos, como el de USA, que no están conformes que este país sea libre y soberano.
No es posible que el dirigente excandidato de la oposición, porque no ganó las elecciones, promueva un odio tan intenso en un grupo, que llevó a compatriotas asesinados y a asaltos de centros de salud y otras edificaciones (quema y destrozos); y en lo más cotidiano no es posible que la vecina aunque me salude, me mire como si yo fuera una extraterrestre o una loca, que en la panadería, por llevar una franela roja me digan “chavista inmunda”, que estos días de locura terrorista, le diga a mi hijo “no salgas con una franela que diga Maduro, porque te pueden atacar en la calle o quemarte el carro contigo adentro. Duro ¿no?, en mi comunidad, en mi ciudad, en mi patria.
Pero la cuestión es ¿Qué vamos a hacer? Si a 14 años, siguen dejándose manipular, significa que tenemos una misión seria por delante.
Yo propongo, humildemente, como educadora, en una primera fase, un plan dentro de la Misión por la Paz, que contemple:
Colectivos sociales para la formación y orientaciones para la paz, en las familias y comunidades, a través de las escuelas, los consejos comunales u otras organizaciones Para ello sería conveniente activar el Motor Moral y Luces, con sus brigadistas, que creó el Comandante Chávez hace algunos años. Sin descuidar el fortalecimiento del papel de la escuela para que las personas desde la primera infancia vayan formándose progresivamente en valores hacia la paz y a una conciencia ciudadana.
Usar los medios de comunicación masivos y alternativos (públicos y privados), con micros radiales y de televisión y material impreso (volantes, encartados en periódicos, vallas y otros), Todo encaminado a la paz, valores de respeto y tolerancia, una convivencia sana entre compatriotas.
La otra tarea se refiere a los medios de comunicación privados que auparon el movimiento terrorista opositor. Es necesario que asuman su responsabilidad; por lo menos a Globovisión no hay que renovarle la concesión, es el que más daño ha hecho durante años, inoculando veneno en los cerebros de las personas que los ven y oyen todo el día idiotizados, alienados, que están en contra de los que no piensan ni actúan como ellos. Me imagino que Conatel debe estar levantándole un expediente, si no es así ¿para qué sirve?
