Y no pueden imaginarlo, no porque sean brutos y no estén en
la capacidad intelectual de hacerlo, sino porque el trabajo de ideologización
de las masas que hace al menos doscientos años lleva haciendo el capitalismo a
través de los aparatos ideológicos del Estado, tiene en estos momentos un nivel
de efectividad sumamente alto. De esta forma los ciudadanos que parecieran
tener claro que el mundo en que vivimos no está bien, no pueden siquiera
aproximarse a soslayar una respuesta sobre el porqué eso sucede; mucho menos están
cerca de llegar a una solución sobre cómo hacer que el mundo cambie para mejor.
Porque el sistema tiene un argumento que se repite a cada minuto de la
ideologización: “el mundo es así inevitablemente”. De allí vienen todas esas
propuestas que tienen que ver con el fin de la historia, ya que la historia como
concepto lleva en sus entrañas un proceso hacia algo, en cambio la
ahistoricidad lleva en su seno una situación de naturaleza inmutable, como
Dios, que no se puede explicar y no se puede comprender o cambiar. Se acepta y
punto. Lo máximo que se puede decir de Dios es que no se comprende porque es
demasiado grande para la mente humana.
Pero también
aprendí en estos pocos años que la diferencia entre los revolucionarios y los
“intelectuales de izquierda” es que mientras los primeros aman, los últimos se
aman a sí mismos por ser tan inteligentes: “saben tanto que saben a mierda” (al
decir de mi mamá); es por eso que en lo que huelen que ha llegado la Revolución en la que
hay que amar a otros tanto como a sí mismos, les da grima y salen corriendo
hacia la derecha, en donde lo único que hay que hacer con esa gente mal vestida
y desdentada es darles una nueve milímetros, una “cañita” y mandarla a matar a
sus semejantes –que eso es lo que han hecho siempre. Es así como se explica que
los profesores universitarios y los ultrosos que teóricamente eran los
destinados a cambiar el mundo, estén en estos momentos aliados a los más
rancios intereses del capital transnacional, siendo financiados por sus
antiguos torturadores y dedicando su vida a la lucha contra la única
oportunidad que ha tenido este pueblo de tener una vida medianamente decente
dentro del capitalismo en el que seguimos y seguiremos viviendo por un tiempo
indeterminado.
Hay otra frase
de Guevara, que de tanto oírla y leerla y escribirla y decirla, todos los
izquierdozos nos sabíamos de memoria: “Cuando
lo extraordinario se hace cotidiano estamos en Revolución”. Desde hace
algún tiempo veo que la hijita de mi compañera tiene su Canaimita, de esas que
ya van entregadas 2 millones a los escolares; y voy a mi CDI y me hacen mis
análisis y me dan mis remedios; y veo mi cédula laminada sacada en dos horas y
mi pasaporte que me lo mandaron a mi trabajo; y veo a tanta gente estudiando en
la UNEFA y en la Bolivariana, en la que
se inscribieron sin tener que pasar años en un comité de bachilleres sin cupo;
y veo que todos los adultos mayores de mi familia (que son un camión) están
cobrando un sueldo mínimo todos los meses y algunos buscan sus remedios en el
Seguro Social de Los Ruices. Y aunque todo eso parece normal, porque como dicen
los escuálidos son “nuestros derechos”, en realidad ES EXTRAORDINARIO porque ni
en mi medio siglo de vida ni en el casi siglo de mi abuela se vieron esas cosas
con ningún gobierno.
Lo que creo
que nadie de mi generación o de las anteriores imaginó en Venezuela es que esas
frases dejarían de ser letra muerta y se convertirían en ejercicio del
pensamiento revolucionario, en praxis. ¡Estamos en Revolución y el amor
es su motor! Y es porque estamos en Revolución, es porque he aprendido a amar a
la gente y a admirar a la gente que ha hecho posible que esto suceda, que no
voy a desearle a mis allegados que van a votar por sus verdugos lo que ellos buscan
con esa acción; todo lo contrario: voy a hacer todo lo que tengo que hacer para
que cada uno de mis uno por diez vayan a votar y voy a estar pendiente de hacer
lo que tengo que hacer para que nadie a mi alrededor pueda sabotear el triunfo
de la Revolución. Es
sobre todo por amor a mis semejantes que van a votar en contra de sí mismos que
voy a hacer lo que tengo que hacer: cuidar nuestra Revolución!!
Independencia y Patria Socialista,
¡¡¡Viviremos y Venceremos!!!
mohighpear@yahoo.com