Sin poseer análisis orgánico y responsable de los resultados electorales del 16D, soy de los que empíricamente creo que nuestra sociedad tachirense, con grandes rasgos de conservadora y antichavista, nos ha dado una nueva oportunidad para retomar las riendas regionales del gobierno a las fuerzas bolivarianas, todo ello, tan solo con no salir a votar por su nefasto y pésimo candidato.
Los números nos dicen que no aumentamos ni un voto, por el contario perdimos como 25 mil; nuestros candidatos al parlamento en honor a la verdad y con todo el respeto a nuestros camaradas, la mayoría no representaban nuestros mejores cuadros para esta tarea, pero fue lo que había para esta batalla y lo que permitió las mejores jugadas y cuadre de fuerzas internas, algunos hasta “hipercuestionados” hasta más no decir, pero aún con eso allí estuvo el chavismo duro, fiel hasta el final; además, en honor a la verdad también nuestro candidato era el ideal para esta realidad, imperó en nuestro liderazgo local la “sindéresis o miedos” y no salieron nuestros tradicionales próceres a dividirnos. Prácticamente el Comandante Presidente Chávez hizo toda la tarea, creo que se consumó a tal punto en esta batalla, que su impacto puede llegar a salvar hasta algunos de nuestros más cuestionados candidatos en las alcaldías; esa es la verdad, por más que nos pueda afectar o doler.
Tenemos un gobierno nacional y regional, además de un parlamento; el reto que se nos impone no da lugar a ninguna excusa o quejadera tipo César “pillo” Vivas, nos toca gobernar eficientemente o botar por la borda esta nueva oportunidad que nos da el Táchira; los parlamentarios deberían trabajar en el concepto estratégico del poder popular a nivel regional, adecuar nuestro marco jurídico y ayudar con el poder de las leyes a construir el socialismo, “vacilar es perdernos”; no deberían cometer viejos errores de querer gobernar y olvidar su tarea fundamental, legislar. Disculpen el atrevimiento….
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