Compatriota una emoción común nos liga hoy en un sentimiento unánime

Ilich Ramírez

      Altos y bajos, cultos e ignorantes, ricos y pobres, gobernantes y gobernados nos unimos hoy en un intenso amor y esperanza. Al escuchar al presidente de la República Bolivariana de Venezuela Hugo Chávez, en ese anheloso discurso de divina iluminación y de conciencia cósmica acerca del caso de injusticia y violación de los derechos humanos de Ilich Ramírez, un vivísimo fulgor descendió del cielo como cuando Jesús salió caminando sobre la superficie del agua.

      Al cumplir con su honroso deber, como jefe de estado, al rechazar los alegatos falsos y  la forma en la cual el gobierno francés desde un principio le ha estado violando los más elementales derechos a Ilich Ramírez, el Presidente Hugo Chávez está demostrando una vez más que esta revolución venezolana si vela por sus ciudadanos y los ciudadanos de otros países, si lucha por la no violación de los derechos humanos.

       A pesar de Francia tener el alborozo de haber declarado -en su Revolución Francesa 1789-1794- los derechos del hombre y de ciudadanos, el haber abolido el régimen feudal, el haber confiscado o expropiado los bienes del Clero, el haber eliminado la Monarquía y proclamar la República y todo ello con una visión universalista, por supuesto, el gobierno francés no practica esa declaración tan hermosa como lo es el respeto a los derechos humanos, y los actos de injusticia en ese país son reiterados. Con esa visión universalista hacia el respeto por el ser humano, resultante de la Revolución francesa, se gobierna actualmente en Venezuela donde el derecho a la vida, el respeto a los derechos humanos entre muchísimos otros derechos si son llevados a cabo y cumplidos al pie de la letra por el gobierno venezolano.

       El gobierno francés se expone y corre riesgos, no sólo por los actos crueles y de injusticia que son bastante a los que somete a seres humanos, cuando sus compatriotas franceses se pongan de acuerdo para recordar y no echar en saco roto las luchas de sus héroes para lograr la justicia, el respeto y la dignidad no sólo de los hombres de Francia sino del hombre en sí.

     Ilich Ramírez es el compatriota de todos -venezolanos por naturaleza y venezolanos por nacionalización-, de los venezolanos que piensan en la justicia como una ofrenda divina y de los venezolanos que festejan cuando sus capataces con poderío militar van a masacrar inocentes. Es por ello que como venezolanos debemos celebrar, sin complejos, las instrucciones dadas por el Jefe de estado en relación con el caso de injusticia de nuestro compatriota Ilich Ramírez y estoy segura que todo el que se precie de culto  y/o  humanista no dudará de tan acertada determinación.

     Sin embargo, es posible que los neófitos que desconocen las luchas de Ilich Ramírez se estén preparando con sus medios de desinformación privados para criticar y cuestionar tan soberana decisión, más no lograrán desacreditar este prestigioso proceso revolucionario que se está llevando en paz en Venezuela.  

¡Hasta  la  victoria  siempre!   ¡Viviremos y seguiremos  venciendo! 

hidalgolesly@gmail.com


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Lesly Hidalgo


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