Pedagogía económica

A 63 años de la primera devaluación del bolívar

Hubo una época en que Venezuela apreció -revaluó- el bolívar, fue en el período de Juan Vicente Gómez. Para entonces éramos un país de escasos tres millones de habitantes y una sociedad rural con 80 por ciento de su población viviendo en el campo. Entre 1914 y 1922 con los reventones de El Zumaque en Mene Grande y El Barroso en Cabimas llegó el petróleo con unos ingresos fiscales súbitos provenientes de su explotación, días aquéllos en que nuestras costumbres eran por demás austeras y ajenas al consumismo depredador que nos fue atrapando a lo largo de los años, primero lentamente y luego, a partir de la década de 1960, en forma acelerada. En esta década la población campesina venezolana había descendido hasta el 50 por ciento y todavía producía casi la totalidad de sus alimentos, provenientes en su mayor parte de la siembra, la ganadería y la pesca, y aunque éramos un país con una agroindustria precaria, la manufactura importada no había llegado a agobiar nuestro caudal de divisas obtenidas por las exportaciones petroleras. Hasta ese entonces no teníamos necesidad de devaluar el bolívar, pero ese fenómeno se acercaba con la misma velocidad que nuestros mandatarios entregaban nuestros recursos estratégicos a la voracidad de las transnacionales de todos los renglones de la economía nacional. Los mejores sueldos que pagaban las compañías petroleras atrajo a los campesinos a las zonas petroleras buscando los hospitales y las escuelas inexistentes en el medio rural. Así se fue quedando solo el campo venezolano, fenómeno que se conoció como “éxodo campesino”.

Haciendo memoria, entre 1954-1958, le girábamos a mi hermano mayor, exilado en Argentina, 400 dólares al mes al cambio de 3,35 Bs/US$; así costeaba sus estudios y manutención de manera relativamente holgada.. De los amigos que recuerdo, también vivía así en México Juvencio Pulgar. La primera devaluación que recuerdo ocurrió en 1960, segundo año de la “dictadura democrática” de Rómulo Betancourt, que llevó el dólar a 4,30 Bs/US$, devaluación relativa del 28,36 por ciento. Para entonces Venezuela tenía unos 7,5 millones de habitantes. En esa oportunidad la clase trabajadora recibió adicionalmente el regalo del 10% de disminución de los sueldos y salarios: fue el llamado “Plan del Hambre” del Ministro de Hacienda José Antonio Mayobre. Hubo movilizaciones masivas de protesta de los estudiantes y la clase trabajadora, con saldo de miles de manifestantes presos y objeto de peinillazos y aporreaduras por parte de la policía represiva. Acción Democrática sufrió su primera gran división que dio origen al Movimiento de Izquierda Revolucionaria, con Domingo Alberto Rangel y Simón Sáez Mérida como líderes nacionales y Aníbal Molina Blanchard y Gabriel Quintero Luzardo como principales líderes zulianos. Las garantías constitucionales fueron suspendidas -ya lo estaban las garantías económicas que duraron hasta el II gobierno de Rafael Caldera-.

La segunda devaluación del período de la democracia representativa ocurrió 23 años después, cuando en el “Viernes Negro”, 18 de febrero de 1983, en el último año del gobierno de Luis Herrera Campins el dólar subió de Bs 4,30 a Bs. 7,50, una devaluación del 70%. Para entonces, el precio del barril de petróleo había subido de menos de dos dólares a más de 25 dólares en los últimos diez años, un incremento de 1.150 por ciento; ya en 1980 llegó a un pico de 38 dólares el barril. Todas esas devaluaciones han tenido un denominador común: los grandes beneficiarios han sido los comercializadores del “dólar negro” que se transa a costillas de los “pendejos” en el “mercado paralelo”. Y un gran perjudicado: el pueblo trabajador.

cepo39@gmail.com


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César Prieto Oberto

Profesor. Economista. Miembro de Número de la Academia de Ciencias Económicas del Estado Zulia. Candidato a Dr. en Ciencia Política.

 cepo39@gmail.com

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